Esta lectura, podemos decir, que es un relectura de cuando tenía 16 años, porque literalmente este libro es de 2013 y quería comprobar si seguía gustandome tanto como el aquel momento. La autora, Laura Gallego, es la autora nacional por la que empezé a leer por gusto después de estar tantos años harta de leer siempre en clases "La Celestina", "Cordeluna", "Don Quijote de la Mancha". Son lecturas que hoy en día me encantan porque me encanta releerme un buen libro clásico, pero si que es verdad que en esos momentos terminas un poco harta. Por eso, este libro es tan especial y quería ver si seguía siendo como lo recordaba.
Estamos ante un historia ambientada en un reino ficticio llamasdo Darusia donde la sociedad es bastante parecida a la edad media donde había maeses, terratientes, nobles despojados de su imagen...Lo diferente y lo importante de esta novela es la existencia de portales que te ayudan a viajar de un extremo a otro y esos son creados por los pintores de portales o maeses. En este caso todo empieza con nuestro protaonista Tabit que le encargan un portal en una zona que más alejada no podía estar, es su trabajo final para hacerse maese de forma oficial y está encatando porque tiene tantas ideas después de realizar los cálculos necesarios que vuelve a la academia dándole vueltas todo el rato. Pero todo cambia cuando cancelan su encargo y el Maese Belban desapareece. Nadie sabe donde ha ido o que le ha pasado, y aquí comienza una trama donde nadie sabe que pasa en la academia ni quien es el enemigo.
Tabit es un personaje muy calmado, un estudiante de primera que se esfuerza el que más, no da nada por sentado y es de los más formales de la escuela. Pero esto choca completamente con su compañera de clase Caliandra. Esta chica no tiene por qué pasarse horas estudiando, es pura intuición y eso no le gusta a Tabit. Piensa que no se merece tanto cómo él lo que consigue porque no se esfuerza por ello. Estos dos se presentan como candidatos para ser elegidos ayudante de Maese Belban, un profesor bastante excéntrico que lleva veintitrés años sin tener ningún estudiante a su cargo y no se le ha visto el pelo en todo ese tiempo. A estos tres personajes se unen Tash, un joven minero que escapa de Uskia cuando descubren su secreto y que conoceremos en las primera parte de esta historia, y Yunek, el campesino que encarga un portal para que su hermana pueda estudiar en la Academia y tenga mejor futuro que él porque sabe que ella tiene la capacidad que él no tiene.
El tema principal no es solo la desaparición del Maese Belba, sino también la ciencia de los portales y el cómo funcionan. Tambien trata temas como la diferencia de clases, la corrpución que hay en la sociedad (que raro ¿no?). La historia es adictiva y te engancha desde la primera página, pero los personajes... no terminan de encajarme del todo. Caliandra es un personaje completamente cabeza loca, pero no termina de conquistar. Y Tabit, te lo venden como el niño bueno y punto, no hay nada más. Esta historia es muy buena porque te mantiene pegado a las páginas con la intriga en unos niveles que no podrás para de leer, pero es verdad que a mi parecer falta evolución de los personajes y algunas tramas podrían estar más desarrolladas y profundizadas.
Aún así, sigue siendo una maravilla que todo el mundo se debería leer, un gran comienzo en la literatura juvenil y un libro muy entretenido que te mantendra con la cabeza encerrada en las páginas hasta el final.