Salem, Massachusetts, es la ciudad en la que tuvieron lugar los infames juicios contra las brujas, y también es el nuevo hogar de Samantha Mather, que recién llegada de Nueva York junto a su madrastra, no es recibida precisamente con los brazos abiertos. Sam es descendiente de Cotton Mather, uno de los responsables de aquellos juicios y, casi de inmediato, se convierte en la enemiga de Las Descendientes. Y adivinad quiénes fueron sus antepasadas...
Por si eso fuera poco, Sam se enfrentará cara a cara con un fantasma de verdad (aunque sea alguien técnicamente muerto). Atractivo y con mal genio, quiere que Sam deje de tocar sus cosas. Además, Sam descubrirá pronto que ella misma es el centro de una maldición centenaria que afecta a todo aquel que tiene alguna relación con los juicios. Así se cuelga una bruja era un must read de este año. No podía dejarlo pasar. Simplemente, no podía. Adoro demasiado a las brujas, siempre he creído en esas cosas y me encanta todo lo que tenga que ver con conjuros, hechizos, pociones, etc.
Me vais a llamar bipolar, pero aún habiendo salido en español decidí leerlo en inglés para ampliar el vocabulario sobre la witchcraft y oye...¡no me arrepiento de haberlo hecho! Disfruté de la historia un montón y la entendí en su totalidad a pesar de que algunos términos referentes al mobiliario tuve que buscarlos por mi amigo el señor Google.
Adriana Mather cuenta la historia de una chica llamada Samantha, descendiente de uno de los responsables de los juicios de brujas que hubo en Salem hace siglos, Cotton Mather. Lo curioso de la historia no es que no sea la típica historia de chica descubre que es bruja, sino que en gran parte, está basado en hechos reales. La autora es una de las descendientes de Cotton y en su familia se ha decidido mantener la tradición familiar contando historias de los antepasados de generación en generación.
La historia en sí me ha parecido una pasada, está super bien construida y todo está hilado. La autora ha sabido cómo hacer que todas las piezas encajen y explicar aquellos misterios escondidos en tan solo trescientas ochenta y cuatro páginas. Para ello, ha hecho que la trama transcurra muy rápido, en ocasiones puede ser hasta fatigante, porque te da la sensación de que has leído como doscientas páginas y en realidad llevas solo sesenta. Pero he de decir que esa velocidad merece la pena.
De los personajes tan solo voy a destacar a tres, la señora Meriweather, Jaxon y Elijah, que han sido mis favoritos de toda la historia. La señora Meriweather es ES-TU-PEN-DA, le cogí demasiado cariño a lo largo de la historia y de verdad, ojalá tener una vecina así, iba a engordar unos cuantos kilos, pero merecería la pena, jaja. Por otra parte Jaxon me ha parecido un personaje secundario bastante paciente, es ese boy-next-door que todas queremos. Y por último de Elijah tengo que decir que toda la trama que le corresponde -y es mucha- me ha hechizado, me ha parecido tan bonita, pero tan bonita, que solo puedo decir, wow.
Aunque Así se cuelga a una bruja pertenece a una saga, o algo así, todavía no lo tengo muy claro, he de dejaros claro que esta historia tiene un final cerrado, así que lo podríais leer como autoconclusivo sin problema. Hay rumores por ahí de que las segunda parte de la saga tiene que ver con el Titanic así que tengo curiosidad por ver cómo enfoca la autora esta nueva ambientación y las sorpresas que nos puede traer.
¿Y vosotros bigotudos? ¿Lo habéis leído? ¿Está en vuestra lista de pendientes? ¿Cuál es vuestro libro de brujas favorito? ¡Contadme!