Años queriendo leer este libro y por fin lo he conseguido (las ofertas de Amazon me están dando para mucho). En fin, que tanto hype, tanto hype que... ha merecido la pena evidentemente. Es un gran libro con un gran mensaje que creo que todos los niños deberían leer. Es una historia muy sencilla contada a través de personajes de 10 años creo (el sistema educativo fuera del español me confunde), así que es muy ligera y sencilla de leer. Está dividido en ocho partes contadas por diferentes personajes. Tres de ellas las cuenta August, como buen protagonista, donde nos adentramos en sus pensamientos y en sus conflictos internos con su aspecto físico y con el comportamiento de los demás hacia él. Es plenamente que no es un niño normal, pero tiene preocupación de niño normal. Solo quiere sacar el curso adelante y hacer algún amigo.
Una parte nos la narra Via, la hermana de August, y en ella vemos un poco la vida siendo parte de la familia de August. Via adora a su hermano y le quiere por encima de todas las cosas, pero a veces le gustaría ser más que un planeta en la sistema de August. Tiene sentimiento muy normales a cerca de su hermano y su situación familiar. Conectas mucho con el personaje y con todo lo que le pasa. Acaba de empezar el instituto, sus amigas la ignoran y su madre no parece tener tiempo para ella. Solo quiere un sitio que sea suyo y lo encuentra al lado de Justin.
Justin, el novio de Via, nos narra también otra parte de la historia. Si bien creo que es de las menos interesantes, nos aporta el lado de alguien completamente ajeno al mundo de August y que lo conoce por primera vez cuando este ya es mayor. Creo que el papel principal de Justin es el de dar apoyo moral a Via y ser el mayor defensor de mi pequeño Jack Will.
Jack Will y Summer, los mejores amigos de August, cuenta cada uno una parte de la historia. Por un lado, Summer se acerca a August solo por ser amable; pero acaba encontrando a un gran amigo en él al que no quiere dejar ir. Jack Will es el que más tiene que perder siendo amigo de August. Es popular y lo sabe y quiere mantener ese estatus. Sin embargo, August es su amigo y le tiene mucho cariño. Me encanta este personaje porque lo veo el más real de todos; ya que no es perfecto sino que está lleno de matices y de conflictos internos.
El último pedazo de la historia lo narra Miranda, ex-mejor amiga de Via, que es extremadamente popular en el instituto. Su papel es demostrar que la popularidad no lo es todo, que los amigos de verdad son más importantes que cualquier cosa y que hagas lo que hagas esos amigos siempre te van a perdonar. Es la típica adolescente y eso es lo que me gusta de ella, que está perdida y no sabe como encontrar el camino de vuelta a casa.
Este libro es, sin duda, muy bonito y necesario. Creo que debería ser de lectura obligada para todos. La lección de August no es otra que la amabilidad, la compasión y la amistad. Sin embargo, otro mensaje que creo que hay que destacar es que los padres juegan un gran papel en que los hijos sean buenas personas. Los niños no son malos por naturaleza, no discriminan por naturaleza; somos los adultos los que los corrompemos.
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