Título: Bajo la sombra de los lobosUn episodio olvidado por la Historia: una infancia que conoció la crueldad, pero también el heroísmo y la esperanza.
Título original: Mano vardas Maryte
Saga: Autoconclusivo
Autor: Alvydas Slepikas
Editorial: TusQuets
Número de páginas: 272
Precio: $268.00~Gracias a Editorial Planeta México por el libro.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, las mujeres y los niños alemanes de Prusia Oriental quedaron abandonados a su suerte ante el avance victorioso del Ejército Rojo. En medio de aquel terrible invierno, las mujeres trataron de ayudarse entre sí, mientras algunos niños se atrevieron a cruzar los bosques y la frontera para alcanzar Lituania y, una vez allí, pedir comida o trabajo a los granjeros y traer de vuelta lo que consiguieran. Esos niños conocieron la crueldad, la violencia, pero también la amabilidad y solidaridad, incluso el heroísmo. A esos niños los llamaron «los niños-lobo».
Cuando el ejercito rojo entró a Alemania tenían en claro lo que debían hacer: “Mata a todos los alemanes, también a sus hijos. No existen alemanes inocentes. Apodérate de sus pertenencias, de sus mujeres. Es tu derecho, tu botín”. Bajo esta idea el ejercito rojo liberó una ola de actos atroces que clamaban venganza contra los nazis, donde las mujeres civiles fueron las que se llevaron la peor parte, pero ¿qué pasó con aquellos niños que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial solo para ver como sus madres eran violadas y asesinadas?Justo sobre este tema nos habla Slepinkas en este libro, sobre el fenómeno de los Wolfskinder, los niños lobo, como llamaban los rusos a los niños alemanes que buscaban sobrevivir con desesperación.
“Era un cadáver congelado. Había tantos por las cunetas de los caminos que decían que los lobos se estaban acostumbrando a comer carne humana. Pero de qúe lobos hablaban cuando ahora las personas que te rodeaban se habían convertido en lobos…”Creo que a estas alturas del partido ya todos saben que me gusta leer libros ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Siendo más específica, parece que me gusta sufrir leyendo las atrocidades que los alemanes cometieron, pero pese a todas esas lecturas jamás había escuchado nada referente a los niños lobos. De hecho, me parece que estaba cegada ya que después de tanta lectura sobre la Alemania Nazi consideraba a todos los alemanes como “el gran enemigo”, sin ponerme a pensar en la gente inocente que solo fue arrastrada sin poder tener voz y voto. Así que de entrada puedo decirles que este libro vino a arrojar una dosis de cruda realidad a mis convicciones y me hizo ver que siempre hay más de una historia que debe ser contada, y eso es precisamente lo que el autor hizo aquí, creó un poderoso relato basado en hechos reales de los pocos niños lobos que quisieron contar su historia.
Slepikas comienza su obra en 1946, un periodo de impunidad y sed de venganza que escudaba a la sociedad de cometer actos de pura crueldad. Bajo este contexto tenemos a todos aquellos niños alemanes que sobrevivieron a la guerra solo para conocer el hambre, el frio y la brutalidad humana, ya que a los ojos de los demás eran tan culpables de lo sucedido como el mismo Führer, razón por la cual eran cazados tan despiadadamente. Pero el instinto de supervivencia es algo natural en los humanos, por lo cual estos niños buscarían desesperadamente sobrevivir sin importar a que métodos debían recurrir para lograrlo, y quizá envalentonados por los recuerdos de una vida mejor buscan asilo en Lituania, lugar donde no fueron mejor tratados.
"En aquel lúgubre país los bosques no tenían fin y envolvían las granjas y los pueblos como un muro negro. Los lobos ya no temían a las personas; se alimentaban de cadáveres helados".Debo decirles que este libro me ha parecido brutal, y no solo por los actos que nos narra, sino por el hecho de que el autor nos deja en claro que los humanos siempre tenemos la capacidad de adaptarnos a cualquier ambiente, aún cuando este sea una verdadera pesadilla. Me pareció realmente desconsolador ver como ya era algo normal para estos niños observar cadáveres en todos lados o ser testigos de violaciones como si fuera la cosa más normal del mundo.
Es por ello por lo que una vez más debo decirles que libros como este, por más bestiales que sean, son necesarios. Sobre todo ahora cuando parece que olvidamos que en la guerra siempre hay más de un perdedor.