Fayna Bethencourt se impone a las etiquetas mediáticas
Por: Alberto Berenguer Twitter: @tukoberenguer
Fayna Bethencourt, autora de ‘Cianuro y Chocolate’
Muchos puntos fuertes contiene la primera La antología publicada en solitario por Fayna Bethencourt. Una autora que consigue, por méritos propios, desvincularse de las etiquetas mediáticas impuestas por muchos que catalogan a los famosos o personas mediáticas de la televisión que entran en el mundo literario como verdaderos intrusos. Está claro que hay de todo y vender más no significa ser mejor, pero no es el caso de la autora franco-española.
Tenía ya ganas de leer un libro de relatos cortos como es Cianuro y Chocolate. Unos relatos de terror que nada tienen que ver con historias de zombies y vampiros, sino que destacan por manifestar la locura humana y las obnubilaciones del ser más cercano, ya que «el verdadero horror tiene forma de ser humano» como bien dice la autora en la sinopsis del libro que pertenece a la Colección Stoker de Dolmen Editorial.
Algo que me ha llamado mucho la atención de los relatos de Cianuro y Chocolate es que además de ir colmados de violencia, ensañamiento, sangre, muertes y enajenación, Fayna da su toque más personal introduciendo al relato temas sociales muy actuales para reflejar la crudeza y el horror que sufrimos a diario en nuestra sociedad, como es la violencia de género, la violación, la soledad o la pederastia, entre otros. Y aparecen muchos personajes que en realidad se nutren del horror establecido en la sociedad.
En cuanto a los personajes, se agradece que Fayna Bethencourt haya creado unos perfiles tan potentes y carismáticos que hasta en ocasiones el lector consigue empatizar con el asqueroso horror del que se nutren los personajes. No aparecen pinceladas repetitivas entre los distintos relatos por lo que es un punto positivo a tener muy en cuenta. Sin embargo, en mi opinión, me ha faltado por término general puntos más originales en los desenlaces de los relatos. Es más, me ha gustado mucho su narración tan directa con ausencia de ataduras y posiblemente lo único que le falte sea seguir rodando en solitario para encontrar su ‘toque Bethencourt’.
A lo largo de las doscientas páginas relata once historias que tienen en común una única cosa: el horror humano. Por ello, el lector afín al terror puede divertirse descubriendo esta nueva escritora con un gran potencial y con un futuro prometedor si sigue en la misma línea. Uno de los relatos que más me ha gustado se titula ‘Volar en pedazos’, pues la historia de Víctor y Loredana consigue impactar completamente al lector. Recuerdo que leí este relato estando en la Playa de Calpe (Alicante) acompañado de unos amigos y me vieron con la boca abierta. Otros relatos que me han sorprendido gratamente son: ‘Cascabeles’, ‘Pena y olor a fresa’, ‘Querido Papá’ y ‘Desde los huesos’ (el relato más largo que contiene el libro, pero uno de los más destacados por su originalidad y por encontrar en pinceladas ese ‘toque Bethencourt’ al que hacía referencia anteriormente).
Portada de la 1ª antología en solitario de Fayna Bethencourt con Dolmen Books
En cuanto a la edición del libro por parte de Dolmen Editorial, es el primer libro que leo de su sello editorial y debo decir que al principio se nota que está mucho más cuidada y revisada. Sin embargo, a partir de la mitad del libro comienzan las erratas ortográficas, faltas de acentuación y la aparición de guiones sin sentido entre mitad de palabras. Aunque no impida seguir el hilo de la historia, si pienso que es algo que ensucia el buen trabajo de la autora, ya que preguntando a otros lectores que han leído la antología me afirman que «esas erratas no existían en una edición previa». Agradecer a la editorial por confiar en nosotros y querer que reseñemos varios libros de sus colecciones, pero deberían prestar atención en ese tipo de detalles importantes para muchos lectores.
Os preguntaréis si os recomiendo Cianuro y Chocolate… os invito a que conozcáis el verdadero horror a través de personajes ficticios, pero muy reales, y bajo escenarios de los más cotidianos presentes en nuestro día a día. Pero sobre todo, os invito a que descubráis a una escritora del género de terror a tener muy en cuenta de aquí hacia delante. Si ella ha conseguido huir del cianuro y de sus etiquetas mediáticas, ¿por qué no darle una oportunidad con pequeñas dosis de chocolate?