Debo decir, lo primero de todo, que este libro es el que más me ha gustado y sorprendido de toda la saga DIRTY AIR. En este tenemos como protagonista para cerrar el círculo a Santiago Alatorre, el hermano de Maya y compañero de Noah en Bandini. Pero no veremos al mismo Santiago, sino que nos encontraremos con un chico que se encuentra en su peor momento, estancado y no le gusta que la gente le ayude en nada. Incluida su propia familia.
Después de todo lo sucedido en un transcurso de años del que no sabemos nada, a lo largo de la historia nos vamos enterando de todo de una forma que te hará no soltar el libro en ningún momento. Por otro lado tenemos a Chloe, un personaje femenino completamente diferente a los que nos tiene acostumbrados la autora. Lo primero que llama la atención, es como se conocen y cómo ella le salva el culo de una situación que él odia en un segundo. El desarrollo de los dos personajes está muy bien guiado y consolidado, se ven los avances poco a poco como es en la vida real y esto da más veracidad al libro. A parte de todo esto, la historia de Chloe aporta muchísimos a la historia y te deja con ganas de seguir leyendo.
Otra cosa que me ha encantado es ver más del resto de los personajes, pero sobre todo de Noah y Maya. Estos dos están para Santiago en todo momento aunque él no quiera no solo porque se siente inútil, sino porque no quiere ser una carga para los suyos. Añado el papel del sobrino de Santiago, el único que le saca una sonrisa a su tío antes de la llegada de Chloe. Aquí vemos como la inocencia de un niño que trata a las personas sin pensar que están mal, es lo que muchas veces se necesita.
Poco más puedo decir de este libro, Lauren Asher es una autora que me encanta y en este libro ha demostrado el cómo ha evolucionado como autora al 100%. La forma en la que escribe te hace la lectura amena y te envuelve tanto que no quieres soltar el libro hasta terminarlo, Pero relajación, que ella nos deja un regalito en el capítulo extra que os va a encantar a todos.