Revista Cultura y Ocio

Reseña Battle Royale, de Koushun Takami

Publicado el 27 diciembre 2013 por Sasy
Reseña Battle Royale, de Koushun TakamiBattle Royale (Battle Royale)Koushun Takami (traduce José C. Vales)Booket683 páginas | 2013 (1999)
En la República del Gran Oriente Asiático está prohibido el rock, esa música decadente. Los jóvenes crecen en un estado totalitario y controlador que promueve la competitividad. Como medida de control de rebeliones, la administración pone en marcha el Programa: cada año, 50 clases de distintos institutos son elegidas para luchar a muerte en la BATTLE ROYALE.Los alumnos elegidos son aislados en una isla. Las normas del juego son estrictas: no pueden escapar, no pueden contactar con el exterior, y solo puede quedar uno.Todo está permitido para sobrevivir.Empieza el juego.Empieza BATTLE ROYALE.
En Battle Royale, nos encontramos en un país futuro que todos los años organiza un Programa. Por suerte o por desgracia, en lugar de meter a gente en una casa para que se líen y se peguen durante una semana, aquí cogen a varias clases de 42 alumnos, los llevan a una isla y les dejan para matarse entre sí. Esta es la historia de uno de los Programas que se llevan a cabo todos los años, la historia de una clase entera de estudiantes que tendrán que matarse entre ellos de todas las maneras preciosas y grotescas que se os ocurran para poder sobrevivir un día más. ¡Bien!
La historia pintaba de muerte, ¿verdad? (+1 por el chascarillo ingenioso acerca de los estudiantes muertos). La trama en la que se basó Los juegos del hambre -decían-, una novela que te dejará sin respiración... y bueno, sí. Pero tanto, tanto, no. Para empezar voy a hablaros un poco del sistema en el que se encuentran. Es bastante sencillo, la verdad: ni castas ni nada, simplemente un gobierno opresor y totalitario que oprime, valga la redundancia, a la gente de debajo. Hasta ahí todo bien. Pero... vayamos a la primera frase de la sinopsis. En este sitio está prohibido el rock ("esa música decadente"), pero hay uno de los personajes que se pasa la vida escuchando esa música y, lo que es más, tocándola. ¡A Frank Sinatra, por si eso fuera poco! Más aún: todo el mundo lo sabe. ¿Cómooorl? ¿Entonces en qué quedamos? ¿Gobierno opresor o gobierno que no se entera de nada? Además de que hay una cantidad exorbitante de crimen y de cosas así, y nadie es feliz pero todos lo aceptan, a mí que me lo expliquen porque no lo veo.
Antes de seguir con la reseña, debo recordaros que "Un estudiante no es lo mismo que una mandarina". Esto es relevante (¡!) porque puede dar lugar a error. Imagina que un día te vas a comer a un estudiante y resulta que es una mandarina, sería muy desagradable. No, es broma. Lo que quería decir con esto es que esas primeras páginas antes de que el Programa/Juego/Como queráis llamarlo son geniales. La charla con el señor me pareció sublime, así como la frialdad que demuestra y lo que hace (matar a alguien y decir "Oops"). Fue ahí cuando comencé a pensar que esto iba a petarlo. Al final no fue tanto así, la verdad, y es que la trama tiene sus altibajos.Pero hablemos de los personajes. La verdad es que me decepcionó que hubiese dos personajes más relevantes como son Shuya y Noriko, me habría gustado más conocer la visión más global del asunto. Además de esto, ¡qué dos personajes! ¡Por favor! Él, insoportable Adonis de la clase con todas las chicas a sus pies, y comprometido con salvar a todo el mundo menos a los osos panda. Ella, insufrible donde las haya, personaje que yo habría matado en la segunda página (y dejo de hablar de ella porque se me hincha la vena). La verdad es que los personajes del libro son difíciles. Entre que los hombres son unos machistas tremendos y que las mujeres son unas pusilánimes, no hay mucho donde elegir. Sin embargo, hay un personaje que curiosamente tiene una historia muy potente y que me gustó muchísimo, y ese personaje es Mitsuko Souma (sí, he tenido que mirar el nombre en la bendita lista). El resto, como debe ser, pasan sin pena ni gloria, presentando un personaje para matarlo al final de ese mismo capítulo.Es en esos momentos en los que el libro engancha cantidad, en los que verdaderamente piensas que estás leyendo esa obra maestra prometida. Pero no es lo único, y es que la historia de esos dos personajes que he mencionado antes es un auténtico y verdadero tedio. Además de larga. Y dolorosa. Que no, que no me han caído bien (es mi capacidad para odiar a personajes sin tacha, bueno). Si quitamos esas escenas el libro, que se quedaría con 200 páginas menos, sería un auténtico page-turner de esos que no puedes dejar de leer. Y eso que ya así con esos dos pesados me ocupó muy poco tiempo, gracias a sus capítulos cortos y a las ganas que tenía de ver cómo se iban muriendo todos. Ese es un aspecto muy positivo: las muertes, que siempre han destacado por ser bastante planitas en la LIJ, aquí son descritas con todo lujo de detalles. Además de que matan con lo que pueden y tienen, lo que lleva a situaciones bastante incómodas para ellos y graciosas y entretenidas para el lector. ¿Mi momento favorito del libro? El del faro, sin duda. Qué risa y qué incredulidad. Aquello no podía estar pasando.Como ya os he mencionado, hay un machismo exacerbado por parte de los personajes. No he notado esto por parte del autor, eso es verdad, y también es verdad que si lo que quiere es reflejar la sociedad japonesa está bien hecho, pero molesta. Cosas como que tengo que cuidarla porque es una chica, ni más ni menos, o el creer que no te matará por eso mismo, o el ir a violarla porque es una chica... puf :/ me acabó volviendo loca. En cambio el final me ha resultado bastante sorprendente teniendo en cuenta lo que ya esperaba al ver a los protagonistas. En los últimos capítulos hay dos giros y siendo como soy yo, me habría gustado que se quedase en el primero y que no me calzase esa moralina del final, pero bueno, se acepta. Y otra cosa negativa: la edición/traducción. Los lectores llevan más de diez años esperando por este libro para recibir una edición en bolsillo, que si bien tiene un buen precio, también tiene una letra minúscula, te dejas los ojos leyéndola. Y en cuanto a la traducción, he notado muchas frases que suenan muy raro en español porque están traducidas tal cual el orden oriental (que es al revés, los complementos antes, para entendernos). No es que sea un fallo gordísimo pero es molesto, más aún cuando conoces la razón.Reseña Battle Royale, de Koushun TakamiBattle Royale me ha gustado, aunque he terminado un tanto desencantada debido a todo lo que esperaba. Es una lectura entretenida, con mucha sangre, pero no excesivamente ágil debido a lo cargante de sus protagonistas. No me parece una obra indispensable pero sí recomendable, sobre todo a lectores con mucha paciencia.


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