Reseña | Ámame una noche más, Alexandra Black

DOS MUNDOS OPUESTOS. DOS CORAZONES ROTOS Y UNA SOLA NECESIDAD: LA DE SER AMADOS.

John River tenía solo dieciséis años cuando abandonó Minstrel Valley de la mano de lord Mersett para huir de la miseria que lo rondaba. Diez años más tarde, convertido en un hombre instruido y rico gracias a la ayuda de su mecenas, regresa al pueblo que lo vio crecer para enfrentarse a los fantasmas de su pasado: el pequeño Johnny que una vez fue y el corazón destrozado que, según él, todavía permanece a los pies de la estatua de la dama y el juglar, donde Deirdre O'Neill rechazó sus sentimientos.

Lady Skye Brangwen, hija del marqués de Ryedale, es la heredera más cotizada de Inglaterra, pero tras casi seis años de compromiso con lord Tamworth, es consciente de que la boda nunca se llevará a cabo hasta que herede el título de condesa de Blackwood y los bienes adscritos a este. Su prometido no tiene interés alguno en ella, así que, harta de la situación, decide instalarse en Blackwood Manor con su tía con la esperanza de que aparezca alguien que la salve de un matrimonio no deseado.

El encuentro entre John y Skye no puede ser más oportuno para ambos. Él es un hombre ambicioso que desea dejar atrás todo recuerdo de Johnny River y ella una mujer que desea seguir los dictados de su corazón, así que la decisión que toman cambiará sus vidas para siempre.

¿SERÁN CAPACES DE ENCONTRAR EL AMOR QUE TANTO ANHELAN EN LA PERSONA QUE HAN ELEGIDO PARA COMPARTIR SUS VIDAS?

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Ámame una noche más de Alexandra Black es la lectura que me ha mantenido ocupada estos días, una novela donde descubriremos la historia de Johnny, este personaje de la serie vuelve para deleitar al lector con un libro emotivo en el que veremos su evolución y como afrontará su vida para salir de la miseria y labrarse un futuro prometedor. Una lectura sencilla y sin demasiados giros argumentales donde dos personas que no tienen nada en común unirán sus destinos para escapar de la decepción y la soledad, un romance que comenzará de la nada y los hará darse cuenta de que el amor es algo natural, capaz de hacerles olvidar el miedo a dejarse llevar por él y la mejor cura que pueden encontrar para las heridas que cargan en sus corazones. Un libro precioso con el que he disfrutado de nuevo de la magia de Minstrel Valley, un lugar en el que los sentimientos florecen y la pasión se vuelve totalmente irresistible.

John River ya no es el mismo que dejó Minstrel Valley a los dieciséis años, ahora, gracias a la ayuda de lord Mersett es un hombre hecho a sí mismo, rico, con un futuro prometedor y admirado por buena parte de la sociedad a pesar de su origen humilde, no obstante, todavía hay algunos que siguen viendo en él a aquel chico huérfano que fue abandonado a su suerte. Lejos quedan ya la miseria en la que se crió, los abusos de los que fue objeto y las burlas de buena parte de los habitantes del pueblo, sin embargo, diez años más tarde aún no ha podido olvidar todo ello y la idea de regresar no entra en sus planes, un hecho que el destino se encargará de alterar cuando no pueda negarse a los deseos de lady Mersett, ella lo ve como parte de la familia y lo trata como si fuese un hijo más por lo que insistirá en que los acompañe. La mujer sabe que Johnny debe enfrentarse al pasado para seguir adelante y ello conlleva volver al lugar que marcó su infancia, además, la dama quiere que el joven supere el desengaño amoroso que sufrió a los pies de la famosa estatua de la dama y el juglar, pues necesita ver con perspectiva un sentimiento que creía que era amor cuando realmente era sólo gratitud. Para ello Daphne no dudará en involucrarlo en un descabellado plan, ya que parece que él es el candidato perfecto para ser el esposo de lady Skye Brangwen, la muchacha está desesperada por escapar de un compromiso indeseado y John es el único capaz de salvarlo de él, algo que removerá su interior y despertará sentimientos olvidados.

Lady Skye Brangwen ya ha perdido la cuenta del tiempo que lleva prometida a lord Tamworth, un matrimonio que el noble ha retrasado una y otra vez, pues realmente no le interesa la joven, sus ojos están puestos en la herencia que un día recibirá la muchacha y el título de condesa de Blackwood que poseerá cuando su tía fallezca. De esta forma, la dama está atada a un compromiso que la hace el hazmerreír de la sociedad, pues su futuro esposo no esconde sus escarceos amorosos y tampoco las ideas que tiene para ella cuando decida casarse. Así, harta de la situación y de ser un mero objeto con el que se puede negociar tanto para su familia como para su prometido, escapa hasta Blackwood Manor junto a su tía. Cuando llega hasta allí tiene muy claro que ella sola no puede poner fin al compromiso, necesita un motivo de más peso que su negativa a unirse a un hombre como lord Tamworth por lo que urdirá un plan para que el protegido de lord Mersett termine casándose con ella. John River es el único con valentía que podría defenderla de su familia y hacerle frente a su prometido, alguien a quien apenas conoce pero que le inspira confianza y por el que estaría dispuesta a arriesgarlo todo.

