Título: Atrpando un sueñoCastigado por los dioses a vivir una vida exenta de sentimientos, Xypher eligió la senda de las sensaciones que resultó en una condena a muerte. Ahora tiene una última ocasión de redimirse: de vuelta entre los humanos, en tan solo un mes de tiempo podrá salvarse si realiza una buena acción. Si no, será condenado al suplicio eterno del Tártaro. Sin embargo, la redención significa bien poco para un semidiós que solo quiere vengarse de quien causó su caída.
Saga: Cazadores Oscuros (13/25)
Autor: Sherrilyn Kenyon
Editorial: DeBolsillo/PRH
*NO DISPONIBLE EN MÉXICO*
Sinopsis:
Simone Dubois es una médico forense que no se asusta con facilidad; sobre todo, porque también es vidente y puede comunicarse con las personas a quienes está practicando la autopsia. Pero todas sus convicciones se desmoronan cuando un extraño quiere convencerla de que en ella se concentran poderes mucho mayores que los de una vidente. El futuro de la humanidad está en juego y también la vida de Simone. Y ella solo hace que preguntarse qué es más peligroso: si los demonios atlantes que la persiguen, o Xypher, el hombre que la ha cambiado para siempre.
Este es el tercer libro de la serie Dream-Hunters y desde que Kenyon nos presentó a estos dioses oníricos es la primera vez que disfruto con ellos. Para los que nos saben que son los Dream-Hunters (#LeshacefaltaleermásKenyon) son como les decía unos dioses oníricos que fueron castigados por Zeus a perder todas sus emociones. Ellos no sienten absolutamente nada a menos que estén en el
plano onírico donde son capaces de sentir las emociones de los humanos que están soñando. Volver a sentir aunque sea solo un poco es tan bueno para ellos que algunos terminan haciéndose adictos a las emociones humanas y se les conoce como Skoti los cuales son cazados por los Dream-hunters pues su apego a los humanos pueden causarle la muerte a estos.
Xypher, nuestro protagonista es precisamente un Skoti pero no uno cualquiera pues es un mestizo al ser su madre una demonio gallu (unos demonios sumerios muy muy pero muy malos que le tienen mucho afecto a la carne humana) siempre fue rechazado por todos. Para los sumerios siempre era débil y para los griegos no era más que el hijo de un engendro así que Xypher nunca conoció el afecto aun cuando Zeus no le había robado sus emociones por eso el día que conoció a Satara (una hija de put… de las que ya les hablaré en otra ocasión) y está le juro que lo amaba no pudo más que creerle y aceptar por ella el castigo sólo para descubrir que le había mentido en todo. En el libro “El diablo puede llorar” Xypher hace un trato con Katra (la protagonista de ese libro) y promete ayudarla a acabar con los demonios gallu y a cambio ella convencerá a Hades de que lo deje salir como humano un mes en la tierra así que obviamente cuando lográ salir del Tártaro busca por todos los medio vengarse de la zorra de Satara pero está al ser la cobarde que es recurre a su hermano Stryker (el líder de los daimons) para que la salve y este le da unos juguetitos atlantes que unirán a Xypher con Simone, una humana común y corriente que es capaz de ver fantasmas.
El amor es engañoso y sublime. En su forma más pura saca a relucir lo mejor de todos los seres. En su forma más retorcida es una herramienta que se utiliza para manipular y arruinar a cualquiera lo bastante imbécil para sentirlo.Si leyeron la reseña del anterior libro de la saga “La luna de la medianoche” sabrán que no estaba muy feliz con el desarrollo de la historia pues el libro anterior se me hizo pésimo pero ahora con este libro eso que tanto amaba de Kenyon ha regresado y con todo.
No seas imbécil.
El sacrificio es para los débiles. El odio corrompe. El amor destruye. La venganza es el don de los fuertes.
Para empezar en este libro regresamos a Nueva Orleans donde veremos a varios personajes ya conocidos, como por ejemplo mi bello esposo Acheron (el cual por cierto jamás será para mi Aqueron) el cual vuelve con toda su sabiduría Jedi. También veremos a los osos del Santuario y a Julián de Macedonia al cual ya echaba muchísimo de menos.
Además de viejos conocidos conoceremos a muchos otros personajes nuevos entre ellos Jaden, un demonio con los poderes primarios capaz de lograr que grandes y malos dioses como Xypher se caguen en los calzones sólo con mirarlo (no lo digo yo, lo dice el ego de Jaden). Realmente muero de ganas de conocer la historia de este demonio pues aunque la autora nos deja ver pequeños datos de él este libro no hace más que aumentar mi curiosidad sobre él. Esa es otra cosa que me ha gustado mucho del libro pues Kenyon nos introduce más en el mundo demoniaco cosa que hasta este libro no había hecho del todo.
Pero si tuviera que elegir lo que más amé de este libro ese sin duda alguna fue Xypher, díganme loca o lo que quieran pero soy incapaz de resistirme a personajes torturados como él (sólo échenle un ojito a mi lista de amores, entre ellos, Zarek, Zsadist, Acheron, Wren, Vane… y puedo continuar y continuar). Personajes que son fieros, duros y groseros pero que cuando conocen a la persona indicada muestran un lado vulnerable que nadie más conocerá son los que me vuelven loca así que obviamente desde que Xypher sale en los primeros capítulos soltando maldiciones y amenazas de muerte me quedé prendada a él… típico xD
Tenía la sensación de que había algo más. Alguien que era capaz de odiar tanto como Xypher debía, sin duda, amar con la misma intensidad.En resumen, después de ese terrible tropiezo de la autora regresa con más fuerza que nunca.
Y su necesidad de matar por encima de todas las cosas delataba que había sido víctima de una traición brutal. La única persona a quien ella había querido matar era al asesino de su madre…
―No puede existir el odio sin el amor.