Revista Cultura y Ocio
Bailey Carpenter trabaja en un prestigioso bufete de abogados. Su trabajo le gusta y se dedica a tiempo completo. Un día recibe el encargo de vigilar a un padre que no paga la manutención de su hijo y en plena noche, mientras vigila sin pensar en los peligros, es ataca brutalmente. La agresión casi mortal cambiará su vida para siempre. Ya no volverá a ser la misma. El miedo y las pesadillas serán sus compañeros, y apenas puede salir de casa sin que tenga ataques de pánico… Pero tras la seguridad de su apartamento pronto encontrará una distracción: observar con sus prismáticos los edificios de enfrente y las vidas ajenas. Este divertimento, en apariencia inofensivo, se vuelve un placer culpable cuando se fija en el vecino de enfrente; un hombre que le capta su atención de inmediato y no puede evitar interesarse por su vida. Hasta que se da cuenta que él también le vigila a ella… y lo que es peor ¿podría ser el hombre que le destrozó su vida?
Sabemos que muchos nos dejamos llevar por las portadas... no hay nada más que ver la de este libro y ya cuando lees la sinopsis y ves que te deja entrever que tiene cierto parecido a La ventana indiscreta, de Hitchcock pues es que tenía que caer en mis manos sí o sí. Las expectativas fueron buenas y el resultado también ha sido el esperado con sorpresa incluida.
Bailey Carpenter es investigadora en un bufete de abogados y en medio de una investigación es atacada por un desconocido y violada salvajemente. Este acto hace que se refugie en su casa, se encierre en sí misma, no quiere conocer nada del mundo exterior, quiere mantenerse alejada de los desconocidos porque piensa que su agresor puede estar en todas partes. Una noche, coge sus prismáticos y mira al edificio de enfrente, a un vecino suyo, y lo que empezaba siendo un juego se convierte en una obsesión que traerá quebraderos de cabeza y verdades ocultas a la vida de Bailey.
Dejadme hablar primero del ritmo de la novela porque es muy constante y ágil, durante todo la historia estamos siendo testigos de lo que le está aconteciendo a Bailey. La cantidad de diálogos que encontramos durante toda la novela no hace más que acrecentar toda esa agilidad que ya de por sí tiene el propio relato. Además, nuestra protagonista es la propia narradora y nos metemos de lleno en su psique y vemos todo lo que le pasa por la cabeza.
Uno de los puntos claves y que me ha sorprendido son los traumas que tiene la protagonista en los días siguientes de ser violada. En otros libros con un par de páginas ya curan de espanto a las víctimas pero precisamente en este libro en lo que inciden es en el proceso de recuperación, en lo que le ocurre a la víctima por su mente, piensa que todos son sus agresores, que está en todas partes, se come la cabeza constantemente pensando si esa persona es su violador o no. Bailey lleva al lector a esa espiral, nos intenta agobiar con pensamientos, ocurrencias que hacen acrecentar el apuro de ella y de nosotros mismos.
El acto de vigilar a su vecino por la ventana no hace más que acrecentar los pensamientos malos y entrar en una red de obsesión que llega a ser peligrosa, inclusos llegando a rozar la propia locura. Queremos conocer tanto la verdad de su vecino como la de ella pero estamos empezando a confundir realidad con lo que le pasa a Bailey por la cabeza.
Me ha gustado como la autora ha trabajado la personalidad de Bailey y como ha sabido evolucionarla durante toda la historia. Al principio conocemos a una Bailey fuerte, insumisa que pasa a un estado terrible tras la violación y que poco a poco vemos como va recuperando su vida normal pero es que la Bailey del principio no es la misma del final, ha quedado afectada para siempre y se refleja muy bien en el desenlace. Mención especial para la sobrina de la protagonista, me ha encantado ese personaje y le ha dado un cierto toque de humor negro que ha sido muy simpático.
Si le tuviera que poner un fallo sería parte del final, que me ha parecido un tanto abrupto y muy cogido con pinzas que no me ha llegado a convencer del todo. Es un desenlace que encierra varios y aunque uno queda bien cerrado e hilado, llegando al punto de que no te lo esperas, el otro no me ha parecido muy bien desarrollado y ha sido como un añadido para cerrar todo. Los finales con prisas nunca quedan bien.
En definitiva, Alguien te vigila es una novela de intriga que te mantendrá pegado al sillón y de la mano de Bailey serás un cómplice más de su obsesión. Conocerás de lleno los pensamientos obsesivos que pasarán por su cabeza, te cuestionarás si lo que ella ve es verdad o producto de su trauma, una serie de acontecimientos que alimentarán las ganas de leer para conocer el desenlace de la novela pero cuidado porque a ti.... alguien te puede vigilar.
Puedes comprar el libro aquí: Alguien te vigila
Gracias a Umbriel por el ejemplar.
¿Has leído el libro? ¿Qué te ha parecido? ¿Te llama la atención? Espero tus comentarios más abajo :)