Finales del Siglo XXII, la Tierra. Metrópolis de Kiqûit. La ingeniería genética y la aparición del útero artificial han dado paso a una nueva especie de humanos mejorados genéticamente: los hatoks. Las enfermedades no les afectan. La belleza les sobra. No se dejan manipular por los sentimientos que, entre otras cosas, hacen inferiores a los homo sapiens: por eso, no son capaces de enamorarse.
En esta novela autoconclusiva de ciencia ficción romántica, Núria Solanellas mezcla el humor con un world building increíble. La historia nos presenta a Numa, una humana que se hace pasar por hatok en la ciudad rascacielos de Kiqûi. Su vida es relativamente sencilla: con las pastillas que toma todos los días, puede adquirir la piel dorada y el pelo azulado de la especie superior que odia a los suyos. Pero sus comodidades desaparecen cuando un misterioso tatuaje aparece en su cuerpo y, de pronto, es buscada por las fuerzas de protección de la ciudad. ¿Qué pasa cuando su exnovio, un mestizo, reaparece en su vida? ¿Qué ocurre cuando el inspector Levy, un hatok que debería atraparla, se convierte en un aliado?
Esta novela mezcla el romance con el misterio y la acción en una combinación ligera y rápida de leer. También podréis encontrar el tropo del triángulo amoroso: aunque debo confesar que no suele ser mi dinámica preferida, me ha gustado mucho cómo está tratada, así como también el final de la historia. Además, ha habido varios giros que me han sorprendido. Tengo que destacar que, aunque esta novela tiene un humor y un world building brillantes, también me ha encantado todo el mensaje referente al amor que la autora va construyendo a lo largo de la novela: ¿es esta emoción una fortaleza o una debilidad a erradicar?
En definitiva, me parece una novela perfecta para comenzar a leer el género de la ciencia ficción romántica (mi favorito) y os la recomiendo totalmente si, además, queréis leer una historia que os haga reír, enamoraros, y emocionaros con los giros de un misterio que podría cambiar las reglas del mundo.