Reseña anime: The Tatami galaxy

Pronto tendrás una oportunidad que no debes dejar pasar.
Una que se da entre un millón.
Esta oportunidad ha estado siempre meciéndose ante tus ojos.
Tienes que aprovecharla y tomar la iniciativa.
Y si no lo haces... 
Seguirás viviendo esta monótona vida y nada cambiará.

四畳半神話大系 -Yojōhan Shinwa Taikei - que, literalmente, significa 'Las Crónicas Mitológicas de cuatro tatamis y medio' y que más comunmente conocemos como 'The Tatami Galaxy' es la adaptación a formato anime de la novela homónima de Tomihiko Morimi del mismo nombre, publicada en diciembre de 2004 por Ohta Publishing en formato tankobon, siendo reeditada en formato bunkoban en marzo de 2008 por la prestigiosa Kadokawa Shoten (algún día os hablaré de toda la terminología, empresas, cadenas y demás temas relacionados con el mundillo del entretenimiento japonés, recordádmelo por favor).
La adaptación animada de esta novela corrió a cargo del conocido estudio Madhouse bajo la dirección de Masaaki Yuasa (que ya había estado a cargo de trabajos como Kaiba o Mind Game). Se emitió durante el espacio Noitamina de la Fuji TV (os hablaré algún día de este segmento que en los últimos años ha reunido a muchas de las series más sonadas, recordádmelo por favor) llegando a un total de 11 episodios desde su fecha de inicio de emisión el 22/04/2012 hasta el 01/07/2010 cuando se emitió el último de ellos.
En febrero del 2011, The Tatami Galaxy recibió el gran premio en la categoría de animación en el Japan Media Arts Festival 2010, siendo la primera serie animada en televisión en conseguir tal logro gracias a las valoraciones del jurado que calificaron esta obra como "un trabajo de gran expresividad y personalidad que da un giro de tuerca a las limitaciones de la televisión" a la par que alabaron la complejidad de sus personajes, el diseño general o el esquema de colores que sigue la serie.

• Título: Yojou-han shinwa taikei (The Tatami Galaxy)
• Género: Tragicomedia estudiantil
• Dirección: Massaki Yuasa
• Guión: Makoto Ueda
• Música: Michiro Ooshima
• Estudio de animación: Madhouse
• Cadena donde se emitió: Fuji TV
• Año de emisión: 2010
• Número de capítulos: 11

La historia de The Tatami Galaxy sigue las aventuras y las aún más numerosas desventuras de un estudiante de tercer año de universidad durante sus dos primeros años, los cuales han estado llenos de infortunios y malos recuerdos y no de lo que él esperaba: Una vida color de rosa donde, tras unirse a uno de los numerosísimos clubs que se presentaban ante sus ojos, lograría conocer a una hermosa doncella de larga melena negra con la que viviría una apasionada historia de amor. ¿Qué pasaría si hubiera escogido otro club el día del inicio de la universidad? ¿Habría cambiado algo? ¿Sería capaz de vivir el sueño de la vida universitaria?

Aunque sé que la introducción a esta reseña y la sinopsis os han dejado con cara de póker, me temo que no voy a poder contaros mucho más y eso es porque The Tatami Galaxy es una de esas series que se disfrutan más cuando menos se sabe de qué va.
El extravagante y sencillamente espléndido puzzle que conforma The Tatami Galaxy sólo se termina de entender una vez que se han visto los 11 capítulos de los que consta este anime que ha entrado de un tirón en mi lista de imprescindibles y que se merece varios revisionados más. Incluso el título se entiende una vez se ha visto la serie entera (Y os digo más: hay una pista importante en el verdadero título).
Como os he dicho más arriba, nuestros ojos seguirán (y leerán, ya lo creo que leerán) los pasos de un joven universitario -cuyo nombre desconocemos- que ya ha cursado dos años de estudios y que él mismo nos relatará en forma de monólogo empezando por el momento en que se une a un club (o círculo, como se dice en Japón) con grandes expectativas para obtener "la vida universitaria color de rosa" con la que siempre ha soñado. No obstante, su propia incapacidad para relacionarse con los demás, su inseguridad y sus carencias pronto le harán ver que está lejos de esa vida que tanto deseaba y ello le lleva a caer en una depresión.
Es entonces cuando aparece un compañero llamado Ozu que afirma estar de su parte. No obstante, Ozu es... Ozu es... Bueno, será mejor que nuestro protagonista os explique qué clase de persona es.

