Reseña, apocalipsis island

DOLMEN EDITORIAL
PRIMERAS PÁGINAS

   “Apocalipsis Island” es la primera entrega de una saga del mismo nombre de temática zombie compuesta de seis novelas, publicada la última recientemente y la que parece que cierra ya la colección. El escritor Vicente García ha desarrollado la trama en su isla natal, Palma de Mallorca, dotándola de cierto valor supongo, para los isleños residentes. 
“El 5 de enero de 2010, en plena noche de Reyes, una nueva infección masiva tiene lugar en la cárcel de Palma convirtiendo a todos los reclusos e internos en zombies. Esta marea de muertos vivientes cae sobre la ciudad sembrando el terror y el caos entre sus habitantes. El ejército, primera línea defensiva contra los no muertos, acaba retirándose inexplicablemente y la cabalgata de Reyes se convierte en una auténtica masacre.”
   Lo más curioso de esta novela reside en el hecho de que, a diferencia de la mayoría de las obras de este género que yo conozco, exceptuando alguna que me viene a la mente como por ejemplo “Soy leyenda” de Richard Mstheson, nos encontramos con una versión postapocalíptica atípica ya que conoceremos los resultados de una pandemia previa que asoló la tierra pero no logró eliminarla. Así que veinte años después veremos como la población ha cambiado, volviéndose más egoísta, menos transigente. La población convive curiosamente tranquila junto con los zombies, ya que se han convertido en una atracción más de una población acomodada. Pero el haberse olvidado del pasado les pasará factura y Palma será testigo de ello.
   A lo largo de la trama se irán produciendo saltos en el tiempo, en periodos cortos, dándonos una visión del nuevo brote, desde diferentes perspectivas. Los personajes principales serán un científico experto en zombies y su amigo; juntos recorrerán la isla para descubrir porqué el ejército no hace nada, el motivo de que los zombies ahora corran más y sean más ágiles; y en general la causa de esta nueva pandemia. En cierto modo una de las mayores decepciones con esta obra han sido estos dos “héroes” que nada tienen de ello, pero les ha tocado serlo. No resulta coherente la profesión de Marc con lo que se ve en la obra ya que de experto, a mi modo de ver, tiene poco. Así mismo, seremos testigos de una serie de acciones y pensamientos despreocupados por parte de ellos dos, más obsesionados por beneficiarse a la vecina de al lado, que por la horda de zombies que están aporreando su puerta; factores todos ellos, que dan como resultado no llegar a empatizar para nada con los personajes.
Otro elemento con el que no logré congraciarme, será esa tendencia del escritor de darle una pátina humorística a su novela, dando como resultado situaciones poco lógicas y no solo por los diálogos, sino también por diversas situaciones que suceden que no me convencen para nada y que en cierto modo rompen con la posibilidad de hacerse creíble el apocalipsis para el lector. 
Si bien nos encontramos, como dije anteriormente, una manera singular de presentarnos la aventura, partiendo de veinte años después de la primera plaga, siendo diferente en cierto modo, con lo que nos solemos encontrar en la literatura Z, unido ello con momentos de cierta tensión e intriga que nos llevan a querer saber cómo los resolverán los protagonistas, en líneas generales me ha resultado poco gratificante esta lectura, adoleciendo de aspectos y características que yo valoro mucho en este tipo de novelas. Quedan por delante cinco entregas más, no sé si me decidiré a leerlas, tal vez el siguiente, por malsana curiosidad de ver si el escritor ha evolucionado o cambiado de registro, ya que la idea no adolece de imaginación. Cómo siempre os digo sea la decisión que toméis, si os decidís por ella, espero que la disfrutéis.