Rosalinda es una princesa que siempre quiso ser famosa como Cenicienta y la Bella Durmiente. Un buen día, al ser hechizada por el conde Cocolino, su suerte cambia: se transforma en una dragona. Un príncipe que intenta salvarla y una rara princesa que no quiere. Fantasía, recetas mágicas, aventuras... Y la historia, ¡recién comienza!
"(...) los que sufren de mal de amor dicen que es una enfermedad espantosa, que duele como las ampollas, no se puede dormir ni comer, anda uno dando vueltas como un loco [...] Lo que pasa es que para el amor uno no tiene defensas. Por más que uno trate de esconderse, el amor llega a uno y lo deja trastornado..."
Lo tuve unos años descansando en mi biblioteca, y cuando la otra vez pensé en buscar libros para mis primos pequeños, recordé que tenía Me encontré con tres historias muy simpáticas y entretenidas: En En la última historia,
No sé como llegó a mí éste ejemplar de Alfaguara sin costo. Creo que se lo dieron para reseñar a una amiga que luego me lo dio al hacer limpieza en su biblioteca. Así que, aunque haya sido indirectamente, tengo que agradecer a Alfaguara por el ejemplar.
Amor dragón y me decidí a leerlo para ver si era algo que un chico de 4 años pudiera entender. Al final no sé realmente la respuesta a eso, pues me entretuve leyendo.
Amor dragón, Enrique el Fiel y La valiente Wendolina.
En la primera, que da título a la antología, una princesa Rosalinda es encantada por un tiempo finito, y es destinada a permanecer en la piel de un dragón. El tiempo del hechizo pasa y Rosalinda sigue siendo una dragona furiosa. Resulta que con ansias de convertirse en una princesa famosa como la de los cuentos de hadas, ella decidió quedarse en la forma de una criatura temible.
Enrique el Fiel, un simple zapatero emprende un viaje hacia la cueva de un dragón, con ansias de matarlo para rescatar al príncipe al cual le remendaba las pantuflas reales. Pero algunos dragones son mucho más amigables de lo que creemos...
La valiente Wendolina, una lavandera hace todo lo posible por recuperar al hombre del que está enamorada secretamente. El príncipe, vanidoso, no quiere casarse con Wendolina sólo por su clase social, pero tal vez el dragón que lo tiene prisionero le de una lección.
"(...) Con esto dio fin a su encantamiento. Porque la vanidad es una especie de brujería que tiene presas a las personas. Muchas veces están prisioneras en el espejo y muchas otras, dentro de sí mismas..."
En fin, son las típicas historias de cuentos infantiles pero con una vuelta de tuerca, que los hace muy interesantes. Están llenos de anacronismos, por ejemplo: la señora que se dedica a leer cuentos a la princesa, ahora en forma de dragón, cuando se enteró del hechizo salió a comprar unas zapatillas deportivas y salió corriendo. A veces sentí que se desarrollaban muy rápido las historias, haciéndolas extremadamente inverosímiles, pero supongo que los niños tienen otras necesidades en cuanto al ritmo narrativo.
Hay también algunos otros disparates que le dan un toque especial y unen a todos los relatos. Para mencionar algunos, se pueden encontrar con hadas madrinas desmemoriadas, dragones que juegan a las cartas por dinero hasta dejar en calzoncillos a su oponente, etc.
Lo recomiendo para chicos que conozcan los típicos cuentos infantiles y estén ya creciendo y tratando de animarse a otras historias.
Fue muy lindo volver a leer cuentos de hadas después de tanto tiempo.