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Reseña #240. Orlando Vengador: Chispa de noviembre, de Rubén Fonseca

Publicado el 10 enero 2017 por Zeleza @AtardecBajoArbo

Reseña #240. Orlando Vengador: Chispa de noviembre, de Rubén FonsecaChispa de noviembre

Serie Orlando Vengador I

Sinopsis

En una ciudad donde los caballos mecánicos tiran de pomposos carruajes, las motos no llegan a tocar el asfalto y las guerras de bandas se disputan las oscuras calles, surge Orlando, el vengador enmascarado. Un misterioso héroe, demasiado cercano a Lady Violet, que prefiere pelear a capa y espada que con potentes armas eléctricas. Pero ¿quién se oculta tras la máscara de Orlando?

Eso se pregunta tanto la banda del temible William O'Shea como el inspector Wallace. Parece que todo confluye en un punto: la mansión de Lady Conrad. ¿Se habrá traído Lady Violet un asesino, un protector, de sus viajes por Italia y España? ¿Acaso es su amante?Una cosa está clara, Orlando solo responde a su propio código moral. No duda en desafiar a la policía y a las mafias por la justicia. Los obreros se revuelven contra su yugo, una nueva y poderosa banda con extrañas armas se organiza en secreto... la nobleza está más amenazada que nunca. ¿Conseguirá Orlando imponer la paz y la justicia en la ciudad? ¿Conseguirá proteger a Lady Violet?

Interesante primera parte de una aventura en formato bolsilibro, pero esta vez no es "Espada y Brujería", sino más bien de corte "dieselpunk".

Me reafirmo en que pocas lecturas son tan convenientes para la época de exámenes que los bolsilibros, donde lo que prima es la acción y se alejan de elementos que entorpezcan la agilidad de la historia. Son lecturas que generalmente se acaban en el día y son perfectas para desconectar, dejando a la mente descansar.

Bueno, entremos en materia. La acción se sitúa en Collieridge Road, una ¿ciudad? en alguna parte de Inglaterra. El mundo de la historia es muy peculiar: caballos mecánicos tiran de los carros, las pistolas lanzan bolas de electricidad, las motos no tocan el suelo, parece que no hay televisión ni internet -usando la radio para mantenerse informados- pero sí comunicadores electrónicos, donde las mafias y la clase obrera recuerdan mucho a las de los siglos XIX y principios del XX. Por no mencionar la prisión de Chesire, creada para enloquecer a los presos.

Esta es, en esencia, la historia de Orlando, un vengador enmascarado italiano, vestido a la española (es decir, sobrero de ala ancha, capa, jubón), que prefiere una espada -toledana a juzgar por el dibujo de Orlando de la última página- y puñales antes que las armas eléctricas. Orlando se enrola en una venganza personal, en la que está involucrada Lady Violet Conrad, pero, además, posee unos planes mayores. Aunque quizás no salga todo como se propone.

Ya en las primeras páginas se conocen las relaciones entre los personajes, por lo que no puedo adentrarme mucho en esto.

Orlando es un joven sin más código moral y ética que los suyos propios. Desafía, se ríe y engaña a quién quiere para salirse con la suya, dando igual que sea la inoperante policía como las mafias. Sus métodos no son los más justos, pero sí que son efectivos. Es un personaje con muchos matices, que recuerda a El Zorro; no se sabe cómo va a actuar o por dónde va a salir o con quién hará una alianza, con un pasado un tanto difuso.

Usando una palabra que está de moda gracias a Marvel, Orlando es un antihéroe.

El tema de la identidad es una constante en la historia. Y en la última página se conoce qué libro ha influenciado para la creación de Orlando.

Reseña #240. Orlando Vengador: Chispa de noviembre, de Rubén Fonseca

"-Yo no soy el criado de nadie. Soy un viajero sin tierra, no tengo familia ni nadie a quien querer. Soy el dueño de mi propio destino y me parezco más a vosotros que a Lady Violet. Puedo ayudaros, enseñaros a pelear y sobrevivir al día de mañana. Pero si queréis que me vaya, solo tenéis que decirlo y podréis morir [...]."

Por otra parte tenemos a Lady Violet, al mayordomo Orson y a su nieta Diane, al inspector Jason Wallace, los mafiosos, los revolucionarios... Personajes completamente definidos y con un papel concreto en la historia, donde curiosamente se conoce más de la psique de los mismos que de su aspecto.

Eso sí, la nueva mafia es algo que espero conocer en siguientes entregas, porque la verdad que me ha quedado algo anonadado.

Si me aventurase a definir la historia en una palabra, esta sería caótica.Es una vorágine de acción, de giros inesperados y cambios en la trama,de situaciones de peligro, yendo Orlando de lío en lío, aunque no tenga a priori nada que ver él.

El ritmo en ningún momento decrece, siempre pasa algo importante para la historia -es lo que más me gusta de los bolsilibros: no hay nada vacuo ni de relleno-. Y también ayuda esa atmósfera propia de las novelas sobre mafias del siglo XX en la que el lector se sumerge intentando atar todos los cabos.

En cuanto a la manera de narrar de Rubén Fonseca, realmente me ha gustado mucho. Sin florituras, con un estilo directo, es capaz de atrapar al lector. Además, ha sido capaz de darle a cada personaje una forma de hablar, de expresarse, que no siempre es fácil ni queda bien. Está todo perfectamente hilvanado, y no parece metido a presión, si bien eso no significa que esté todo claro.

Por otra parte, la narración está en tercera persona, con un narrador omnisciente.

Y como regalo del autor, la historia está aderezada con dibujos que ilustran determinadas partes de la historia.

Y de lo que puedo quejarme es de cómo termina. El final ha sido cortado bruscamente, y es algo que no me gusta. Entiendo el porqué, incluso reconozco que le viene bien a la historia para que el lector se abalance a por la segunda parte. Pero no es algo que me guste.

A modo de conclusión, una historia ágil y dinámica, que hará las delicias de los amantes de las aventuras y del steampunk (o dieselpunk, en este caso).


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