Título: Cada siete olasTítulo original: Alie sieben WellenAutor: Daniel Glattauer
1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail.2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete olas.
!! Puede contener spoilers del primer libro !!
Después de un sentido e-mail en el cual después de tanto tiempo conteniéndose Emmi finalmente le confesaba a Leo que lo amaba pero que aún así no había podido ir a su encuentro (lo sabemos Bernhard, no es tu culpa ser un inoportuno, al fin y al cabo tú estabas primero XD) la única respuesta que recibe es un mensaje automático del administrador del sistema, el cual, para desesperación de nuestra protagonista, parece dispuesto a suplantar el lugar de Leo.
Algunos meses después, su monótona vida sufre un revés cuando inesperadamente, Leo revela al administrador del sistema en su tarea de responder los mensajes de Emmi.Y entonces todo debería volver a ser como antes, pero no, esta vez no, porque en Boston, Leo ha conocido a Pam eh perdón, Pamela, y con ella ha comenzado una relación que cuando menos es seria. Por su parte, Emmi aún continúa casada.
En un principio, Leo se muestra frío y algo distante, en cualquier caso ya no es el Leo que Emmi tanto ha añorado, pero de nuevo las dosis de alcohol (ese gran deshinibidor) le harán revelar secretos bien guardados en ¨su armario emocional¨ a altas horas de la madrugada, y aunque la confesión se hace esperar, pronto queda bien claro que entre ambos siguen habiendo mucho más que sentimientos de amistad.
Cada siete olas me ha dado lo que deseaba, no podía ser de otra manera, aunque si debo reprochar esa ansia casi destructiva de ambos personajes, como si en todo momento les proporcionara placer callar lo que ya era sabido por todos y en su empeño, permiten al tiempo que vuelva a hacer de las suyas lo cual provoca que los períodos de ¨silencio¨ sean bastante extensos e incómodos, pero también aportan ese punto de necesidad mutua que les demuestra que lo que sienten el uno por el otro es innegable.
En cuanto a los personajes, he disfrutado viendo como Leo intentaba rehuir de sus sentimientos hacia Emmi, solo por el macabro placer de que luego tuviera que tragarse sus palabras. Emmi, por su parte, adquiere un poco más de seguridad en sí misma, y aunque a veces se haga un poco insufrible con sus arranques de celo, creo que era algo inevitable, un modo de demostrar lo que no se atrevía a decir.El final es predecible, desde luego, pero aún así, ¿qué otro final se podría esperar? Es imposible imaginarse a Emmi y Leo acabando de otra forma.