Revista Cultura y Ocio

Reseña #195. La misión del bufón, de Robin Hobb

Publicado el 01 marzo 2016 por Zeleza @AtardecBajoArbo
Portada de la novela La misión del bufón de Robin Hobb, donde aparecen un lobo y una especia de leopardo pequeño, dibujo tipo ilustración.

La misión del bufón

Trilogía El Profeta Blanco I
Traductores: Manuel de los Reyes y Raúl García CamposEditorial: Fantascy
Páginas: 800
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788415831662
Precio: 23,90 €
Sinopsis

Con el inicio de la saga «El Profeta Blanco» te sumergirás en el cautivador universo de los Seis Ducados, de la mano de una de las grandes maestras de la literatura fantástica mundial: Robin Hobb.
Desde hace quince años, Traspié Hidalgo vive aislado y es dado por muerto por casi todos los que lo conocieron y lo amaron. Pero la visita inesperada del que fue su mentor lo coge desprevenido. El príncipe heredero del trono ha desaparecido y peligra la estabilidad del reino. Traspié, que posee una rara combinación de dotes mágicas, es el único capaz de localizarlo a tiempo para su ceremonia de boda y así salvar a los seis Ducados de una crisis política de proporciones incalculables.
Su investigación le llevará a viajar a otras tierras junto al bufón, su anterior compañero de aventuras convertido en un exótico lord, su fiel lobo, Ojos de noche, y una mujer de confianza de la reina. Pero ni siquiera después de todo lo vivido, Traspié es consciente de la compleja red de traiciones que se está urdiendo, ni tampoco de que ahora, más que nunca, se pondrá a prueba la fuerza de su lealtad.
Reseñas:«Los libros de Robin Hobb son diamantes en un mar de zirconita.»George R. R. Martin
«Adoro a Robin Hobb.»Patrick Rothfuss
«En el género fantástico, Robin Hobb es quien marca la pauta.»
Orson Scott Card
«Una narradora extraordinaria.»The Guardian
«Robin Hobb es una de las grandes escritoras de fantasía actuales... Que sus novelas sean adictivas como la morfina no solo se debe a su brillante inventiva, sino al modo en que sus personajes se ven atados y manipulados por el juego de la política.»
The Times
Reseña
Un descubrimiento que en el futuro me va a tener entretenido durante mucho tiempo: el mundo fantástico épico de los Seis Ducados, creada por una de las grandes de la fantasía, Robin Hobb,
Antes de nada me gustaría aclarar algo. Aunque este libro es el inicio de una trilogía propia, los hechos ocurren 15 años después de que termine la trilogía Vatídico; el universo creado se completa por las otras trilogías de la autora, aunque parécese que son independientes. A ver, no es imprescindible conocer el extenso mundo de los Seis Ducados para disfrutar de este libro, pero sí es cierto que en La misión del bufón apenas se pasa por encima del pasado, con momento puntuales y sin explicar numerosas cosas que se suponen que debería sonar al lector. Parentescos, las relaciones exteriores, la Guerra de las Velas Rojas, el alzamiento de los dragones, incluso qué es la Maña y la Habilidad... Si bien estos dos últimos conceptos se desarrollan a lo largo de la novela, que se empiece con ellos al principio sin explicaciones puede descolocar.
Bien, entrando en faena. Esta novela es claramente fantasía épica, en un mundo psudomedieval. Los típicos elementos que suelen estar presentes en ellas abundan aquí. La historia gira en torno al protagonista absoluto, Traspié Hidalgo, que será el propio narrador. Tras 15 años aislado del mundo en compañía de Ojos de Noche, su lobo vinculado con la Maña, la magia de la naturaleza, y de alguna compañía femenina, Traspié recibe varias inesperadas visitas que alteran su pacífica y rutinaria vida alejada de la corte, planteándose dejar todo lo que ha construido. Convertido en el ayudante de cámara de su antiguo compañero de aventuras, el bufón convertido en lord, parte a buscar al principie para evitar un conflicto que podría desencadenar una nueva guerra. Durante su viaje, el lector conocerá más detalles sobre el pasado del protagonista y de la anterior trilogía, aunque como ya dije, son momentos puntuales, más bien ideas que sirven para dar énfasis a una acción o un pensamiento que tiene que ver con el pasado en vez de explicarlo.
Esta lectura no ha dejado de sorprenderme página tras página. En vez de tener a un joven héroe, tenemos a un antiguo asesino al que su juventud y su pasado le han pasado factura en lo físico -cosa que recuerda mucho el protagonista- y un lobo más cerca de la tumba que de ser un cachorro; esto ya no es solo que no abunde, sino que no tengo constancia de haber leído un libro que el protagonista no haya sido un joven héroe o un aguerrido soldado. En cambio, Traspié y Ojos de Noche sueñan más con su cabaña alejada de todo que en ser héroes. Primera sorpresa de las gordas.La segunda sorpresa gorda fue haber leído más de 300 páginas con un ansia voraz en las que no pasaba absolutamente nada de acción. Ha sido, quizás, la lectura en las que más ganas tenía de saber qué ocurriría después en una trama momentánea en la que lo más interesante desde el punto de vista de la fantasía eran unos grabados en la madera y la creación de unos amuletos contra depredadores.
