Reseña | Besos prohibidos, Noelia Amarillo

UNA NOVELA ROMÁNTICA ESPECTRALMENTE DIVERTIDA EN LA QUE NADA ES LO QUE PARECE Y EN LA QUE ALCANZAR "EL CIELO" SOLO ES CUESTIÓN DE AMOR Y CONFIANZA... Y DE MUCHAS RISAS.

Hace tiempo, Jota cometió un gran error. Y no es que no hubiera cometido muchos otros errores antes. Pero este fue apoteósico: le costó su trabajo, liquidó su carrera y casi acaba con la vida de su mejor amigo. Ahora, tras años de esfuerzo y autocontrol, ha conseguido volver a ser admitido en el complicado mundo cinematográfico. El problema es que la grabación tiene lugar en una antigua mansión cargada de secretos, de viejas historias y, según dicen, de fantasmas, y cuyas dueñas son dos ancianas de lo más peculiares.

Pero eso no es lo que le preocupa a Jota. Lo que le quita el sueño y lo lleva por la calle de la amargura es la deslenguada y desafiante mujer que se divierte haciéndole la vida imposible. Ella y, por supuesto, todos los incidentes inexplicables que se suceden en el rodaje y que parecen apuntarle como único culpable.

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Cuando conocí a Jota en Besos robados supe que llegado el momento este personaje iba a regalar a los lectores asombrosos momentos de pasión y deseo además de divertidos escenarios a cada cual más asombroso, con lo cual, sumergirme en su historia, Besos prohibidos, ha sido una satisfactoria lectura que ha cumplido mis expectativas incluso superándolas. De esta forma, Noelia Amarillo y su deslumbrante ingenio ha creado una trama repleta de misterio y sorpresas, acompañada de un rodaje algo accidentado y de apariciones terroríficas que terminarán convirtiéndose en compañeros de aventuras y diversión cuyas intervenciones serán difíciles de olvidar.

Así pues, Jota es un reconocido director de fotografía más por los escándalos ocasionados hace años a causa de su adicción a las drogas y el alcohol que por su trabajo. No obstante, tras su participación en Besos robados una nueva oportunidad de limpiar su imagen se va a presentar con el rodaje de Besos prohibidos, un guión sin mucho enganche que la directora y él mismo deberán convertir en todo un éxito. Con lo cual, sin la confianza del equipo y del propio productor se sumergirá en un rodaje ubicado en un pueblo algo aislado, cuyo escenario principal será una casona derruida más terrorífica que acogedora, Villa Fortuna, su nuevo destino y hogar por unas semanas. Sin embargo, si no tiene suficiente con la desconfianza que sus compañeros le tienen, una serie de extraños sucesos lo señalarán como el causante de los desbarajustes que se están produciendo, ocasionando incesantes acusaciones y juicios precipitados que pondrán a prueba su paciencia y tesón.

Társila o como muchos la conocen Índigo, es la futura heredera de Villa Fortuna, su hogar, donde vive junto a su abuela Esme, su tía abuela Ágata y un variopinto grupo de fantasmas encerrados por siglos entre las pareces de la mansión a causa de una terrible maldición, impidiéndoles abandonar este mundo y avanzar hacia un lugar mejor. Hasta ahora, su vida ha estado marcada por su rareza de ver espíritus reduciendo su mundo y sus amistades, no obstante, la llegada del equipo de rodaje que ha alquilado su casa va a trastocar su existencia y su monotonía, sobre todo el insufrible director de fotografía, un tipo exasperante que no sabe mantener la boca cerrada ni las manos alejadas de su inseparable petaca, una actitud que le evoca desoladores recuerdos que obstaculizan un carácter más abierto y cercano cuando está cerca de Jota.

Por lo tanto, Jota conocerá a la mujer perfecta para él y la horma de su zapato, un deslumbrante ángel que pone a prueba su autocontrol y lo empuja a dejar atrás todo lo malo. Por su parte, Társila luchará por lo que este le provoca, evitará su cercanía y sus promesas vacías que tanto le recuerdan a su padre, aquel que le enseñó a no confiar en los hombres ni en los sentimientos que pudieran despertarle. Así pues, mientras que Jota se encuentra en medio de un rodaje de locos donde los accidentes y las extrañas desapariciones de material se suceden constantemente señalándolo como culpable, Társila será la única capaz de manejar las travesuras de un grupo de fantasmas que complican la labor del fotógrafo, por lo que ambos trabajarán codo con codo para que todo vaya bien, desvelándoles más cosas en común de lo que creían tener, entre ellas su cariño a dos ancianas metiches y su entendimiento con ectoplasmas cascarrabias y chistosos que van causando más de un incidente allá por donde van. Pese a todo, no solo tendrán que hacer frente a las locuras fantasmales de cuatro espectros, también se toparán con una maldición que los ata a la tierra, una parte de la historia un tanto sombría que tortura a la etérea Isabella, la cual espera pacientemente el reencuentro con su amado, siendo todo ello problemas añadidos para Jota, pues poco a poco se verá unido a su energía y emociones desvelándole un mundo en el que la muerte no es el final que siempre nos habían contado. Asimismo, su amor por Társila será otra gran lío que resolver, esta vez emocional, sus sentimientos serán una y otra vez rechazados por los miedos y juicios de una joven marcada por el dolor del pasado lo que hace más difícil su avance y conquista, pero su linda sonrisa, su tierno corazón y su sensual labia logrará lo que nadie antes había alcanzado, hacerse con el amor de una mujer asustada por la posibilidad de salir dañada y herida en una relación donde no todo está escrito. Sin embargo, para lograr una confianza ciega y un amor sin límites, la verdad deberá salir a la luz y aclarar todas las dudas y prejuicios que desde que se conocieron ha rodeado sus vidas, todo ello antes de dar el gran paso y de cerrar un círculo que tanto sufrimiento ha ocasionado.

