Reseña 167. Noche de vino y rosas de Lorena Doncel

*Gracias a la editorial por el ejemplar
Reseña
¿Qué puede decir de este libro? Pues que no me ha gustado. Lo he intentado ver desde un punto de vista muy abierto pues al ser erótica y no estar acostumbrada a leer esta clase de libros podía no juzgarlo bien, pero es que no es posible juzgar bien este libro.
La historia narra la vida de Beca y Marc. Debido a las infidelidades de Marc, Beca decide dejar atrás su vida con el y cambiar de aires, pero incluso lejos Marc su recuerdo siempre estará presente. Mientras, Marc está "deprimido" por haber dejado escapar al "amor de su vida".
No sé como escribir esta reseña pero algo tengo que decir. La protagonista, Beca, no me ha gustado nada. Al estar narrado en primera persona pensé que me encontraría con una chica fuerte que ha decidido dejar a su novio por las infidelidades y sí lo deja, pero vuelve a caer en la misma trampa pues al mudarse conoce a un famoso guitarrista, que solo la llama Rubia lo cual me sacaba de quicio, pero mientras ella va pensando no lo voy a hacer, no voy a llamarlo, no voy a X, en la línea siguiente estaba haciendo lo contrario. No me lo explicaba, no tenía sentido. 
Otra cosa que no sé si la autora lo ha hecho conscientemente es que los personajes narradores parecen salidos de la esquina de la calle del barrio. Independientemente de lo que piensen, que no viene al caso, hablan y piensan como si no hubieran ido al colegio en su vida. Y Beca diciendo que se ha puesto un PUTIVESTIDO.
También podemos encontrar mucho machismo en la historia, tu eres mia, me perteneces, etc. Pensaba que los personajes podrían evolucionar y darse cuenta de que estaba mal pero no, solo cambia el me perteneces por nos pertenecemos, que tampoco es así. Laura Gallego escribió en Memorias de Idhun "Tú no me perteneces, solo me pertenecen los sentimientos que tienes por mí" y creo que hay mucha verdad en esa frase.
Y por último decir que lo que pensaba que menos me iba a gustar es lo que mas me ha gustado. La relación erótica porque era el único momento en el que los personajes realmente parecían y se comportaban como adultos que son.