Panini Comics nos trae ya el tercer tomo de los Thunderbolts, que podemos adquirir en España bajo el título 100% Marvel. Thunderbolts 3: Infinito y que incluye los números 12-19 de la serie original USA. Debo decir que, contra todo mi pronóstico, la serie continúa en las tiendas actualmente, mientras otras han caído por el camino. Y lo bueno de todo es que sigue en pie, pero mejorando en calidad paso a paso, convirtiéndose en una de las series a tener en cuenta de todas aquellas que nacieron bajo el sello Marvel NOW!.
Tras hacerse cargo de la serie en el tomo anterior, Charles Soule continúa al mando, y eso se nota en progresivo ascenso en calidad. En esta ocasión, aunque sin dejar de lado la trama principal, Soule decide que ya es hora de que el General Ross cumpla parte de su trato. Cuando este variopinto grupo de anti-héroes se unió a él, Ross les prometió que si le ayudaban, él les ayudaría en sus misiones particulares. Pues bien, sorteo mediante, ha llegado la hora de ayudar a Punisher a cargarse a la mafia de Nueva York.
Pero amigos, no penséis que es una casualidad el hecho de que el viaje a Nueva York de Hulk Rojo, el Líder, Veneno, Elektra, Masacre y Punisher sea el primero, porque Soule ha ideado todo para que coincida a la perfección con el evento que corría en la Casa de las Ideas por aquel entonces: Infinito. El caso es que, mientras el equipo se encuentra en la Gran Manzana para acabar con una familia mafiosa que se dedica a cubrir, equipar y ayudar al resto de mafiosos de la ciudad, Nueva York se ve sumida en medio de una invasión alienígena que sirve como avanzadilla para la llegada de Thanos. Por si fuera poco, los efectos de la trama principal del evento también se hacen notar aquí, y vemos como las Nieblas Terrígenas envuelven a nuestros héroes y lo que les rodea, con algún que otro efecto secundario.
Los personajes, a pesar de los “mil” años que llevan danzando por los cómics, comienzan a ver su personalidades más definidas y acorde con lo que conocemos de ellos, mostrándose así un inflexible e implacable Punisher, un gracioso y molesto Masacre, o un Veneno que pese a sus acciones muestra una moralidad decente. Quién quizás salga perdiendo, al menos en este tomo, es Elektra, que cuenta con poco protagonismo y quizás con el menor carisma de todos sus compañeros.
El caso es que la trama resulta entretenida, engancha y te lees el tomo en un “plis-plas”. A esto ayudan los dibujos de Jefte Palo, que viene a sustituir a Phil Noto con un consecuente cambio de estilo. He de decir que, particularmente, a mi no me emociona en su formato visual, pero sí lo encuentro fluido y adecuado en la narrativa visual y el nivel de detalle. A pesar de esos trazos alargados y finos, a veces caricaturescos, que no pegan demasiado con una serie cruda y violenta, el desarrollo de las viñetas y el ritmo favorecen una lectura ágil y dinámica, de esas que solo necesitan el texto justo para explicar las cosas.
En definitiva, este tomo viene a demostrar que la serie al fin ha dado ese salto de calidad que su potencial auguraba desde el comienzo. Se borran pues los temores acerca de una posible cancelación, que es cierto que aún puede llegar, pero que de darse será por las ventas, y ya no por falta de calidad.