ISBN: 9788408138365Páginas: 576Año de publicación: 2015Precio: 17.95€
El amor de Tessa y Hardin nunca ha sido fácil, pero cada desafío que han afrontado ha hecho su unión más y más fuerte. Pero ¿podrán afrontarlo todo? Cuando la verdad sobre sus familias sale a la luz, Tessa y Hardin descubren que, en el fondo, no son tan distintos como creían… Tessa ya no es la chica buena, simple y dulce que llegó a la universidad, y él no es el chico cruel y malo del que se enamoró. Ella pronto se da cuenta de que es la única que lo entiende. Es la única capaz de calmarle... él la necesita. Pero el secreto que esconde es tan grande que Hardin se aleja cada vez más de todo y de todos, incluso de la que parece ser su alma gemela…
CONTIENE SPOILERS DE LOS LIBROS ANTERIORES:
After En mil pedazos Almas perdidasA estas alturas ya es costumbre que empiece con el final de los libros. Y es que, habrá muchas cosas que se le pueden acarrear a la autora, pero hay que admitir que sabe cómo terminar una historia y dejarte comiéndote las uñas de la rabia. Entre la confesión de Christian y que este era la conclusión de la tetralogía, tenía muchas esperanzas puestas en este libro. Bueno, es posible que hablar de esperanzas no sea lo más adecuado. Digamos que tenía expectación y que estaba impaciente, sobre todo, por saber cómo iba a solucionar la relación de Tessa y Hardin.Como ya sabréis me da un poco igual la polémica de las novelas. No tengo nada que añadir a las sentencias de que es una relación abusiva porque lo es y no voy a defender mis gustos porque me parece una pérdida de tiempo y porque no pretendo convencer a nadie de que estos libros son geniales cuando ni yo misma me lo creo. No obstante, sí creo que merece darle el crédito que tiene y que la editorial no ha metido la pata publicando esta saga porque, la verdad sea dicha, de una forma u otra, tienen una lectura que enganchan.Así que, después de esto, vamos a la historia en sí. No estoy muy segura de si lo he comentado en las reseñas anteriores pero si no es así, debí hacerlo. Y es que, cada vez queda más claro que Anna Todd escribe sobre la marcha y que un día se despierta, mira a por la ventana y decide "liarla" en la novela poniendo algo que el lector no se espera. No hace falta ser un lince para darse cuenta que lo de la paternidad de Christian no tiene base en los libros anteriores... y este es solo uno de los ejemplos. En el primer libro básicamente podía verse cuando a la autora se le ocurrió hacer lo de la apuesta; aunque eso no quiere decir que no me sorprendiera igualmente. Lo que quiero decir es que, aunque sorprenden sus giros argumentales, presentan poco apoyo en la historia que ella misma ha escrito. Como digo, parece escribir a impulsos.
Básicamente así es como puede describirse su escritura porque, aparte de eso, Todd no presenta ningún tipo de juego lingüístico ni hace acrobacias con el lenguaje. De hecho, las escenas de sexo o los diálogos en los que se supone que Hardin es sexy no me provocan más que un sarpullido y ganas de vomitar. Afortunadamente, esta no es una novela sobre sexo y, aunque hay muchas escenas (y algunas de ellas bastante gratuitas, todo sea dicho), se puede disfrutar de la lectura prescindiendo de los