Revista Cultura y Ocio

Reseña #248. Buscando a Alaska, de John Green.

Publicado el 25 febrero 2017 por Zeleza @AtardecBajoArbo

Portada del libro Buscando a Alaska, de John Green, en la que en un fondo negro con letras del título en azul, hay una margarita con un pétalo deshojado.Buscando a Alaska


Traductora: Cecilia Aura Cross
Editorial: Nube de Tinta
Páginas: 304
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788415594444
Precio: 14,20€
Sinopsis
Antes: Miles ve cómo su vida transcurre sin emoción alguna. Su obsesión con memorizar las últimas palabras de personajes ilustres lo lleva a querer encontrar su Gran Quizá (como dijo François Rabelais justo antes de morir). Decide mudarse a Culver Creek, un internado fuera de lo común, donde disfrutará por primera vez de la libertad y conocerá a Alaska Young. La preciosa, descarada, fascinante y autodestructiva Alaska arrastrará a Miles a su mundo, lo empujará hacia el Gran Quizá y le robará el corazón...
Después: Nada volverá a ser lo mismo.
Buscando a Alaska es la novela debut de John Green, autor de Bajo la misma estrella, con la que se granjeó de la noche a la mañana el reconocimiento de lectores y críticos. Miles, un joven que busca su destino, y Alaska, una chica perdida en el laberinto de la vida, se enfrentan a preguntas intemporales: ¿qué significado tiene nuestra existencia?, ¿podemos llevar una vida plena tras vivir una tragedia sin resolver?
Reseña
Un libro con dos partes emocionalmente antagónicas.
John Green nunca decepciona. Cuando me leí Bajo La Misma Estrella lloré muchísimo, me enfadé con la vida, sentí que todo era demasiado frágil y que no debíamos perder las oportunidades… me gustó tanto y se quedó tan dentro de mí que cuando me enteré que este autor tenía otros libros enseguida hice una búsqueda. Buscando a Alaska me llamó la atención por su sinopsis y me atrapó como pocos libros lo han hecho.
La historia es una historia de crecimiento personal. Miles no le encuentra sentido a su vida, está vacío y no ve motivos claros para seguir, así que decide ir al internado donde estudió su padre a encontrar algo que le motivase. Y lo encontró. Encontró la fuerza desgarradora de Alaska, un personaje que me fascinó por sus ideas, su autodestrucción, su claridad, su fuerza demoledora. Miles cambia mucho a lo largo del libro debido a que la vida le fuerza a cambiar. Pasa de ser un muchacho sin fuerzas a tener que enfrentar un millón de emociones juntas. Creo que esto es algo que me encantó, porque no solo Miles tuvo que afrontarlas, yo también. Sentí todo lo que él sintió y tuve que ordenar mis sentimientos de la misma forma que él lo hizo. Fue duro, y lloré, y quise lanzar el libro a la pared por hacerme un manojo de emociones incontrolable. Pero esa es la magia de John Green. La capacidad de sacar todos tus puntos débiles, ponerlos frente a ti y desafiarte a afrontarlos todos sin la opción de prepararte antes.Os dejo algunas frases que me hicieron pensar mucho: «Ese es el misterio ¿no? ¿El laberinto es vivir o morir? Pero ¿de cuál está tratando de escapar? ¿Del mundo o del final del mundo?», «No quiero ser una de esas personas que se sientan y hablan de lo que van a hacer. Simplemente voy a hacerlo. Imaginar el futuro es una especie de nostalgia», «Te pasas toda la vida encerrado en el laberinto pensando en cómo vas a escapar de ahí y lo fabuloso que será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca escapas. Solo utilizas el futuro para escapar del presente», «Llega el momento en el que nos damos cuenta de que nuestros padres no pueden salvar ni salvarnos a nosotros, que a todos los que navegan por el tiempo, tarde o temprano, la corriente los arrastra hacia el mar, y que, en pocas palabras, todos nos vamos».
Pareja de chico y chica tumbados en el campo, haciendo un corazón con las manos.
«Las personas fueron creadas para ser amadas. Las cosas fueron creadas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos, es por que las cosas están siendo amadas y las personas están siendo usadas.»
Buscando a Alaska es una historia sentimental, cruda, real, que habla de la muerte, y del sentido de vivir, del futuro, de la autodestrucción y de la amistad. De cómo algunas personas pueden hacernos sentir que lo tenemos todo y de cómo la vida puede demostrarnos de diez mil formas que en realidad nada es seguro.
Por otro lado, este libro también tiene unas pinceladas dulces. La forma de Miles de amar y admirar a Alaska es simplemente mágica. Él necesitaba algo que lo sacase de su burbuja, que le hiciese crecer, replantearse sus metas y continuar adelante, y ella se encargó de eso. No es una historia de amor dulce, llena de frases hiperglucémicas, pero es una historia de un amor que te puede hacer volar o caer en picado. Entendí mucho a Miles cuando hablaba de Alaska porque yo me sentí igual, la admiré, la quise, la odié por su fuerza y su forma de ver las cosas, esa forma tan cruda y tan realista, quizá algunas veces demasiado pesimista. No hay palabras que expresen suficientemente bien como Miles ve a Alaska, pero os dejo un adelanto: «Así que regresé a mi habitación y me dejé caer sobre la litera, pensando que, si las personas fuera lluvia, yo sería llovizna y ella, un huracán», «No era lo suficiente ser el último hombre que ella había besado. Quería ser el último que ella amara. Y sabía que no lo era. Lo sabía y la odiaba por eso.», «Nunca quise ser todo en tu vida. Solo tu parte favorita.», «Yo era un aburrido sin remedio y ella era fascinante hasta el infinito», «Tenía el tipo de ojos que te predisponen a seguirla en cualquier proyecto».
La historia está organizada en dos partes: El Antes y El Después. Ya sé que os estaréis preguntando qué es lo que pasa en medio, pero para saberlo tendréis que leer el libro. Solo os diré que El Antes está lleno de risas, de momentos buenos mezclados con algún momento un poco más triste, pero en general es el lado positivo de la historia. En cambio el Después es triste, es llanto, es dolor, es una destrucción demoledora. Así que os recomiendo que compréis muchos pañuelos. El contraste de estas partes es lo que hace este libro tan especial y tan duro. Ambas partes pasan a un ritmo adecuado, ambas están llenas de lecciones, de sentimientos, de momentos que recordarás siempre, ambas con la magnífica forma de escribir de John Green. Ambas igual de bonitas. Porque también hay belleza en el dolor.
En resumen, si os consideráis unas personas fuertes como para resistir el afrontar tantos sentimientos juntos, os lo recomiendo. A veces va a doler pero os va a gustar, o al menos, a mi me gustó muchísimo. Me ayudó a pensar sobre muchas cosas y a conocerme un poco mejor. Es un libro muy especial, muy duro, y sobretodo, muy crudo. Pero es especial, y es uno de esos libros que merecen la pena ser leídos. Ojalá le deis una oportunidad. Nos leemos en la siguiente reseña!

Volver a la Portada de Logo Paperblog