Este sábado pasado, el Sr Grifter y yo decidimos pasar por algún cine de la zona para ver esta película que casi seguro ha pasado desapercibida para muchos de vosotros: Chronicle. El plan era casi perfecto, pasarnos por el centro comercial más cercano (yo habría preferido irnos al centro de Madrid, pero era algo menos atractivo) y dedicar la mañana del sábado a recorrernos tiendas de videojuegos a la caza de alguna ganga, echar un ojo a las últimas novedades de libros y cómics, llenar el buche con una buena hamburguesa y para asentar tan magna comida nada mejor que sentarnos en unas buenas butacas a disfrutar de la peli.
Y es que todo el que nos conoce es sabedor de que nos pirran todas las frikadas que tengan que ver con superhéroes y poderes, por lo que no podíamos dejar pasar esta peli. Además, cuando vimos el trailer hace un tiempo, éste nos dejó tan buen sabor de boca que estábamos deseosos de poder catarla. Y parece que no nos ha defraudado.
Chronicle nos cuenta la historia de tres adolescentes que después de un incidente comienzan a desarrollar poderes. Poco a poco empiezan a experimentar con sus nuevas habilidades, consiguiendo controlarlas a base de entrenamiento. La mezcla de poder y fragilidad de la mente adolescente, bajo la presión que la sociedad y los problemas personales someten a estos chavales, hará que se planteen usar sus recién descubiertos poderes para algo más que mover sillas y pelotas de beisbol.
Se nos plantea una película rodada cámara en mano, tan de moda en muchas películas de los últimos años. Si bien este tipo de grabación suele utilizarse en películas de terror (por el factor inmersivo) se agradece que haya títulos como Chronicle que la utilicen fuera del ámbito de los sustos y lo paranormal. Además, suele ser común en este tipo de filmaciones que no se vea una mierda, lo que hace que el espectador esté pendiente de lo que está viendo en busca de algún detalle que le muestre a qué se enfrentan los protagonistas. En cambio en Chronicle, dado que no se busca el susto ni el suspense, se ve todo bien clarito. ¡Y es de agradecer!
Sobre el tema de los poderes, nos ha gustado cómo Josh Track, director del film, los ha planteado de una forma mucho más realista de lo normal. Aquí no tendremos tíos con capas ni nada parecido, sino unos simples chicos de instituto, con los típicos problemas de los adolescentes (es decir, pillar cacho cuando se pueda) a los cuales les cae “un regalo” inesperado y tienen que lidiar con él. Aunque el argumento no es nada destacable, Chronicle no nos ha aburrido en ningún momento.
Poco más que contaros acerca de este film, salvo quizás recalcar que los efectos están bastante bien conseguidos, siendo éstos bastante creíbles si tenemos en cuenta que debe estar realizada con poco presupuesto. En definitiva, una película que nos ha gustado bastante y que recomendamos para que os paséis por los cines más cercanos y degustéis con ganas cómo unos chavales flipan con sus molones y recién adquiridos poderes. ¿Quién no ha soñado alguna vez tener algo parecido?.