Gracias a la editorial por el ejemplar
Título: Ciudades de Papel (Paper Towns) Autor: John GreenEditorial: Penguin Random House (Nube de Tinta)ISBN: 9789569476013Puntuación: 5 de 5 ★
Goodreads
En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón… Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelmn, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño cerco de pistas.
Supongo que a cada quien le corresponde su milagro…
Mi milagro fue el siguiente: de entre todas las casas de todas las urbanizaciones de toda Florida, acabé viviendo en la puerta de al lado de Margo Roth Spiegelman.
Voy a comenzar diciendo que hace muy poco leí Bajo la misma estrella, de este mismo autor. ¿Y por qué digo esto de buenas a primeras? Porque, a pesar de lo que mucha gente dice, me pareció que Bajo la misma estrella esta algo sobrevalorado. O al menos, que los fans se extralimitan en darle valores a algo con un mensaje completamente diferente que el (que creo) John Green quizo darle.
Aclarado este punto, puedo decir con total libertad que Ciudades de Papel me ENCANTÓ. ¡LO AMÉ! Y no me estoy dejando llevar por el mero nombre del autor al decir esto.
En resumen: Quentin y Margo son vecinos desde que eran pequeños. Quentin siempre ha sentido una fascinación por Margo, un sentimiento que no cambia incluso cuando son ya mayores, dos chicos a punto de graduarse e irse a la universidad. Quentin y Margo compartieron un momento tétrico y (posiblemente) traumático que los marco de por vida, algo que caló profundo en Margo y de lo que Quentin nunca se percató. Quentin y Margo son ahora dos chicos a punto de graduarse e irse a la universidad y a pesar de seguir viviendo el uno junto la otra, son completos extraños.
El libro comienza con un Quentin en un día normal, siendo llevado a la escuela por su madre porque siempre se le hace tarde y hablando con sus amigos antes de las clases, viendo como la fauna escolar se desarrolla y observando desde lejos a la fascinante Margo, de la que se cuentan muchas leyendas épica. Todo normal, hasta que esa noche Margo le pide que la acompañe a cometer una serie de fechorías en venganza contra sus “supuestas amigas” y su ex novio. Y entonces Margo desaparece.
El hecho de que Margo desaparezca es algo sin cuidado, al menos para los padres de Margo, que están cansados de las excentricidades de su hijas y por el hecho de que no es la primera vez que Margo se escapa y siempre termina volviendo.
Pero para Quentin hay un sentimiento extraño, algo que no va bien. Y luego de que Margo no vuelve después de cuatro días fuera de casa, Quentin decide que debe buscarla, seguir las famosas pistas que siempre deja y por las cuales nunca nadie ha tenido mucho cuidado en poner atención.
A Margo siempre le gustaron los misterios. Y teniendo en cuenta todo lo que sucedió después, nunca dejaré de pensar que quizás le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno.De aquí en adelante todo deriva en una incesante búsqueda de Margo por urbanizaciones abandonadas, carreteras perdidas, páginas web y un montón de otros lugares y pistas. Quentin contará con la ayuda de sus amigos Ben y Radar. Lacey, una de las amigas de Margo, también se suma a la búsqueda de pistas para hallar a la chica. Quentin, en medio de toda esta búsqueda, aprende que Margo no es un ser fascinante, sino un ser humano común y corriente, una chica normal con sus gustos y creencias propias.
Todo el libro es una enorme metáfora sobre las relaciones humanas, el amor y la amistad, sazonado con la mejor poesía posible (Walt Whitman <3) y road trips.
¿Recomiendo Ciudades de Papel? Si, no solo porque es una bonita historia sobre amor, amistad y crecimiento, sino que también te deja pensando en un montón de temas que hacen que mires a la gente a tu alrededor de otra manera.
¿Cuándo nos vimos tú y yo cara a cara? No hasta que me viste entre mis grietas, y yo a ti entre las tuyas. Hasta ese momento solo veíamos ideas del otro, como mirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puede entrar. Y puede salir.