Después de algún problemilla con la reseña del último capítulo de Agents of S.H.I.E.L.D., hoy volvemos con el análisis del último episodio emitido, titulado Closure y correspondiente al número nueve de esta tercera temporada.
Este ha sido un capítulo cargado de tensión y emociones desde el comienzo, donde el reparto coral se orienta en una sola dirección. Aunque hay que destacar la importancia de los dos grandes protagonistas de este episodio: Coulson y Ward. El episodio gira en torno a las emociones de las personas, esas emociones que a veces nos hacen cometer locuras y que a veces nos impulsan a realizar actos que no nos atreveríamos a hacer sin ese empujón de moral. Si bien es cierto que nuestros sentimientos son el motor de nuestros impulsos, en este caso, todos, absolutamente todos, los actos de este episodio están impulsados por una u otra emoción que destaca más que en cualquier otro capítulo.
Empezando por el suceso con el que arranca el episodio, ya sabéis que a partir de aquí se avecinan spoilers, la muerte de Rosalind a manos de Grant Ward. Después de unos cuantos capítulos jugando con nuestras emociones, ahora que al final sabemos de qué palo iba la directora de la ATCU y empezábamos a apreciarla y a adorar su relación con el bueno de Coulson, llega Ward y nos arrebata al personaje de un disparo. Pero el gatillo no lo apretó el personaje de Brett Dalton, sino su ira y su sed de venganza. Una de las emociones más poderosas del hombre. Pero no nos engañemos, la muerte de Rosalind era igualmente necesaria. Su relación con Coulson no podía avanzar tal y como estaban las cosas. Ella debía seguir en ATCU y él en S.H.I.E.L.D. Un amor harto complicado, si no imposible, que no podía acabar bien. Pero en lugar de recurrir a suicidios por amor era más fácil ventilar el problema de un disparo. Y es que esto nos provoca la segunda emoción que regirá el resto del capítulo y, con suerte, los próximos también: la ira de Coulson. Si bien es cierto que Ward se cobija en la excusa de la muerte de la Agente 33 para argumentar su odio hacia S.H.I.E.L.D., todos sabemos que el ex agente de S.H.I.E.L.D. no entiende mucho de amor y que la muerte de su amante no es algo que le doliera excesivamente. Los motivos de Ward no dejan de ser la locura y sus problemas derivados de una dura infancia. En cambio, ahora vemos nacer en Coulson esa misma ira y no podemos evitar preguntarnos si le conducirá por el mismo camino.
Y es que Coulson abandona su faceta de director amable y simpático para sacar su lado más oscuro. Ward se ha convertido en una prioridad y hay que sacarlo de su escondite. Y si es con los pies por delante, mejor. Las acciones de Coulson vienen impulsados por ese rencor acumulado durante tantos meses y que ha terminado de brotar con la muerte de Rosalind. Y como cualquier arrebato de ira, este también tiene sus consecuencias. Coulson ha acabado al otro lado del famoso portal en su búsqueda de Ward y nos tocará esperar a ver como estos dos personajes que tanto odio se han cogido resuelven sus diferencias.
Otro personaje que le tiene ganas a Ward es Fitz. El pobre hombre lleva dos temporadas sufriendo lo insufrible y, para colmo, ahora tiene que atravesar un portal a un planeta asesino. Y, ¿cuál es la emoción que le lleva a cometer semejante locura? El amor. Según muchos, el mayor de los sentimientos. A pesar de las falsas esperanzas que nos depositó ese rápido beso entre Fitz y Simmons hace unas semanas, parece que el pobre hombre seguirá atrapado en la Fitz-zone (chiste de la casa). Ay, el amor. Cuánto daño le hace a nuestro querido Fitz, pero qué bien nos viene a los espectadores. Y es que la semana que viene se emitirá el último capítulo del año antes de un parón que durará hasta marzo (siento haber sido yo quien te lo dijera). Pero todo apunta a que este episodio será espectacular. Su título, Maveth, ya ha sido nombrado en el episodio de hoy, y hace referencia al portal y al ser del otro lado. Con Fitz, Ward y Coulson al otro lado del portal, y con ese título, podemos esperar grandes cosas para la semana que viene relacionadas con Will y ese desconocido ente.
Esperemos que en este capítulo podamos ver, en mayor detalle, a otros personajes que en este capítulo no han tenido la opción de brillar. Por supuesto, Bobbi y Hunter siguen siendo meros espectadores de la serie, una situación que parece que no va a cambiar mucho ¿hasta que se estrene su serie spin-off? Daisy prácticamente hace un cameo en este episodio junto a los otros dos Inhumanos, Joey y David de Gea Lincoln (huele a Guerreros Secretos…). Y desde luego que ese final con las tropas de S.H.I.E.L.D. dirigiéndose al cuartel de Hydra no puede hacer más que aumentarnos las ganas de ver el desenlace de esta primera mitad de temporada.
En esta parte de la trama, quizás haya que destacar el papel de Mack, que poco a poco se va ganando galones en la organización que casi abandona la temporada pasada. Hace tiempo que se deja intuir que algo está por venir en relación a Mack. Y el que Coulson le dejara en este episodio como Director sustituto deja al bueno de Mack a solo un parche de ser el nuevo Nick Furia. Ah, y no nos dejemos el tema central de esta reseña. Mack sabía que ir al cuartel de Hydra con tan pocos efectivos y sin un plan era una locura, pero aun así decidió ir. Dichosas emociones.
Pero si algo bueno tienen estos sentimientos, es que nos dejan con fantásticas actuaciones de los actores. Una vez más hemos podido disfrutar del talento de Iain De Caestecker (Leo Fitz), Clark Gregg (Phil Coulson) y Brett Dalton (Gran Ward) con unas actuaciones muy emotivas. Podríamos destacar el pánico de Fitz durante el interrogatorio de Ward, donde vemos que ese aparente nuevo Fitz que aparecía al principio de la temporada buscando a Simmons guiado por el amor se ve rebajado ante Ward, una persona que le hizo mucho daño y cuya sombra aun le atormenta. Coulson también destaca con una presencia más oscura de lo usual en la que le vemos en una nueva faceta. Y Ward, una vez más, es el perfecto capullo.
Posiblemente haya muchas más cosas que comentar, como las referencias a Capitán América: El Soldado de Invierno cuando Malick nombra a Pierce, y otras cosas que se hayan quedado en el tintero. Y ahí es cuando entráis vosotros. Comentad sin tapujos y especulad sobre el próximo episodio, ¿estará a la altura de las expectativas?