Noelia Amarillo sigue cosechando éxito con sus novelas y la clave no es otra que escribir con el corazón, creando personajes que sepan transmitir historias que sean emotivas y divertidas. Pues bien, esta nueva obra lo tiene todo, carisma, sentimiento, misterio, apariciones guasonas y otras no tan dicharacheras, todo ello escrito con ligereza, cercanía y mucha sensualidad convirtiendo una simple aventura de fantasmas en una explosiva trama cargada de deseo, pasión, dolor y muchas dosis de humor. Así pues, vuelvo a caer rendida ante su talento, una nueva obra que ha sabido enamorarme enganchándome más que a sus páginas a las vivencias contadas, sintiéndome uno más de sus personajes, sufriendo con ellos, riendo con ellos y amando, pues aquí descubrirás un torrente emocional de la mano de vivos y muertos, cada uno sabrá transmitir al lector lo que la vida ha traído hasta ellos, emocionándonos ante lo que iremos encontrando. Con lo cual, un simple rodaje traerá de vuelta un pasado olvidado rodeado de mentiras, pero también acarreará la felicidad de nuestro héroe, gracias a esto el destino le ofrecerá la oportunidad de ser feliz y de ser amado dejando atrás una piedra que lo ata a sus años de descontrol y desenfreno, un símbolo del ayer que deberá dejar ir para avanzar y ser dichoso junto a su querida Társila, una elección difícil que determinará su mañana. Asimismo, nuestra fiera protagonista también acarrea un bagaje que la asfixia y no la deja libre, elecciones ajenas que han marcado su vida y la han llevado a un callejón sin salida, no obstante, conocer a Jota, su niño bonito como le gusta llamarlo, le dará la oportunidad de crear su propio camino alejado de un padre alcohólico y una madre dependiente que solo supieron amargar su infancia, pese a todo su fortaleza y valentía quedará reflejada en la trama, desvelándonos una mujer lanzada y decidida que me cautivó y a la que admiré de principio a fin. Por su parte, Jota fue todo lo que imaginé cuando lo conocí en Besos robados y mucho más, además de su sensualidad y picardía desveló un espíritu guerrero y un toque dulce y delicado que me enamoró, demostrando una conexión extraordinaria con la más etérea de los fantasmas, la desdichada Isabella. Tras todo lo ya dicho, me es imposible no hablaros de los espíritus de Villa Fortuna, Raimundo y Nicolás los causantes de la maldición, Manuel el amante de la comida con las manos algo largas, Bras el pianista desafinado y Silvestre el más cercano a nuestra heroína y el más alocado de todos, todos ellos junto a Isabella han convertido el hogar de Társila en un lugar encantado lleno de encanto que traerá de cabeza a todo un equipo de rodaje, siendo imposible tener un día normal sin que algo raro o extraño suceda, trayendo diversión al lector y grandes escenas que recordar pues unas horas de lectura son instantes grabados a fuego en la mente y corazón de aquel que se deje seducir por las locuras de todos ellos. Finalmente, destacar que no todo lo que ocurre va a ser cosas de entes inquietos, un mal rodea la casa y a Jota, peligrosos sucesos provocarán desconcierto y temor despertando un pasado doloroso que podría acabar con el futuro de nuestros queridos protagonistas, los cuales están acosados por mentes desquiciadas llenos de odio, intriga y celos. Para terminar, solo destacar la exquisita prosa de la autora, mostrándonos una narración ágil, sencilla, pero intensa donde conocer a Jota, Társila y su grupo de amigos te arrastrará a una lectura como pocas donde una vez terminada desearas volver a iniciar, así que animaros con su lectura pues es difícil que os arrepintáis de hacerlo.

Besos prohibidos de Noelia Amarillo es la perfecta historia de Halloween repleta de fantasmas y maldiciones, un rodaje accidentado donde Jota y Társila conocerán el amor en medio de agrestes enfrentamientos, rechazos y apasionantes encuentros acompañados de asombrosas revelaciones y más impactantes confesiones en la que vivos y muertos verán el final de una historia de dolor y sufrimiento.