Revista Cultura y Ocio

Reseña #249. Caraval. de Stephanie Garber

Publicado el 02 marzo 2017 por Zeleza @AtardecBajoArbo

Portada de Caraval de Stephanie Garber, en el que en un fondo azul marino, hay una estrella de quince puntas en azul claro brillante, con puntos blancos, y las letras del título en blanco están entre las puntas.Caraval

Bilogía Caraval I
Traductor: Julio Hermoso
Editorial: Planeta
Páginas: 432
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-84-08-16923-9
Precio: 17,90 €
Sinopsis
Recuerda, sólo es un juego… Scarlett Dragna nunca ha abandonado la pequeña isla en la que ella y su hermana Tella viven bajo la vigilancia de su estricto y cruel padre. Desde hace años Scar sueña con asistir a la celebración anual de Caraval, unos legendarios juegos que duran una semana y en los que la audiencia participa para ganar el Gran Premio. Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que está a punto de casarse con un hombre al que nunca ha visto, Scar cree que su sueño nunca se cumplirá. Pero justo dos semanas antes de la boda recibe las tan ansiadas invitaciones a los juegos. Sin embargo, una vez allí nada sale como espera: Legend, el Maestro de Caraval, secuestra a Tella y Scarlett se verá obligada a entrar en un peligroso juego de amor, sueños, medias verdades y magia en el que nada es lo que parece. Real o no, sólo dispone de cinco noches para descifrar todas las pistas que conducen hacia su hermana, o ésta desaparecerá para siempre…
Reseña
Una novela donde distinguir lo real de lo irreal es parte de su encanto.
Caraval es una mezcla tan curiosa como original. En la primera página tiene un comentario que es de lo más acertado: «Es como si Alicia en el País de las Maravillas se desarrollase en los escenarios de Los Juegos del Hambre». Es muy curioso porque a mí me dio la misma sensación -no me di cuenta de los comentarios hasta que busqué quién era el traductor-. Pero también tiene elementos propios de una novela policíaca. Al fin y al cabo, ¿la meta no es encontrar a su hermana gracias a pistas?
El lector se adentrará en un mundo que a mí me ha parecido original si lo comparamos con las tendencias actuales. Nada es real, nada es lo que parece, ni siquiera las personas, pero todo parece tan real que no hay manera de discernir lo que es ilusión de lo que no.No hay luchas a espadas, ni varitas mágicas, ni dragones. No. Lo que hay es un mundo creado a base de ilusiones, un mundo hecho para divertir  a los participantes del concurso a la par de llevarlos a esa fina línea que separa la cordura de la locura.
Podemos decir que hay como dos escenarios. Primero está el real, lo que no pertenece a Caraval. Un mundo «atrasado» que podría estar entre muchas fechas ya que no comenta nada que sea propio de cada época. Caraval, por la formas de sus vestidos -con corsets, enormes vestidos de cola, los fracs, los polisones...- y los escenarios de los salones, las habitaciones y tal, a mi me recordaba a los escenarios de novelas y películas ambientadas en el s. XIX.
La obra está dividida en partes, y estás partes en capítulos, con un total de 42. Quitando la primera, que narra todos los acontecimientos hasta llegar a Caraval, cada parte de las restantes es lo que ocurre durante cada noche -porque por el día no pueden concursar-. Y al final hay un epílogo que deja muchas preguntas sin resolver y lo que parece que será el inicio de la continuación.
En cuanto a los personajes, los tenemos de dos tipos. Los que siempre son como son, sin cambiar su forma de ser ni de evolucionar, como puede ser el padre de Scarlett y Tella, Legend, incluso Scarlett, que permanece fiel a sus principios y solo evoluciona en el tema romántico. Luego hay personajes que no sabes como cogerlos porque hacen y dicen cosas distintas, como Julián, Dante, y muchos de los personajes dentro de Caraval. Lo que sí es que están todos muy bien caracterizados, perfectamente definidos en cada momento, aunque luego no sean quienes no dicen ser.
