Autor: Lauren Kate
Editorial: Montena
ISBN: 9788490432051
Páginas: 368
Año de publicación: 2015Precio: 16.95€
En La última lágrima, el llanto de Eureka provocó la inundación de la Tierra, y ahora en Atlantis emerge de las aguas, trayendo consigo el malvado rey Atlas. Eureka es la única que puede detenerlo, así que emprende un viaje hacia Atlantis con su hermana Cat y el atractivo Ander, en búsqueda de Solon, el único que sabe cómo derrotar a Atlas. Eureka y Ander deberán evitar la destrucción del mundo, pero ¿qué son capaces de sacrificar para conseguirlo?CONTIENE SPOILERS DE LA ÚLTIMA LÁGRIMAPara ser sincera, no estaba muy segura con qué me iba a encontrar con esta segunda parte. La primera novela de la trilogía la leía hace poco menos de un año y, como comprobaréis si ojeáis la reseña, tampoco fue nada del otro mundo. No obstante, después de aquel final en el que Eureka lloraba al fin y provocaba aquel apocalipsis, tenía curiosidad por saber cómo avanzaba la historia.No lo cogí con las expectativas muy altas, a que la primera parte no fue nada del otro mundo, pero todavía tenía algo de esperanza. Deseaba que la trama mejorase y que hubiese más acción o acontecimientos más impactantes, pero (lamentablemente) no me encontré nada extraordinario.Básicamente, esta segunda parte comienza justo donde el anterior terminó. Nos muestran las consecuencias que han tenido las lágrimas de Eureka tanto en la tierra como en lo que a los Portadores de la Simiente respecta. Y a partir de aquí, se construye el dilema de esta continuación que, a mi modo de ver, funciona como una novela puente entre la primera y la conclusión de la trilogía.Aunque me encantaría comentar cada uno de los aspectos reseñables de cualquier novela, después de leerla he tenido una sensación de vacío literario que me impacta hasta a mí. Siento que el libro no me ha aportado nada nuevo y que lo único que presenta son carencias y vacíos, malos giros argumentales y pequeñas meteduras de pata.Sin embargo, no quiero ser del todo negativa y, para no engañarnos, también tendría que comentar algunos de los aspectos positivos, que, aunque escasos, sí que hay. Uno de ellos es que (como ya os comenté en la reseña anterior) el narrador no es Eureka, sino que la historia nos la presenta una tercera persona que, en esta segunda parte, se permite el lujo de mostrarnos las acciones de otros personajes: cómo confabulan los Portadores de la Simiente y la interacción de otros personajes secundarios que son introducidos en Atlántida. Como con todo, estos cambios de punto de vista siempre refrescan la lectura y enriquecen la trama, por lo que son de agradecer.Otro de los puntos a favor han sido las intervenciones de los hermanos de Eureka que, poco a poco, e están haciendo un hueco en mi corazón de los monos y adorables que son. También conocemos a otros personajes llamativos con un piquito de oro, pero en mi corazón solo habrá sitio para ellos dos (?).Lamentablemente, del romance en esta segunda parte tampoco hay mucho que contar. Las escasas escenas que se desarrollan son breves y con el fin de darnos un poco la píldora; además de que lo que pasa y las decisiones que toman no me convencen del todo. Puede acarrearse a la edad de los protagonistas o a una carencia de verosimilitud en este aspecto por parte de la autora. Sea cual sea el culpable, el drama no me ha parecido tal.En conclusión, Atlántida es una segunda parte interesante pero sin tanto gancho como la anterior. Una novela puente que, aunque no del todo prescindible, sí innecesaria. Levemente menos agresiva y adictiva que La última lágrima.