Revista Cultura y Ocio

Reseña #201. Orfus: El ocaso de los Or'Uka, de Cosmin F. Stircescu

Publicado el 05 abril 2016 por Zeleza @AtardecBajoArbo

Reseña #201. Orfus: El ocaso de los Or'Uka, de Cosmin F. Stircescu

Una novela de ciencia-ficción muy interesante para los amantes del género, y para los que no lo siguen.

Como podréis ver en el listado de reseñas, el género de la ciencia-ficción (o como comenta Óscar Fábrega en el prólogo, ficción científica) no es algo que me atraiga mucho. No sé porqué, la verdad, cuando se acerca más a lo mío que la fantasía, pero desde siempre he preferido una espada a una pistola, un galeón a una nave espacial. A pesar de eso, decidí leer este libro, entre otras cosas atraído por la portada y contraportada y por lo del planeta en destrucción.

El libro comienza mostrando al lector la Última Ciudad del planeta de Orfus, un planeta en decadencia que está agotando los días de vida de sus habitantes, los Ok'Uka. En dicha ciudad se concentra la población superviviente de los cambios climatológicos para peor que está sufriendo el planeta. Pero no solo el peligro está fuera; una extraña mutación está haciendo que los bebes Or'Uka, que tienen una asombrosa capacidad de supervivencia (algo así como los animales salvajes), nazcan débiles e incapaces de valerse por sí mismos.

Komawa se acerca a la plaza, donde está la estatua de la dios Omn, desde la cual el rey Yrkuz pronunciará un discurso que cambiará la vida de todos los Or'Uka. Y sí, la portada es completa y absolutamente fiel al libro, así que si ya me gustaba antes de leer el libro, ahora se ha convertido en una de las mejores que he visto.

No quiero entrar más en el discurso del rey porque sería desvelar muchísimo, y no estoy por la labor. Es un libro cortito y es mejor que el lector lo descubra por sí mismo. Sí voy a decir que por motivos de estudios hasta el domingo noche no pude ponerme con él; no sé a qué hora me dormí, pero lo acabé en una noche. A pesar de su corto tamaño, da tiempo a que la trama gire, cambie y se retuerza numerosas veces, manteniendo al lector atrapado y con todos los sentidos puestos en el libro.

La escritura de Cosmin me ha gustado de verdad; clara, sencilla y con una gran capacidad de mantener la atención del lector -me asombró que la primera vez que levanté los ojos de las páginas fuese por la 132-.

Siendo una historia de ciencia-ficción, más concretamente una space opera, le podría haber metido términos raros o inventados, extensas explicaciones sobre extraños aparatos y demás, pero el no hacerlo le ha dado una agilidad tremenda a la narración a mi parecer. Lo que sí es cierto que las descripciones son muy detalladas, pero sin entorpecer la narración, muchas veces desarrollándose a la vez que ocurre la acción. En cambio, sí que he echado ligeramente en falta más descripciones de los "sentimientos" de los personajes. No son piedras, ni mucho menos, y por sus acciones, palabras o pensamientos se pueden entrever sus sentimientos más profundos, aunque sí que he echado en falta que alguno de esos profundos sentimientos saliese a la luz. Pero vamos, que esto no afecta en absoluto a la narración.

"-¿Y por qué no mostrarse tal y como sois?

-Porque entonces nos veríamos débiles. Los Or'Uka sois superiores físicamente a nosotros. Sois mucho más altos, más rápidos... En cuanto a inteligencia, vuestro cerebro tiene mayor capacidad que el nuestro. ¿Qué nos queda, pues, para que seres como Yrkuz nos traten como a iguales, y no como a una especie inferior? La respuesta es: nada. De ahí la máscara."

