Reseña: Crónicas de la Adolestreinta, de Laura Santolaya

          «-¡Mierda, tengo treinta años! ¿De verdad que son treinta? No es posible. ¡Algo ha tenido que salir mal! -gritó Rita mientras intentaba sin éxito levantarse de la cama».
          Rita acaba de cumplir treinta años y se siente afectada por un extraño trastorno, la adolestreinta, que hace que reviva a nivel físico y mental su etapa adolescente.
          «Ya soy demasiado vieja para morir joven y dejar un bonito cadáver.»

          Todos conocemos que la etapa más "dura" son los dorados años de adolescencia, esos años entre los 13 - 18 años en los que fuimos más repelentes, insoportables, contestones... y con problemas tan grandes como la famosa espinilla en medio de la cara y los amoríos prohibidos o que solían asustar a nuestros padres. Bueno, eso era antes porque ahora han aparecido la etapa de los adolestreinta (e incluso la de los cuarenta) en la que adaptamos esos problemas tan conocidos a la edad de los treinta.
          Precisamente lo que nos cuenta este libro es la historia de Rita, una chica que acaba de cumplir treinta años y que ahora es cuando empiezan sus problemas de verdad y es que todo aquello que tuvimos con dieciseis años, hay que adaptarlo a la edad de los treinta cuando hay que compaginar la vida adulta con asuntos tan importantes como las resacas, los amores imposibles o los problemas de imagen cuando nos miramos en el espejo.
          Recuerdo esos años en los que salir de fiesta y beber con los amigos a veces se convertía en competición (cosa mal hecha por cierto) y como al día siguiente teníamos un poco de resaca y se nos pasaba en un par de horas y el libro hace hincapié que cerca de los treinta las resacas no son ta fáciles de pasar y lo que parecía algo pasajero ahora se convierte en una auténtica odisea e incluso llegar a perjurar que nunca más volveremos a beber.
          La autora recoge con mucho sentido del humor todas estas anécdotas de esta etapa y adaptándola al pasado y como al final todos los problemas llegan a tener un punto en común aunque pasen los años y nos convirtamos en personas adultas y responsables.
          En definitiva, Crónicas de la Adolestreinta es una historia simple, sencilla para dejar escaparnos una sonrisa con algunas de la historias más irreverentes pero al fin y al cabo reales de toda la gente que tiene treinta años o en mi caso, los que nos estamos acercando irremediablemente a esa edad.

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