Reseña: Candiles para Lucía

Puntuación: 5 de 5.

Un niño de pueblo llega al mundo una fría noche de otoño a la luz de un viejo candil. No imagina que ese arcaico artilugio le acompañará durante toda su existencia iluminando cada momento de su vida. En su infancia, alumbrando las primitivas viviendas que se ve obligado a habitar debido a los constantes cambios de destino de su madre. En su niñez, dando resplandor a su numerosa familia. En su adolescencia y juventud, al heredar, a veces con desgana, el apodo de su padre "Candiles". Y en su madurez, prendiendo la llama que guiará a su nieta Lucía en el recuerdo de sus antepasados

Reseña 184. Terminé " Candiles para Lucía" con una sonrisa en los labios. Es una historia tierna, real, que te llega al corazón. Su autor, Moisés González Muñoz, ha desgranado su infancia en la España de los años 60′ y 70′. Capítulo a capítulo nos explica cómo era vivir en aquella época. Desde un punto de vista alegre, simpático, nos acerca a las travesuras infantiles, las proles interminables, la cercanía de la familía, los adelantos que fueron apareciendo o las costumbres.

Soy más joven que el autor, unas dos décadas, pero muchas de las cosas que narra yo las he vivido parecidas durante mi infancia y de no tan niña en mis vacaciones veraniegas: la falta de agua corriente en la casa y tener que ir por ella a la fuente, la luz que se iba cada dos por tres por lo que tocaba iluminarse con velas, las calles (por llamarlas de alguna manera) sin farolas. Nada de nevera, televisión o lavadora, el aire colándose por las rendijas de las ventanas...

Todo esto viene a decir que me he sentido introducida en la trama, identificada por lo que cuenta. Y es que es un gran regalo el que le ha hecho a su nieta. Y para los demás una novela muy recomendable.