Título: Los viajes de Gulliver
Título original: Gulliver’s Travles
Autor: Jonathan Swift
Año de publicación: 1726 (2016 esta edición)
Editorial: Penguin Clásicos
Nº de páginas: 252
Los clásicos no son lo mío. Esto ya te lo he contado alguna vez. Supongo que no he encontrado el libro correcto, aunque también puede ser que la forma en que me acerco a ellos no sea la más adecuada. Es posible que los empiece con reticencias y eso no puede ser bueno. Sea como sea, al comenzar con este blog, pensé que leer estos libros con mi madre haría más sencilla la lectura. Pero lo cierto es que no parece que atinemos con las elecciones…
Para septiembre elegimos “Los viajes de Gulliver”, un libro en el que Lemuel Gulliver narra sus aventuras viajeras. Es una historia más o menos conocida por todo el mundo, ya que se han hecho películas y series sobre ella, pero de la que yo no estaba tan bien informada como pensaba. Como digo, tenemos a Gulliver, el protagonista, que cuenta que primero fue cirujano, pero que luego acabó convirtiéndose en capitán de barco. Y le pasa cada cosa…
El libro está dividido en cuatro partes y en cada una de ellas descubriremos un lugar diferente al que Gulliver va a parar. La cuestión es que estos lugares no son como los que conocemos, sino que tienen una característica (o varias) que los hacen únicos. Y a las que el protagonista tendrá que buscar la forma de adaptarse.
No ha sido nuestra mejor elección leer este libro. En mi caso, porque la historia se me ha hecho pesada y poco interesante. Y en el de mi madre, además, porque esperaba algo más parecido a las adaptaciones que había visto. Sé que este libro tiene un trasfondo, que el autor quiere decir más cosas de las que parecen a simple vista (o eso creo), pero nosotras no hemos sido capaces de llegar tan lejos. Y quizá esto sea por lo que comentaba al principio: la forma en que llego (o llegamos) a la lectura.
Uno de los mayores problemas que hemos tenido al leer este libro ha sido la dificultad para encontrar la motivación para seguir. Personalmente, tenía que obligarme a leer y creo que eso (unido a otras cosas) me ha metido en un pequeño bache lector. Creo que la forma en que está escrito hace pesada su lectura. Es normal que un libro de viajes tenga descripciones, pero creo que aquí son demasiadas. O quizá sea por la forma en que están escritas. Para serte sincera, no tengo muy claro a qué se debe en realidad. Aunque una cosa sí que sé: Gulliver me ha parecido un poquito pedante con tanto presumir de su facilidad para aprender idiomas y demás. Eso me ha puesto un poco “en contra” del personaje, al igual que su obsesión por volver a la mar con todo lo que había vivido ya. ¡Qué insistencia!
Algo que me ha parecido un error, pero que no se le puede achacar al autor, sino a la traducción, es el tema de las medidas. Sin entrar en detalles, todo el mundo debe haber escuchado ya a estas alturas hablar de los Liliputienses. Pues bien, tanto en esa parte como en la que le sigue, el tema de las medidas y las proporciones es importante para poder hacer una idea de lo que el narrador describe. El problema es que todo está en pulgadas y yardas y se mencionan muchas medidas. Y digo yo: ¿no podrían haber hecho las conversiones al traducir la novela?
En el fondo, me da pena que no haya salido bien esta lectura. Tenía ganas de hacer una reseña positiva. Pero bueno, así han venido las cosas. Lo bueno es que nos ha abierto la puerta a replantearnos estas lecturas que hacemos o, mejor dicho, la forma en que las hacemos. En octubre vamos a tomarnos un descansito para dedicar tiempo a otras historias que queremos leer individualmente. Pero de cara a noviembre vamos a organizarnos lecturas cada dos meses, dejando margen para lecturas más largas, pero también para descansos. A ver cómo funciona esa nueva fórmula…
En resumen…
– Lo mejor -> No hay mucho positivo que pueda destacar.
– Lo peor -> El chasco por una lectura de la que esperaba más.
– ¿Lo recomiendo? -> En principio no, aunque creo que este libro puede tener un trasfondo interesante que no hemos sabido interpretar. En ese caso, quizá sí que te animaría a que lo leyeras si realmente te llama la atención.