En cuanto al argumento, el libro tiene a mi juicio dos claras partes. La primera, más descriptiva, donde la «acción» que ocurre está camuflada: mucha intriga, muchos cabos sueltos, espionaje, planes de ataque y de salvaguarda, etc. La segunda parte es cuando empieza ya la auténtica acción, aun así no está repleta de gigantescas batallas tipo El Señor de los Anillos, sino más bien batallas del tipo escaramuzas. Pero en ambas hay mucha magia, traiciones, cosas que no son lo que parecen...
Traspié hace de narrador, de una forma que me recuerda a unas memorias. Se podría decir que es un narrador en primera persona encubierto en tercera. Traspié no es un ser omnipotente y omnipresente, sino que todo lo que cuenta es fruto de su experiencia, su conexión con el lobo, o lo que le cuentan los personajes. No conoce los pensamientos de los demás y todos tienen secretos, por lo que le da un halo de misterio en torno a los protagonistas que me gusta bastante. Otro acierto del narrador es que,,aunque hasta la mitad del libro todo es bastante descriptivo, no se hace pesado debido a que el narrador «interactúa» con el lector, por lo que no es un párrafo de 20 lineas describiendo un bosque, sino que quizás explique la distribución del bosque, cuente las sensaciones que tiene, vuelva a describir más a fondo el bosque, aparezca el lobo y de su punto de vista, etc.
Lobo gris bebiendo en un rió desde una roca y agazapado, con hojas del otoño en el agua.
«—Eso es un lobo.
—Sí, parece un lobo de verdad— admití. Dí una palmada y silbé—. Aquí, Ojos de Noche. Aquí, bonito.
Estoy bebiendo, imbécil. Tengo sed. Como la tendrías tú si hubieras venido corriendo en lugar de montado a caballo.
—No —insistió Laurel sin alterarse—. No es un perro con aspecto de lobo. Es un lobo.»
La narración es simplemente espectacular. Solamente por ella el libro ya debería ser leído. Presenta una capacidad de absorber al lector con los hechos más insignificativos, queriendo este siempre saber más y más. Y eso que la historia empieza muy lenta, aumentando la agilidad y los giros argumentales a medida que pasan las páginas, pero como he dicho solo notaba que me bebía las páginas y no ocurría nada. Así que si es capaz de absorber sin acción, cuando esta empieza es un sin vivir. Anoche empecé a leer a las 01:00 más o menos, y hasta las 6:30 no tuve el coraje y la fuerza suficiente para separarme de sus páginas. También ayuda mucho un lenguaje claro y preciso, sin palabrejas o expresiones prácticamente desconocidas para el lector medio, y por supuesto, que la traducción sea impecable.
En cuanto a los personajes, realmente me han gustado todos, aunque mi preferido es Ojos de Noche. Cada uno en su rol, generalmente sin sufrir evoluciones salvo excepciones, y muy definidos. Como mencioné, me ha parecido muy original que los protagonistas no sean los mejores guerreros del reino, sino dos antiguos héroes que ya no están en la flor de la vida. Unos personajes que sufren, pasan hambre y frio, pero también se emborrachan, conquistan y son héroes; en definitiva, personajes muy vivos.
Gracias a su manera de narrar y que es el propio Traspié quien cuenta la historia, es imposible no sentir empatía tanto por él como por los demás. A lo largo de la narración habrá alegría, llantos, situaciones de pelos de punta... Sacará al lector desde una sonrisa hasta una lágrima.
Y desde mi punto de vista, darle a los animales tanto protagonismo pero sin dejar de ser animales, solamente por las conexiones de los pensamientos a través de la Maña, es una perfecta manera de salir del cliché de los animales parlantes en los libros de fantasía.
Las pegas de este libro son bastante pocas, la verdad. Una de ellas, más que una pega, es algo que me chocó mucho: los nombres y apellidos de los personajes. Traspié, Dorado, Civil, Cervudo, Mechatejón... No sé, pero en ese aspecto no me ha convencido, la mayoría de los nombres me sonaban fatal. Otro aspecto «negativo» es que al usar al narrador en primera persona se puede suponer que el protagonista no morirá -salvo sorpresa mayúscula y con el consiguiente cambio de narrador-, aunque esto no se aplica a los demás personajes. Y por último, aunque esto no depende de la historia, lo que menos me ha gustado es que un libro de 800 páginas tenga esa tapa tan blanda. La portada reconozco que me ha gustado mucho, pero durante casi toda la lectura he ido con miedo de hacerle algo al libro, de que se me ladease y lo rasgara; para mí el gran fallo del libro es ese.
Y a modo de conclusión decir que ya tengo apuntados todos los libros de Robin Hobb sobre los Seis Ducados. Un más que estupendo libro de fantasía épica en donde no sobra una descripción, con unos personajes totalmente atípicos y una trama lenta pero completamente absorbente. Recomendadísima para cualquier amante de la fantasía y que disfrute simplemente con una buena narración.
Dejo un pequeño vine para que podáis ver cómo es el libro.

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