Reseña #1170 - No confíes en Asher Hall, Myriam M. Lejardi

Cuando descubrí que Myriam iba a publicar este libro fui muy feliz. Y es que literalmente tenía todo lo que me gusta, personajes de moralidad gris, pruebas, un concurso de estos con bastante salseo en el que solo puede haber un ganador y una portada con mucho brilli brilli. Así que era obvio que, tarde o temprano, acabaría en mi estantería. Solo hizo falta que la autora aceptara mi invitación a presentar el Asher en la Feria del Libro de Gijón para que el momento fuese ya de ya.

No confíes en Asher Hall fue una historia de esas que te mantienen pegada a sus páginas, de esas que, da igual el tiempo que pase, porque todavía sigues acordándote de sus personajes, de Asher, de Remi, de todo lo que pasó entre ellos durante los días de reality. Y es que la novela nos cuenta la historia de Asher Hall y Remi Evans, dos de los doce participantes de un reality en el que todos deberán superar una serie de pruebas entre las que puede haber alguna que consista en fastidiar al resto.

La estructura del libro mola mucho, porque intercalados con los capítulos con los puntos de vista de los dos protas tenemos índices de audiencia y las sesiones de nominaciones del programa. De esta forma, no solo podemos ver lo que ocurre dentro de la casa, sino también la perspectiva de los que manejan el cotarro. Además de la caracterización de los personajes, que es chef kiss, porque Myriam no solo consigue que nos encariñemos (u odiemos) a los protas, sino que también conozcamos a los demás participantes. Es como leer un reality en el que ves cómo las personas se van conociendo y van descubriendo esas capas que hay debajo de la primera impresión.

No os quiero contar nada de Remi y de Asher, porque prefiero que seais vosotras quienes descubráis todo acerca de ellos y que vayáis completamente a ciegas. Creo que yendo a ciegas es como más se disfrutan las historias. Así que solo voy a deciros esto, que a mí me encantó, que sigo obsesionada con Asher desde entonces, que fue una experiencia chulísima y que la pluma de Myriam es una maravilla.