Título original: Magic Mike. Dirección, fotografía y montaje: S. Soderbergh. Guión: R. Carolin. Protagonistas: C. Tatum y A. Pettyfer. Productora: Iron Horse Entertainment (II), Extension 765 y Nick Weschler Productions. EE.UU. 2012.
El incansable C. Tatum se está postulando como un actor a seguir. No me he topado con el tío hasta este año en una infumable película romántica de la que había salido con la impresión que era otro guaperas genérico. Sin embargo, Infiltrados en clase, con su humor grueso y masculino, y, ahora, Magic Mike, que tiene mucho de autobiográfico, dos películas que además de protagonizar produce, se revela como un tío con personalidad, inteligencia y ambición que no se contenta con lo que le ofrecen o con lo fácil. No será recordado por su habilidad interpretativa pero puede que llegue a tener una filmografía interesante.
Al principio Magic Mike parece que va a ser una película sociológica sobre la insatisfacción sexual en una sociedad puritana como la estadounidense, sobre el poder deshumanizador del dinero y sobre la hipocresía de la mujer que protesta por ser un objeto pero bien que cosifica a los hombres, pero pronto la cosa se torna en un drama sobre la maduración bastante romanticón. C. Tatum no pierde de vista en ningún momento el público femenino adulto que actualmente va más al cine que el masculino adulto.
El film pierde con el cambio. La falta de ambición, de una película potencialmente crítica y transgresora pasamos a una historia de género vulgar, siempre deja todo en agua de borrajas. Sin embargo tiene puntos buenos. El guión, gris en la narración, es bueno en los diálogos y construyendo personajes aunque eche demasiado mano de los clichés, la pareja protagonista funciona muy bien (cuando C. Tatum y C. Horn, perfecta en su papel de chica lista, con mala suerte en el amor y guapa pero lo justo para que cualquier mujer se pueda identificar con ella y el personaje parezca creíble, la película se vuelve notable) y no tiene moralina respecto a la exhibición carnal sin complejos.
Por tanto, a Sodenbergh le sale una película correcta, una dirección demasiado fría, que fluye con naturalidad pero empapa poco a la que C. Tatum da algo de interés si uno se lo toma como que es autobiográfica. Es cierto que el actor fue stripper (por eso el actor baila bien) pero yo creo que la autobiografía va más en que la película es una declaración de intenciones de su protagonista. Paréceme que en Magic Mike, el título es el personaje interpretado por C. Tatum; ojo al orgullo y a las maneras de estrella astuta que cede la cabecera a M. McConaughey (un evidente ejemplo negativo para este), habla sobre lo que es ser un Ken y proclama que eso el actor lo ha dejado atrás, que el siempre ha tenido otros planes y que ahora ha llegado al momento de pasar a otras cosas más difíciles y más adultas. Es pues una película de despedida. Esto confiere un subtexto que la hace singular pues el Cine no suele ser una palataforma para la autobiográfía porque es muy caro.
Valoración: 5.5. Interesante.