Garber nos regala una lectura fluida, atractiva y carente de complejidad. Una lectura que va envolviendo al lector como si de una araña se tratase, no dejándole alejarse de las páginas.Y en esa capacidad para mantener al lector pegado al libro tiene su importancia algo que no se suele encontrar mucho: el ensayo el error. Los protagonistas no son unos fieras que averiguan todo a la primera -aunque me ha llamado la atención que no lo hayan dejado todo para el último segundo-. Fallan, se confunden, toman callejones cortados y hasta suponen mal. Eso, junto con la atmósfera de irrealidad de la narración, hace que el lector no sepa que va a pasar, cuál es la realidad, y seguirá leyendo porque necesita conocer los siguientes acontecimientos. Pero peor será cuando el argumento, gracias a cómo está construida la historia, empiece a cambiar, perfectamente hilvanado y sin parecer forzado, para que ni el mismo lector sea capaz de sacar una conclusión clara. Yo debo decir que en todas mis suposiciones, solo acerté en una y me acerqué a otra. Lo demás... bueno, ni de lejos.También hay que mencionar que sobre la mitad hay un pequeño lapso en el que la historia es como si se repitiese, ya que no hay giros argumentales, bajando un poco esa capacidad captora. Pero se recupera de nuevo gracias a los sucesivos cambios en la historia.
Imagen en el que un chico está subido a unas rocas y puede contemplar diferentes paisajes desde ellas, un mar en tono naranja por el atardecer y verdes campos de cultivo.
«-Aun así, el futuro suele ver con claridad incluso esas cosas que podrían alterar nuestro curso -prosiguió Nigel-. No es el destino, sólo es el futuro, que observa lo que nosotros más anhelamos. Toda persona tiene la capacidad de cambiar su destino si tiene la suficiente valentía para luchar por aquello que desea más que cualquier cosa.»
En cuanto a las descripciones, la novela presenta un alto grado de detalles, sobre todo a la hora de describir los vestidos y los escenarios en Caraval, aunque sigo sin poder crear en mi mente algunos concretos. Quizás me ha sobrado un poco los detalles de tantos vestidos, pero bueno, no han incordiado para nada el trascurso de la historia. 
En cuanto a las descripciones psicológicas de los personajes, se definen sus formas de ser gracias a sus actos, más que a lo que dicen, por lo que se puede sacar un perfil claro. Así que hay que estar atentos a todas las pistas.
El concepto de magia que aparece en Caraval me ha encantado. No todo tiene que ser hechizos y maldiciones. Aquí se juega con la ilusión, y con otro tipo de magia, representada en los deseos y en la muerte, propia del lugar. Por ese acierto solo puedo decir chapeau.También las formas de pago me han gustado mucho, ya que pagar con secretos, tiempo de vida, pensamientos profundos... es algo que no había visto. No sé, algo curioso que ha enriquecido a la historia, porque es importante para ella, y que va más allá del corriente oro o favores.Estás cositas, para mí, son un soplo de aire fresco a un género bastante encasillado y en el que todo, o casi todo, está prácticamente inventado.
¿Qué es lo que más me ha gustado de esta novela? La narración, sin lugar a dudas. La he leído en tres momentos en dos días: el lunes por la noche hasta la página 100; martes por la noche hasta la 326; y miércoles por la mañana hasta el final. Tres momentos en los que creía que controlaba el tiempo, peor no era así. Para haceros una idea, dejé el libro a las 6:32 de la mañana del miércoles y lo retomé a las 12 y poco.
Por contra, puedo mencionar un par de cosas que no me han gustado. Hasta el concurso, los personajes tenían un halo de perfección que no me gustaba nada. Incluso la «cabra loca» de la hermana de Scarlett, en su infinita conducta impulsiva, parecía perfecta. Lo bueno es que luego eso desaparece. Y la otra es lo insufrible que me pareció Scarlett en determinados momentos, sobre todo en los relacionados a la hora de buscar a su hermana -pero no todos-. Aunque bueno, quizás eso le de un toque de realismo a la historia.Por lo demás no tengo absolutamente nada de lo que quejarme. 
Como conclusión, una novela bastante diferente que atrapará al lector entre sus páginas, donde la magia se mezcla con el amor y la traición. Y os garantizo, sufriréis en vuestra mente lo mismo que Scarlett: ser incapaces de distinguir qué es real en la historia y qué no lo es. Recomendado a lectores que disfrutan de las novelas mágicas y con un toque de misterio.

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