Valoración: 6. Disparate bien ejecutado.
Esta película ha levantado ampollas en el mundo académico porque este, víctima de su seriedad, no se ha dado cuenta de que Anonymous es tan solo un film. De Emmerich además. Sí, el de la lamentable Independence day. Ha levantado ampollas porque da pábulo a la teoría con múltiples variantes nacida en el siglo XVIII que cuestiona el que Shakespeare fuese el que escribió las obras de teatro que llevan su nombre. Una hipótesis que se basa en hechos anecdóticos como que no se conserva ningún manuscrito original de sus obras o en suposiciones como que era iletrado. Lo primero lo puede explicar el Tiempo y lo segundo, de ser cierto, se olvida del autodidactismo o que Homero era analfabeto. Son teorías que nacen de la búsqueda de notoriedad y prestigio. Por eso la ha elegido Emmerich. Sin duda es consciente de que es un tipo con una filmografía ridícula que marcha con paso firme al olvido.
El problema de los académicos es que se han tomado en serio esta película. Se han creído que da por válida la hipótesis en que se basa su guión. Que el Shakespeare escritor es Edward de Vere, un noble de la época. No han caído en que la película se titula Anonymous. Es decir, que los autores de la misma defienden que hay razones para dudar, no proponen una identidad como cierta. Así pues, una vez despojada de esta confusión, podemos hablar de Anonymous como lo que es, la típica película de Fantasía que pretende pasar por histórica. Alguna vez el cine, sobre todo el estadounidense, debería darse cuenta de que el historicismo es algo más que disfrazarse del pasado y filmar decorados de otra época.
Pero obviando esto y los disparates del guión, cosas como que la reina Isabel I es la madre secreta de todos los jóvenes aristócratas herederos, la película cumple pues es entretenida. Nunca decae. Lo cual tiene bastante mérito pues la dirección de Emmerich es muy funcional, las actuaciones tan solo son eficientes, el presupuesto es limitado, los efectos digitales tristones (cantan bastante en cuanto a luz y perspectiva) y el guión es demasiado típico. El secreto está en que es una historia bien estructurada y desarrollada que siempre avanza y nunca se ensimisma pues de este modo el espectador nunca cae en las múltiples costuras de una historia que, además, tiene los habituales disparates de un guión made in Hollywood.
Así pues Anonymous con marketing es una película que pretende atraer al cine al público anglosajón (al resto esto nos trae bastante al pairo pero como estamos culturamente colonizados…) siendo provocativa. Si Emmerich hubiera querido demostrar algo hubiera escrito un libro, y pretendiendo ser seria e intelectual, no lo es porque su guión es un disparate y su reconstrucción histórica es superficial y discutible. Por eso al final es incapaz de conseguir lo que buscaba, sembrar la duda razonable. Y sin marketing no es más que un buen producto industrial de entretenimiento que destaca porque es más audaz y trangresor de lo habitual y se dirije a un público adulto. No obstante no es lo suficientemente bueno como para justificar que levantemos nuestro culo del sillón de nuestra casa para pagar una entrada de cine. Pero si les gusta quemar billetes de este modo veanla en versión original. A Shakespeare, incluso un fake como este, sólo tiene sentido si se ve en inglés británico. Algo que hasta Emmerich sabe, por eso la mayoría del reparto es inglés. Así que hagánle caso. Si deciden verla en contra de mi consejo háganlo en VOSE.
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