Nocturna Ediciones || Mayo 2012
512 Páginas || Papel
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Alex entra en el bosque con una pistola. Cuando sale, el mundo ha cambiado.
Primero fue el zumbido. Después, los dispositivos electrónicos dejaron de funcionar. Y entonces...
Cenizas se inicia con el viaje de Alex, una adolescente enferma que, tras haber perdido toda esperanza de recuperación, decide atravesar a solas los fríos bosques de Waucamaw. Pero por el camino se topa con un anciano y su nieta Ellie, una niña destrozada porque acaba de perder a su padre en la guerra de Irak. Justo cuando Alex está a punto de dejarlos atrás, un zumbido comienza a extenderse por el lugar y un fuerte dolor se apodera de Alex. Entonces todo se vuelve extraño: pájaros muertos llueven del cielo, el chirrido se intensifica, los aparatos electrónicos dejan de funcionar...
Cuando por fin el dolor cesa, el abuelo ha muerto y Alex está sola con Ellie. Y en el bosque se oyen disparos.
Leí 'Cenizas' por primera vez cuando se publicó, a mediados del 2012. Recuerdo que lo conocí gracias a una gran campaña por parte de Mientras Lees, en la que incluso participé grabándome en video y comentando aquello que esperaba de la historia (podeis ver el video aqui). Y lo que esperaba era mucho, así que mis expectativas al leerlo eran muy altas. Puedo decir que en aquel momento, el libro no me defraudó para nada, sino que aún fue mejor de lo que esperaba. Y ahora, casi tres años después me reafirmó en mi opinión. 'Cenizas' ha vuelto a emocionarme y sorprenderme, haciendo que leyera cada página como si fuera la primera vez. Así que no puedo estar más que satisfecha de haberme apuntado a la lectura conjunta organizada por Tina-Jack, ¡gracias!
La historia comienza cuando Alex, nuestra protagonista, emprende un viaje sola quizá para no volver. Está enferma, y cansada de tratamientos y medicinas, debe replantearse su vida y lo que quiere. Por ello viaje a un lugar que solía visitar junto a sus padres, y es allí, en medio de la naturaleza y de la montaña donde se encuentra con la pequeña Ellie y su abuelo. La niña es algo seca, sin ganas de relacionarse con nadie, ni siquiera con la perra que era de su padre y que es el único recuerdo que le queda de él.
Sin sentido del olfato, los recuerdos se te escurren como monedas en un bolsillo roto, hasta que todo el pasado se convierte en cenizas y tus padres, en un espacio en blanco: no te queda más que los agujeros de un queso suizo.Mientras Alex conversa con el abuelo, algo sucede y al despertar, el viejo está muerto y algo ha cambiado en el ambiente, y en ellas mismas. Alex debe hacerse cargo de Ellie, cuidarla y protegerla porque solo se tienen la una a la otra, y juntas, emprenden un viaje para salir de la montaña y saber lo que ha ocurrido. Pero dicho viaje no es nada fácil, sobre todo cuando todo va yendo a peor y sus vidas corren peligro.
Creo que contar algo más de lo que sucede estropearía el libro, y esa tensión que rodea toda la historia. Ilsa tiene una manera de escribir que consigue que te sientas parte de lo que ocurre, y que creas que tú misma estás en peligro. Sus descripciones son detalladas, sin dejarse una sola escena en el tintero, ya sea con o sin sangre y muerte, y eso es de agradecer. Porque aunque digan que este libro es juvenil, para mi no lo es. Es un libro con protagonistas jóvenes si, pero con una ambientación, unas descripciones, y una narración no aptas para según que edad.
'Cenizas' te pone los pelos de punta. Te emociona hasta el punto de colocar un nudo en tu garganta que te impide tragar. Te envuelve en una tensión palpitante y constante, deseando saber que ocurrirá a continuación y si los personajes van a lograr salir de esa situación. Y sobre todo, te deja con el ansia de saber qué ha ocurrido y por qué ha ocurrido, provocando que seas incapaz de dejar de leer. Y eso, además, con unos personajes únicos, descritos con todo detalle y cuya personalidad no puede estar más elaborada. Alex es una protagonista fuerte y valiente, de esas que animas a seguir aunque las veas en la peor de las situaciones. Ellie, empieza siendo una niña repelente y odiosa, pero terminas comprendiéndola y queriendo rodearla con tus brazos porque no deja de ser eso, una niña. Y luego, entre otros tantos, está Tom. Tom es ese chico protector y amable que todos querríamos tener a nuestro lado en una situación así. A mi me ganó desde el primer momento que lo conocí y ha vuelto a ganarme esta segunda vez. Uno de mis protagonistas masculinos favoritos, sin duda alguna.
El tejido desprendía un aroma almizcleño que olía a seguridad: era como estar envuelta por unos brazos fuertes que sabes que nunca te abandonarán.Y como ya digo, en la historia hay más personajes, algunos con más relevancia e importancia que otros, pero necesarios para la trama, aunque solo salgan en unas pocas páginas. Con todos es fácil identificarse, bien para aceptarlos, o bien para desearlos muertos. Pero se entiende como son, y eso es gracias a la autora.
No sé que más puedo deciros de este libro, salvo que lo leais. Que le deis una oportunidad siempre que os gusten este tipo de historias, porque no os decepcionará. Es un libro distópico, con un mundo conocido que deja de serlo de un segundo para otro, y en el que las cosas, siempre pueden ponerse peor, lo que te mantiene en vilo y alerta línea tras línea. Y que además, construye una serie de relaciones entre los personajes de esas que da gusto leer, y con las que te emocionas y disfrutas. Y si, con un romance de los que al menos a mi, provoca más de un suspiro.
- Fue el destino. Estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado. Me niego a creer que hemos pasado por todo esto sólo para morir - dijo, implacable.- Ahora estamos vivos. Y a salvo. Y no voy a dejar que os ocurra nada ni a ti ni a Ellie, te lo prometo.Un libro del que espero saquen pronto la continuación porque después de más de dos años... Dudo que pueda esperar mucho más para leer Sombras.