Voy a ser totalmente sincero. Lo que más me ha gustado, incluso más que el estilo narrativo de Cosmin, han sido las tres razas, o mejor dicho, las conexiones entre ellas. Para empezar tenemos a los Or'Uka, seres similares a los humanos pero bastante más grandes, más fuertes, con una capacidad craneal mayor, y cuya piel presenta varias tonalidades: rojo, verde, azul... Reconozco que durante gran parte del relato, cada vez que salían a escena un Or'Uka les ponía la apariencia de los draeneis del universo Warcraft, aunque realmente se parecen más a los na'vi de Pandora. Por otro lado están los nata'wu, una especie de alienígenas reptilianos bípedos, cuya "sociedad", aunque no se conoce mucho, me recuerda a los Ravagers, los contrabandistas de Los Guardianes de la Galaxia. Y por otro lado están los humanos, que habían llegado a Orfus hacía 20 años en busca de conocimiento y alguna cosita más.

En esta ocasión, los humanos ni son los mejores ni los peores, ni buenos ni malos; simplemente una extraños que han venido desde las estrellas, como los nata'wu. Entre las tres especies se crea un fino equilibro que puede romperse en cualquier momento dependiendo de las alianzas que se hagan. Citando un fragmento del libro: " Por suerte, los Or'Uka habían sido bendecidos con el don de la guerra. Eran los más poderosos y los segundos más numerosos. Tan solo los humanos contaban con más soldados que ellos, quienes poseían, además, la segunda mejor tecnología militar del planeta; pero su fuerza era incluso menor que la de los nata'wu [...]. ". Es decir, los humanos son los primeros en cantidad, los segundos en tecnología y los últimos en fuerza (en combate cuerpo a cuerpo); los Or'Uka era los primeros en fuerzas, y los segundos en cantidad, pero su tecnología militar est0á desfasada. Y los nata'wu, con una tecnología muchísimo mejor que los otros dos, son demasiado pocos para imponerse a los demás.

A pesar de que hay bastante personajes, de cada especie se conocerán a unos pocos con relativa profundidad. Son personajes variopintos, con cosas que aportar a la historia y de los que se puede sentir empatía u odio.

En la narración se plantea una interesante hipótesis sobre el surgimiento de la vida en la Tierra: que haya sido un cultivo artificial, que no vida no haya surgido por completo azar sino que haya sido algo provocado, la Panspermia, ya sea de forma involuntaria a través de los meteoritos o creada a conciencia. Es una hipótesis, sobre todo la primera parte, que está calando bastante en la comunidad científica.

A medida que transcurre la narración, Komawa pierde un poco el protagonismo en favor a los rebeldes, de los cuales se conoce el por qué lucha, centrándose en la figura del general. Tenía bastante miedo de que se acabase pareciendo a las tantas rebeliones distópicas que abundan actualmente, pero la verdad es que me ha gustado mucho. Luego está el tema de la mutación, que, sinceramente, no me esperaba que fuese a recorrer esos caminos: original y acorde con la novela, aunque me dejó una ligera sombra de incredulidad (hasta ahora, todo en la novela está narrada de tal manera que parece ser lo más normal del mundo).

El final es algo para echarle a comer a parte. No sé a ciencia cierta si me ha gustado o no. Es totalmente acorde y plausible por como transcurre la novela, no desentona en absoluto ni queda "ridículo", pero me ha dado una pequeña sensación de, quizás, ser algo precipitado. A lo mejor con unas cuantas páginas más hubiese quedado un final espectacular y memorable, pero, en cambio, lo que se tiene así es el final de la historia y el principio de una saga.

En resumen, una más que interesante novela, ágil, amena y quizás ligeramente corta, que plantea cosas distintas y originales al campo de la sci-fi, y de la que puede salir una muy muy buena saga galáctica. Recomendada tanto para los amantes de la ciencia-ficción como para aquellos que buscan algo ágil y corto con lo que evadirse del mundo.

Dejo el booktrailler de la novela.


Y aquí un vine para que veáis como es el libro.


Volver a la Portada de Logo Paperblog