Ozu está en el mismo año que yo. Ocho de cada diez personas que lo viesen en la oscuridad creerían que es un demonio y las otras dos que quedan estarían completamente convencidas de ello. Alimentándose de la felicidad de otros como si fuera la guinda de una tarta, es un hombre sin ningún aspecto loable. Mi alma habría seguido impoluta de no ser por haberlo conocido.

Obviamente, con semejante compañía, no pasará mucho tiempo para que el mundo del protagonista de un inesperado giro de 180º y el rumbo de su vida se tuerza de tal forma que, tras entender que ha echado a perder sus primeros años de universidad, sólo pueda desear volver al pasado y elegir otro club aquel fatídico primer día.

No puedo librarme de este sentimiento de culpa por elegir el Club "insertar nombre del club en cuestión" frente a la Torre del Reloj. De haber elegido cualquier otro club, seguramente habría pasado unos dos años muy distintos. Quizás podría haber vislumbrado el tesoro místico que se conoce como "la vida universitaria color de rosa".

Y aquí es donde me callo y os dejo con todas las incógnitas, pues tenéis que ser vosotros los que descubráis si nuestro protagonista consigue su objetivo o si tan solo está soñando con una quimera. ¿O tal vez es que él mismo no está sabiendo ver lo que tiene a su alrededor?


Cuesta creer que en medio de la avalancha de animes clichés impregnados de fanservice y argumentos predecibles hasta decir basta se escondan joyas como The Tatami Galaxy donde cada episodio explota al máximo sus veinte minutos de duración. Y es que no os hacéis una idea de la cantidad de sucesos que tienen lugar en un único capítulo. Eso, unido a la vertiginosa rapidez que tiene nuestro protagonista para contarnos todas y cada una de sus impresiones, la abundancia de diálogos y los constantes cambios de escena, hacen que nos encontremos ante un anime que se sale de los moldes preestablecidos donde apenas hay pausa para digerir todo lo que ocurre. De hecho, siempre recomendaré no ver más de dos capítulos seguidos para no colapsar.
La primera parte de la historia consiste en reiteraciones de los dos primeros años de universidad de nuestro protagonista, los cuales variarán dependiendo del club que elija el día de apertura del curso. Hay gente (y a lo mejor a vosotros también se os ha ocurido) que compara The Tatami Galaxy con el horroroso arco "Agosto Infinito" de la segunda temporada de Suzumiya Haruhi no Yuutsu y no sabéis cómo duele la comparación (algún día os hablaré de la vilipendiada segunda temporada de Haruhi Suzumiya no Yuutsu, recordádmelo por favor).
Mientras que en Suzumiya Haruhi no Yuutsu la reiteración era de un periodo de tiempo de dos semanas y prácticamente fue un despropósito que aburrió a todo el fandom de Haruhi (anda que no había gente dentro), cada capítulo de The Tatami Galaxy es único, dinámico y tremendamente importante para comprender el final. Dicho de otra manera: Cada episodio es la pieza de un puzzle al que le daréis sentido en la segunda y última parte de este anime.
Sé que os está costando imaginaros lo que os cuento pero es que soy incapaz de desvelar más de este anime, disculpadme. Si alguno de vosotros todavía está dudando si darle una oportunidad a esta historia o dejarla pasar, sólo añadiré una cosa más: No habéis visto nada igual.
Ah, y un consejo: Atentos a cada detalle. Hasta la situación más insólita tiene su porqué.



