Reseña cine: EVIDENCE

Esta semana el encarcado de elegir peli chunga fue el Sr Grifter y el chaval nos vino todo emocionado gritando a los cuatro vientos que había descubierto la mejor película de cámara en mano que se había hecho jamás: Evidence. El muchacho es muy impresionable, con sólo decir que todavía se pone todas las nocheviejas el vídeo de Sabrina, así que no me fié mucho de su palabra. Aún así, nos pusimos a verla con ganas de pasar un rato de sustos.

Evidence se nos presenta como un mockumentary rodado mientras un grupo de amigos se encuentran de acampada. El grupo está compuesto por dos parejas, dispuestas a pasar un fin de semana en el campo acompañados de unas cuantas botellas de alcohol y un arsenal de cajas de condones. No tardarán en empezar a escuchar ruidos extraños y a visualizar movimientos entre las sombras de la noche, pues desgraciadamente para ellos el bosque donde han acampado esconde un secreto terrorífico.

Si os atrevéis a meter mano a la película veréis que como muchas otras intentan aprovechar la fórmula de El Proyecto de La Bruja Blair, situándose también ésta en un bosque. Ni qué decir que Evidence es un clon malo y chusco de la película nombrada (que a mi me encantó y acojonó en el cine), ya que en ningún momento consigue crearnos sensación de angustia ni de terror. La amenaza que se esconde tras los árboles está ridículamente realizada (lo poco que se puede ver, claro, que ya sabéis que uno de los trucos de este tipo de cine es mostrar bien poquito y dejar a nuestra imaginación hacer el resto) y nunca llega a acojonarnos, ni siquiera a asustarnos. Y encima, para más coñas, los momentos de susto son demasiado predecibles y por consiguiente pierden efectividad.

El argumento es simplón hasta la saciedad (aquí no hay una historia espeluznante del bosque, ni ningún tipo de trasfondo). La situación en la que se encuentran los protagonistas no llega a ser creíble en ningún momento. Si estás en medio del bosque y oyes y ves cosas raras, lo primero que te viene a la cabeza es pirarte y no volver, aunque dejes todo el camping montado. Los protagonistas llegarán a plantearse esto mismo, pero claro, es mejor volver y que te pasen cosas chungas. Además, la puta obsesión de llevar la cámara incluso cuando estás cagando empieza a ser ya un despropósito. ¿Pero qué cojones haces corriendo los 100 metros lisos porque te persigue algo y vas con la cámara en la mano?. ¿Qué cacho de gilipollas haría eso?.

Pero no terminan aquí las cosas malas. Los actores dan más pena que gloria y no se consigue que sientas nada cuando van palmando (ni siquiera las parejas son creíbles). Pero es cuando se acerca el tramo final de la película cuando te das cuenta de que Evidence no tiene ni pies ni cabeza. Da la sensación de que director y guionistas no tenían ni idea de cómo explicar lo que pasa en ese bosque y terminan alargando la película innecesariamente hacia una flipadura del copón que no tiene ningún sentido ni ninguna relación con el principio del film. El Sr Grifter y yo nos quedamos cartulinas cuando finalizó… nos miramos a los ojos y dijimos al unísono: ¿Pero qué puta mierda es esta, la virgen?.

Pues eso, que Evidence nos ha parecido un pufo muy serio y una pirada de olla que pasará sin plena ni gloria dentro del cine de serie B. En mi opinión es mejor que veáis una buena película de Jenna Jameson antes que perder el tiempo con esto.

Kikogolk