Autor: Benjamin Alire Sáenz
Editorial: Planeta
Número de páginas: 415
ISBN:
Precio: ?
Puntuación: 7,5
Sinopsis:
Aristóteles es un adolescente enojado con un hermano en la cárcel. Dante es un sabelotodo que tiene una forma poco común de ver el mundo. Cuando los dos se conocen en la piscina, parecen no tener nada en común. Pero cuando los solitarios comienzan a pasar tiempo juntos, descubren que comparten una amistad especial, del tipo que cambia vidas y dura toda la vida. Y es a través de esta amistad en donde Ari y Dante aprenderán las verdades más importantes acerca de ellos mismos y el tipo de persona que quieren ser.
Opinión personal:
Lo que creo que más me ha gustado de este libro es la gran facilidad que tiene para leerlo en inglés. Realmente es un libro con un estilo muy sencillo, una pluma directa y sin florituras que va directamente al grano, y la historia es también muy tranquila y sencilla: no hay grandes escenas de acción y todo sucede más o menos en un ambiente cotidiano, por lo que no hay ninguna dificultad para leerlo en inglés, es más, a veces hasta se me olvidaba y pensaba que lo estaba leyendo en castellano. Al tener una pluma tan directa las descripciones son prácticamente nulas, y pensándolo ahora, después de haberlo leído, no hubieran estado de más, pero mientras estás leyéndolo la verdad es que no las echas en falta.
La historia la cuenta Aristóteles o Ari, un adolescente que, como dice la sinopsis, está cabreado con el mundo en general. Ari es bastante ati-social, no tiene amigos, pero no porque no pueda sino porque, simplemente, no quiere. Es como si la gente le desagradara. Tiene una buena relación con sus padres, pero está obsesionado con el tema de su hermano mayor, que está en la cárcel y quien parece no haber existido nunca. Se podría decir que Ari no ha encontrado su lugar en el mundo, que está perdido y cabreado y que tiene miedo y no sabe todavía lo que significa hacerse mayor. Creo que lo segundo que más me ha gustado de este libro ha sido este personaje, sin el cuál probablemente no guardaría un buen recuerdo. Me he sentido muy identificada con Ari y con su forma de ver el mundo, aunque es un poco dramática, porque yo misma me siento así muchas veces. Es un personaje con el que he conectado totalmente y que me ha recordado a mí misma, y sin duda el que más me ha gustado.
Dante es la persona que desencadena toda la historia. Lo que más me ha gustado de él es la forma que tiene Ari de describirlo. Tal y como lo cuenta, Dante es un chico extraordinario, que todo lo que sale de su boca parece maduro y sincero, un chico que no se encuentra todos los días y que al hacerlo, te cambia la vida. En fin, era preciosa la forma en que Ari le veía. Pero luego, en los diálogos y demás, yo no le veía tan impresionante. En fin, era un personaje bastante... plano, que ni fu ni fa. No me ha desagradado por lo que ya he mencionado antes, pero tampoco he logrado conectar de él. Digamos que no estaba a la altura de lo que Ari pensaba de él.
La relación entre ambos me gustó, cómo poco a poco se va desarrollando y pasa de ser una simple amistad a algo que no tiene definición, algo más. Más o menos, a lo largo de todo el libro, se puede ver que entre ambos hay un vínculo especial, una especie de conexión, pero al mismo tiempo tampoco pasa de eso, de ser una simple amistad. Es como que quieren y no quieren, quieren pero no se atreven. Me encantó como poco a poco se van definiendo sus sentimientos, se va desarrollando ese amor. Me pareció una relación muy bonita.
Aunque bueno, es cierto que muchas veces su amistad se limitaba en: y nos empezamos a reír. Sí, a estos dos personajes les entraban ataques de risa cada dos por tres y yo no le veía la gracia a la situación, pero en fin.
Aunque es un libro que se lee muy rápidamente y que pasa sin casi darse cuenta, no esperéis un libro con mucha acción o sucesos importantes. Más que nada es el día a día de estos dos personajes, sus reflexiones y sus situaciones en la vida normal. Se podría decir que es un libro en el que no pasa nada, pero ya digo que no se hace nada pesado. A mí es que los libros así de tranquilos me suelen gustar mucho.
En resumen: Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo es un libro que he disfrutado, perfecto para leer en inglés, sin mucha acción y con una pluma sencilla. Tampoco es una obra de arte ni se quedará grabado en mí durante mucho tiempo, pero es perfecto para desconectar y leer algo light.