Este anime usa una combinación entre el 2D tradicional junto con elementos 3D así como incursiones de secuencias cinematográficas o escenarios reales, todo ello siempre en una estética llena de colores brillantes y llamativos, en ocasiones tan fuera de contexto que encajan perfectamente en una trama tan dinámica y en ocasiones disparatada (no tenéis más que ver las imágenes de esta reseña). La animación sorprende por su distanciamiento de lo que, comunmente, nos ofrece el anime actual. La exageración en ocasiones rozando lo grotesco, las escenas sobrecargadas de detalles y la paleta de colores planos que cambian constantemente acercan The Tatami Galaxy más a lo occidental  underground que a lo que estamos acostumbrados a ver en animación japonesa. Este aspecto, que califico como bueno porque es un soplo de aire fresco en lo que se refiere a animación, es el que ha echado para atrás a muchísima gente a la hora de darle una oportunidad a este anime. Y ya os digo de antemano que es un error garrafal. Una vez empecéis a ver los capítulos, comprenderéis que su estrafalaria e inusual estética no podría ser más acertada.

Con una animación fuera de lo común y una historia que se sale de los cánones es más que evidente que el elenco de personajes tiene que estar a la altura y en ese sentido creo que nadie encontrará ninguna pega. Cada personaje es un mundo y si algo tengo que destacar es sin duda la maestría con la que este anime los desarrolla en tan solo 11 episodios sin dejarse a ninguno en el tintero.
Otro aspecto importante es que cada personaje tiene su estética. Es decir, no es como esos animes donde todos los personajes tienen las mismas facciones y lo único que cambia es el pelo o el color de los ojos; en The Tatami Galaxy cada personaje no solo tiene una personalidad bien definida sino que su apariencia es única e irrepetible en ningún otro, enfatizando sus diferencias con respecto a los demás.
Olvidáos de los ojos grandes que ocupan media cara, del cabello de colores inusuales o de cualquier tipo de fanservice gratuito como proporciones imposibles o apariencias inusuales; en The Tatami Galaxy el diseño de personajes es sencillo y realista dentro de lo que cabe (siempre salvaguardando las distancias) ofreciéndonos un elenco de apariencia fácilmente imaginable, sin exageraciones.

El opening (el cual lo tenéis más arriba) se llama Maigoinu to Ame no Beat, de Asian Kung-Fu Generation (curioso el hecho de que mucha gente llegue a este anime gracias a buscar temas de este grupo). Un tema pegadizo y animado que encaja perfectamente con el contexto de esta obra. Por cierto, de nuevo se produce el hecho de que no entenderéis el opening hasta el final. Ya veréis de lo que os hablo si le dais una oportunidad al anime.
El ending se llama Kami-sama no Iutōri y lo interpreta Etsuko Yakushimaru. Muchas veces los endings dejan mucho que desear pero The Tatami Galaxy no deja cabos sueltos y cuenta con un ending casi hipnótico que, de nuevo, no entenderéis hasta el final. 

Por otra parte, Michiru Ooshima (que tal vez os sonará por su trabajo en el primer anime de Full Metal Alchemist) se encuentra a cargo del soundtrack de la serie.
Cuenta con 30 temas orquestales en los que suele predominar el sonido del violín (y en general instrumentos de cuerda) unido al piano dando lugar a temas tan bonitos como este Yojouhan Shugisha:
O el tema de nuestro protagonista o "Watashi" como se denomina a sí mismo:
Son temas muy bonitos que dan color desde las escenas de la vida cotidiana, pasando por las estrafalarias conversaciones, hasta los momentos en los que el protagonista se encuentra rodeado de su desdichas personales, contribuyendo a crear una atmósfera de tensión y nerviosismo en la que es fácil ponerse en su pellejo. Un ejemplo de esto último que os digo podría ser Renai Sugoroku:
Una peculiaridad de esta colección de temas musicales es que todos son bastante cortos, oscilando su duración entre un minuto y medio y dos.
En definitiva, una OST por y para este anime a la que recomiendo que le prestéis un oído pues tiene canciones muy personales y llenas de matices y pequeños detalles. Vamos, como el anime en sí.


