Título Original: Al final de la calle 118
Autor/a: Clara CortésTraducción: -Editorial: Plataforma Neo Saga: -
Páginas: 352
ISBN: 978-84-16429-18-9
Precio: 16,90
Vivir al final de la calle 118 no es fácil.
La madre de Valeria y Raven las abandonó hace años sin dar explicaciones y ambas han tenido que aprender a ganarse la vida. Mientras Valeria tiene un insignificante trabajo como modelo, su hermana patea la ciudad en busca de hombres a los que seducir para pagar el alquiler a cambio de sus servicios. Valeria pensaba que todo seguiría así para siempre… hasta que escucha la música de aquel chico al final de la calle, junto a su casa, y sus miradas se cruzan.
Desde ese momento, una serie de curiosas coincidencias llevará a los personajes de esta novela a cambiar sus vidas como nunca se hubieran imaginado.
OPINIÓN PERSONALValeria tiene diecisiete años y es modelo. Uh. Qué bonito todo, ¿no? Pues no. Siempre está la otra cara, la parte real que en seguida nos enseñará que la vida no es tan fácil. Trabaja de modelo porque necesita llevar algo de dinero a casa y sustentar lo poco que lleva su hermana trabajando de prostituta, porque desde que su madre las abandonó nada ha vuelto a ser lo mismo: Rachel cambió y se convirtió en Raven, su vida escolar se fue al garete y tuvo que empezar a preocuparse por cosas que ni siquiera se había llegado a plantear.
Intenta sacar a flote a ambas, recogiendo a Raven siempre que acaba en la comisaría detenida y trabajando para que no las echen de la pequeña habitación del moten en el que residen.
Hasta que un día conoce a un joven desgreñado guitarrista que puede que haga que la sonrisa vuelva a aparecer en el rostro de Val. Simon llega como si nada, pero se queda y poco a poco consigue que la vieja Valeria aparezca de nuevo.
“Los libros son diferentes para cada persona que los lee, pero a la vez son iguales para todo el mundo y a ellos no les importa quién eres, o dónde vives, o quién es tu familia.”
Esta novela es dura por el realismo que esconde tras sus páginas. Nos habla de los cambios que puede dar la vida, a veces tan inesperados que lo cambian todo; de esas personas que pueden llegar a sacarte de lo más oscuro y de la lucha de la supervivencia de apenas dos adolescentes.
La novela tiene un toque muy especial, pues el estilo de Clara es muy personal. Con muchas comas, rimas e incluso algo de apariencia de prosa, la historia se va relatando poco a poco. Es algo lenta a la hora de leerse, pero si no encuentras de eso un problema se lee muy sencillo y, como engancha, en nada está leída. Los personajes no han estado mal. Raven destaca y cautiva muchísimo más al lector que Valeria, que se queda algo sosa a su lado y sin tanto transfondo, pero ambas hermanas están muy bien construídas. Simon es el típico chico tópico súper tímido y que siempre tiene las orejas rojas, tal cual.
La historia de amor es muy sencilla y muy lenta. Quiero decir, que no me gusta que se estén liando a las dos páginas sin conocerse de antes, pero vamos a ver, yo aquí necesito un ritmillo más ágil.
“Es curioso ver cómo funciona el mundo, y también lo es ver cómo funcionan las personas. Me resulta extremadamente fascinante su comportamiento porque, aunque puede dar la sensación de que sí, en realidad no hay reglas, ni pautas a seguir, ni nada puede ser determinado. Cada uno somos un universo completamente distinto y podemos intentar generalizar todo lo que queramos, pero siempre habrá excepciones para todo porque nadie es igual. Nadie se salva de nada, aunque sea más guapo, más alto o más brillante... Y precisamente, no serlo no te deja fuera de la rueda de acontecimientos que es la vida.”
Hay alguna situación predecible, y alguna que otra que no es creíble, como que desaparezcan dos jóvenes y que estén un par de meses buscándolas y ale, los servicios sociales ya han hecho su papel.
El final me ha parecido tan innecesario, quiero decir, rompe todos los esquemas, y obviamente, sorprende mucho al lector. ¿Pero es necesario? Yo no he sentido en ningún momento que el libro pidiese ese final, y al terminarlo (el epílogo es muy bonito) me quedé un tanto seca.
La portada es tan, tan mareante. ¿Qué sentido tiene la portada con la historia? Nada, ninguno, cero. Pero es bonita, tonos preciosos y chica guapa. Ale, portada hecha. Resumiendo, Al final de la calle 118 me ha gustado, ha sido una buena obra de una joven que sin duda ha sorprendido mucho por el estilo tan único que tiene. La novela me costó algo de leer porque es algo monótona pero en el momento en el que te enganchas, ya no te separas de las páginas. Tiene alguna que otra situación predecible y aunque el personaje de Valeria no me ha gustado del todo, Rachel (aka Raven) es inigualable.
*Ficha del libro en la editorial.
*Goodreads.
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