
Premonición es una historia fantástica con pretensiones filosóficas sobre el miedo a morir. Su gran problema es que no tiene nada de original. Hay todo un subgénero cinematográfico sobre la dificultad de aceptar la muerte y esta película no ofrece nada nuevo salvo su ateísmo. Aquí, a diferencia de otras, no hay presencia de lo religioso.
La película no enfoca mal el tema. Esta hecha con seriedad y sobriedad. No busca el drama y trata de no ser tópico, pero sus personajes no son carismáticos, su historia es vulgar y su dirección lírica es impostada. Por tanto se hace muy larga a pesar de que tiene la decencia de robarnos tan solo 100 minutos de nuestras finitas vidas. Así, da igual que sus actores ofrezcan un trabajo decente, el mediocre esteticismo de sus imágenes y sus pretensiones universales. Aburre.
Encima para nada, pues su conclusión no tiene nada de novedad. Su receta contra el miedo a la muerte es el carpe diem, la exteriorización de los sentimientos y el olvido de la mortalidad. En suma, concentrarse en vivir sin miedo de tal modo que no importa cuando llegue la muerte pues no pillará en paz Un consejo nada nuevo que no viene mal reiterarlo pero no se debería haber hecho usando una historia tan tópica. El público nos merecemos algo más que otro relato sobre un hombre (encima para evitar pecar de originales un abogado carísimo y frío) que se refugia en su trabajo cerrándose a todo lo demás por culpa de la muerte inesperada y, desde la óptica humana, injusta de un ser muy cercano.
Así pues Premonición es una película tópica y aburrida por ser absurdamente pretenciosa. Tiene el valor de ser adulta, tratar un tema desagradable y no ser dramática y facilona pero el resultado es demasiado malo. Lástima porque el cartel mola.
Valoración: 3. Pretenciosidad aburrida.
(Premonición se estrena hoy en cines)
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