UNA SERIE DELIRANTEMENTE DIVERTIDA. ÚNETE A LAS AVENTURAS DE LA COMUNIDAD DE VECINOS MÁS LOCA Y CHISMOSA QUE PUEDAS IMAGINAR. PORQUE TODO ES MEJOR CUANDO ESTAMOS... JUNTOS Y REVUELTOS.
UNA HISTORIA DE AMOR Y ODIO CON TODAS LAS DE LA LEY.
¿Qué secretos guarda Susana Márquez, la querida madre soltera del 2º, y quién será el afortunado al que se los revelará por fin? No existe mayor misterio que ese en el número 13 de la calle Julio Cortázar, y ninguno de sus vecinos podría haber imaginado el perfil del hombre con el que el destino la obliga a convivir bajo el mismo techo: el prejuicioso y santurrón jefe de estudios de su hijo.
A priori, nadie diría que Susana y Elliot tengan nada en común salvo la atracción que sienten y el desprecio que se profesan mutuamente, pero una noche alocada y un accidente doméstico desembocarán en el inesperado favor que fomentará su intimidad... y la curiosidad de los vecinos.
PARA QUE LUEGO DIGAN QUE DIOS NO CASTIGA DOS VECES.
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Bajo el mismo techo de Eleanor Rigby es la tercera entrega de la serie Juntos y revueltos, una novela que nos lleva de regreso a la peculiar comunidad de vecinos del número trece de la calle Julio Cortázar, un vecindario que tiene conquistado al lector por sus inquilinos, gente real como la vida misma que supo atraparnos gracias a su sencillez y a todas las locuras que son capaces de cometer. Así, en esta ocasión será Susana la encargada de contarnos sus vivencias, esa madre soltera que esconde algún que otro secreto y que es todo un enigma por resolver.
De este modo , nos trasladamos del cuarto piso, donde Eli y Óscar tuvieron su momento en Desde mi ventana, al segundo donde se encuentra Susana Márquez , madre de Eric, una mujer que ha sabido criar a su hijo sola, sin ayuda de nadie, y según su parecer no le ha hecho tan mal. Su relación con Eric es especial, un vínculo muy fuerte los une pues no solo son madre e hijo, también son verdaderos amigos que se lo cuentan todo, o por lo menos eso pensaba ella ya que una llamada del jefe de estudios le supondrá enterarse que últimamente Eric no es el mismo, falta a clases y no le dice lo que realmente le está ocurriendo en ellas. No obstante, eso no será lo que más enfade a Susana, será el propio jefe de estudios quién le amargará la existencia cuando solo con verla y tratarla una vez la juzgue y tache de mala madre, un altercado que los llevará a despreciarse mutuamente, donde ella piensa que él es un mojigato y él que ella es demasiado promiscua para estar al cargo de la educación de un niño de doce años. Así, ambos se odiarán de forma inmediata, aunque muy pronto el destino se encargará de hacerles ver cuán equivocados estaban.
Elliot Landon es el actual jefe de estudios del colegio Ángel Ganivet y lo que menos soporta de su trabajo es que los padres no sepan velar por sus hijos. Su infancia no fue todo lo buena que hubiera deseado, su madre lo dejó con solo nueve años con un padre que no conocía y antes de eso no es que cuidara mucho de él, por esto, su misión en el colegio es proteger a los alumnos y saber si viven en un hogar cálido y afectuoso. Esto mismo quiere averiguar sobre el alumno Eric Márquez, quiere hablar con su madre y decirle como ha sido la actitud del muchacho últimamente, pero cuál será su sorpresa cuando la mujer que entre en su despacho sea la misma que no puede apartar de su mente desde hace unos meses, además de ser la misma que la noche anterior quiso ligar con él en un bar y que los llevó a una situación algo comprometida para ambos, o por lo menos hasta que él huyó.