Bueno, vamos a ir terminando que ya toca:
Lo mejor:

• El desarrollo de la historia: La manera en la que te envuelve desde el principio hasta su épico final. Es un claro ejemplo de que se puede hacer una comedia sin caer en los clichés del anime y, por si fuera poco, con momentos reflexivos y hasta moraleja.
• Los personajes: Tan carismáticos que me parece un auténtico crimen que hayan pasado tan desapercibidos. Si queréis romper de una vez con los personajes planos de turno que tan acostumbrados estamos a ver, no os podéis perder The Tatami Galaxy.
• Los colores: A mí es que me ha fascinado este aspecto. El hecho de que a lo mejor una conversación seria esté coloreada de tonalidades rosas o que alguna escena importante sea de color amarillo brillante me ha enamorado. Es un anime lleno de vida en este aspecto.
• El dinamismo: Ni un segundo para respirar. Cada minuto de episodio es explotado al máximo.
• Las metáforas: Geniales de puro extravagantes y disparatadas que son. No solo veremos la historia desde nuestra posición de expectadores sino también el mundo interior de nuestro protagonista y la serie se encarga de mostrárnoslo de una forma original y fuera de lo común (para variar).

Lo peor:

• Toca leer: Esto no es un fallo de la serie propiamente dicho, pero todos los que no hablen un japonés fluído (y aquí estamos todos nosotros incluidos) tendrán que lidiar con la velocidad de nuestro protagonista a la hora de hablar (y, en general, todos los personajes no tienen ningún reparo en hablar de corrido sin apiadarse de nosotros). Esto tiene sentido pues en un monólogo interior dudo mucho que ninguno de nosotros haga pausas entre frase y frase, pero a los que dependemos de los subtítulos puede hacernos un poco la puñeta.
• Es una serie muy underground: De nuevo esto no es un fallo propio del anime, pero sí un hándicap para el siguiente punto. Como ya he dicho más arriba, The Tatami Galaxy se sale de los cánones establecidos y de lo que usualmente atrae al fandom, con lo que ha pasado muy desapercibida y eso se ha notado mucho a la hora de buscar buenas versiones de este anime por la red y ya no hablemos de reseñas y opiniones.
• No la veremos en España: Mucho me temo que un milagro tendría que suceder para que decidieran traerla. La situación del anime en España no es que sea la mejor del mundo y, encima que las licencias son pocas, las empresas distribuidoras tienen que decantarse más por lo que provoca hype -y, por tanto, traiga ventas- que en obras como esta que atraerían a un sector mucho más minoritario y exigente que quienes buscan el shonen de turno, el anime de mechas de la temporada o la última moda en Tumblr.

Eso sí, afortunadamente, este anime ha conseguido llegar a Reino Unido, Alemania y a otros puntos de Europa. Si os dais una vuelta por Amazon, tal vez encontréis alguna buena oferta en los DVDs de esta obra maestra.
Para terminar, me gustaría deciros que esta serie además cuenta con tres OVAs cuya trama es totalmente ajena a la historia; simplemente son historias cortas y divertidas completamente atemporales pero que también os recomiendo si queréis reiros un rato y disfrutar un poco más del mundo de The Tatami Galaxy.
¿Vamos ya con la nota final? Voy a dejarme de medias aritméticas y, como no podía ser de otra forma:

Lleno de energía, observaciones de la vida, situaciones hilarantes, conversaciones de brillante cinismo, personajes únicos... Puedo decir sin que se me caigan los anillos que este es uno de esos pocos animes que se merece todos los halagos que recibe. Mi única espinita es la de no poder catar, de momento, la novela en la que se basa.
En fin, ahora sí que tengo que dar por concluida esta reseña con la esperanza de haber atraído vuestra atención aunque sólo sea un poco.