Skye sopesará todas las opciones para escapar de un futuro que únicamente le traería dolor y sufrimiento al lado de un hombre que no la quiere ni la respeta, por esto mismo llegará a la conclusión de que su única salida pasaría por encontrar a alguien que quiera casarse con ella en un breve periodo de tiempo. John es el candidato adecuado, pues él necesita la fortuna de ella y la posición que ocuparía en la sociedad para seguir prosperando. Esta decisión que ambos deberán sopesar los llevará a un matrimonio de conveniencia entre dos personas muy distintas, ninguno conoce al otro realmente por lo que la unión podría llegar a ser un completo desastre, sin embargo, la situación requiere de urgencia y deciden jugárselo todo a una sola carta, así, iniciarán un viaje hacia Escocia para contraer nupcias sin los impedimentos que la familia de ella podría poner. Una aventura que cambiará sus vidas para siempre, pero que también les dará el nuevo comienzo que necesitaban, ahora tendrán que ir conociéndose, descubrir si las emociones que empiezan a sentir podrían transformarse en amor con el tiempo. Unos sentimientos que les dará la fuerza necesaria para enfrentarse a sus propios demonios, ya que ambos temen bajar la guardia y sufrir a causa de ellos, un romance lento que hará que Skye deje salir a la mujer que verdaderamente es y que permitirá a John reconciliarse con su pasado y admitir que desde hace mucho tiempo es parte de una familia.

Alexandra Black nos ofrece una historia preciosa para nuestro Johnny, el chico que se ganó nuestro afecto en las primeras novelas de la serie, ahora es un hombre marcado por un pasado donde lo maltrataron y despreciaron. Cuando supe que él era el protagonista de la novela me pregunte cómo afrontaría la autora el personaje, ya que sólo habíamos visto pinceladas de él y no supimos nada más cuando lord Mersett lo acogió y le dio una educación para ayudarlo en su futuro, pues bien, la evolución que hemos observado ha sido totalmente coherente, tomando como ejemplo a Derek ha crecido como una persona justa, con pensamientos adelantados a su tiempo y con una forma de pensar muy progresista, algo totalmente lógico ya que él ha tenido que trabajar duro para conseguir lo que tiene y tener como mecenas a los condes le ha dado la oportunidad de ser fiel a sus ideas. De esta forma, el libro se nos presenta como una obra sencilla, con una prosa muy cuidada en los detalles y un ritmo verdaderamente ágil, porque la lectura de cada capítulo se sucede sin ningún impedimento introduciendo al lector en la trama sin problema. Una forma de escribir que nos ayuda a centrarnos en los personajes, pues ellos van a ser el punto fuerte de la novela al mostrar claramente sus emociones y como van evolucionando sus sentimientos a lo largo de la historia. Así, el romance entre Skye y John, o más concretamente su relación y la forma en la que irá apareciendo el amor y la pasión, serán el eje central de la obra, ellos provienen de mundos distintos, no obstante, ven la vida de forma muy parecida. La joven, aunque siempre ha estado recluida y bajo el influjo familiar, es muy curiosa y tiene una forma de pensar diferente a sus iguales, ideas que la han llevado a ser reprendida por lo que tiene miedo de expresarse libremente. John, por su parte, ve en ella inocencia, timidez y un espíritu reprimido que desea liberar, algo que no dudarán en hacer. Un hombre y una mujer que se unirán por ciertos motivos, pero que acabarán compartiendo un amor sincero gracias a que poco a poco dejarán que los sentimientos tomen el mando. Esto los hará cambiar, enfrentar al mundo con valentía y dejándose arrastrar por una pasión que ha nacido en lo más profundo, despejando sus dudas y dándoles la felicidad. En cuanto a los secundarios, han sido bastante variados, todos ellos han ayudado a la continuidad de la historia y han aportado pequeños detalles a la misma para hacerla mucho más dinámica, no obstante, mis favoritos han sido los condes y sus hijos, esta singular familia ha reflejado autenticidad, transparencia y una forma de vida muy hogareña donde todos tienen cabida. Por último, mencionar la ambientación, la cual vuelve a ser impecable y en la que volveremos a disfrutar de Minstrel Valley y sus mágicos rincones, el escenario perfecto para que el lector disfrute de un romance inolvidable.

Ámame una noche más de Alexandra Black es una novela deliciosa en la que Skye y John unirán sus vidas para escapar de la soledad, dos personas que han visto como se rompían sus corazones y que creían que jamás volverían a confiar en los sentimientos tendrán la oportunidad de ser felices cuando se arriesguen a tomar la decisión que cambiará sus vidas para siempre.