Así, Susana y Elliot comenzarán de la peor manera posible, no obstante, el asunto no acabará ahí ya que por casualidades de la vida deberán convivir bajo el mismo techo cuando una serie de imprevistos los lleven a esta situación. Además, si esto no fuera poco, Elliot decidirá pedirle consejo a Susana para que le ayude a conquistar a una mujer ya que su timidez y su falta de práctica lo hacen nulo en esos temas. Al principio Susana se opondrá ya que es el jefe de estudios de su hijo y también porque cuando está a su lado demasiadas siente cosas hacia él, pero finalmente acabará por ayudarlo ya que por mucho que intente negarlo, estar a su lado es lo que más necesita en esos momentos . De esta manera, Susana le enseñará las artes de la seducción y, aunque la enervará pensar que esas atenciones estarán dirigidas a otra, acallará todos los celos y por una vez en su vida pensará solo en ella y se permitirá disfrutar del placer que Elliot le hace sentir. Asimismo, Elliot se implicará en todas las lecciones que Susana le está enseñando, llevándolo a degustar cada segundo a su lado, siendo además una ayuda para él porque comenzará a ver a las mujeres de otra manera, incluida Susana, quién le abriera los ojos para que vea lo equivocado que estaba con respecto a ella, pues de creerla irresponsable y fiestera, descubrirá que es una madre que haría lo que fuera por la seguridad de su hijo , una faceta que lo eclipsará poniendo su mundo del revés.
Eleanor Rigby se supera con cada novela que nos presenta de esta serie tan divertida, pero a la vez tan llena de sentimientos. En esta ocasión nos mostrará que la vida no es perfecta, que todas las personas tienen problemas que intentan sobrellevar lo mejor que pueden. Tocará temas delicados como son el acoso escolar o el abandono familiar, ambos muy bien transmitidos entre sus páginas que llevarán al lector a implicarse emocionalmente. Asimismo, como en las obras previas, también disfrutaremos de momentos divertidos, llenos de locuras, que estarán a cargo de la excepcional comunidad de vecinos , un grupo como ya sabéis diverso que cada vez nos conquista más. Nos adentraremos no solo en la vida de Susana y su hijo Eric, también conoceremos más a fondo a otro personaje, alguien que los ha juzgado a todos en algún que otro momento, pero que en el fondo no sabría qué hacer sin ellos. No quiero desvelaros mucho de este secundario, es mejor que conozcáis su historia por vosotros mismos, sorpresas que os impactarán bastante, sobre todo si habéis leído las dos novelas anteriores. Centrándonos nuevamente en nuestros principales, conoceremos mejor a Susana, esa madre soltera que levanta habladurías y chismorreos por donde pasa, sin embargo, no todo lo que se aprecia a simple vista es verdad, aquí descubriremos como tuvo que afrontar la maternidad sola y siendo tan joven, una madre luchadora que entiende y conoce a su hijo, dispuesta a todo con tal de que no le falte nada a él, su verdadera razón de existir. No obstante, la entrada en escena de Elliot la hará comprender que hay algo que le falta para ser verdaderamente feliz, alguien en quien confiar y apoyarse cuando le necesite, un hombre que la conozca realmente y la valore por ello, aceptándola con sus más y sus menos sin llegar a juzgarla. Elliot, por su parte, pasará de ser alguien frío y recto a ver la vida de otra manera, comenzando a confiar más en la gente y aprendiendo de paso a relacionarse con los que le rodean, pero sobre todo entenderá que amar no es malo, sino todo lo contrario, verá que es liberador y especial, llevándolo incluso a descubrir sentimientos que creía imposible tener. Ambos forman una pareja que harán saltar las chispas cuando estén juntos, momentos apoteósicos y llenos de lujuria que la autora ha sabido transmitir a la perfección, además, con la sencillez de su lenguaje y su forma de escribir nos regalará formar parte de esa vecindad tan especial que ya no podremos olvidar. En definitiva, una novela para disfrutar, con un romance único que me ha sabido conquistar.
Bajo el mismo techo de Eleanor Rigby es la historia de dos personas con pasados dolorosos y exentos de amor, una pareja unida por el destino que deberá dejar de lado todo ese dolor para comprender que sí existe la felicidad y que ellos también pueden gozar de ella.
· Gracias a B de Bolsillo por el ejemplar ·