Croquetas y wasaps, de Begoña Oro.AutoconclusivoEditorial: SM | Número de páginas: 229Precio: 9.95€
¿Te has preguntado alguna vez qué quedará de ti cuando ya no estés? Clara sí. Justo cuando está al borde de la piscina. Y tiene dos opciones: tirarse de cabeza cuando todo su cuerpo grita para que lo haga, o quedarse quieta tapándose las orejas con las manos.
Siempre hay un libro del que dices: no será para tanto. Y ese libro siempre acaba sorprendiéndote. En esa lista entra, sin dudar, Croquetas y wasaps.
Croquetas y wasaps no destaca por tener un argumento muy elaborado ni difícil. Es simplemente la historia de una chica a la que le gusta un chico, pero que a ese chico no le gusta la chica, y de las consecuencias de ese amor no correspondido. Tan simple como la vida misma. Pero lo que hace esta novela tan, tan especial, no es tan simple. No sabría explicar bien cómo me he sentido al terminar esta novela, pero sin duda ha sido una gran lectura.
Begoña Oro nos presenta a Clara, esa chica a la que le gusta un chico, Lucas; pero él no siente lo mismo. Y entonces el mundo de Clara se desmorona. Conocemos toda la historia bajo su punto de vista, por lo que nos mostrará sus sentimientos y nos describirá todo lo que se le pasa por la cabeza. Clara entra en fase de negación y no acepta que Lucas no quiere estar con ella, no concibe que no le quiera. Y ya no hay nada más en el mundo. Solo hacer que Lucas le quiera, así que hará todo lo que esté en su mano para recuperarle.
Hay cosas de las que uno no se da cuenta hasta que pasa un tiempo. Son como esos mensajes que te llegan al wasap, y tú no te enteras, y se quedan ahí, esperando a ser leídos, con un mustio y solitario check verde. Hasta que te das cuenta.Aparte de a Clara y Lucas, conoceremos también a Unai, un chico un poco rarito que no lleva ropa que no sea negra. Clara lo achaca a que sigue de luto por la muerte de su padre, de la que cada semana aparecen nuevas versiones: nadie sabe cómo murió en realidad. Unai me ha parecido el personaje más tierno del libro. Por fuera parece un chico que no tiene otra cosa que hacer que inventarse cómo murió su padre, pero dentro esconde a un chico al que vale la pena conocer y que necesita alguien que simplemente le pregunte las cosas. Conoceremos a dos amigos de Clara, a Pinilla y Zaera (que al parecer son los protagonistas el otro libro de la autora, Pomelo y limón). La verdad es que a pesar de que fueran personajes bastante secundarios, me gustaron mucho ambos, me dieron muy buen rollo. Y sin duda, el mejor personaje de toda la historia es el abuelo de Clara. Un personajazo de los pies a la cabeza, de esos que querrías un libro solo para él. Me ha hecho reír a la par que me ha tenido con un nudito en la garganta. Increíble.
Y quiero mostrarte ahora estas arrugas, para que también a ti te recuerden que después de la primavera va el verano; después del trueno, el relámpago; después de "gracias", "de nada"; pero no siempre después de "te quiero", va "y yo a ti". A veces, después de "te quiero", va "pues yo no". Y no hay forma de decirlo sin arrugar para siempre el corazón de alguien.La pluma de Begoña Oro es increíble. Su estilo te enganchará desde la primera página: te cuenta una historia normal de una manera normal, pero además, de una forma tan especial que la hace preciosa. Como he dicho, el argumento de la historia es muy simple, pero Oro consigue que sintamos todo tipo de emociones a cada palabra. Te hará reír mucho (el abuelo sobre todo, repito), pero también conseguirá que te emociones y que con la simple palabra "croqueta" se te forme un nudo en la garganta. Con Clara he sentido de todo: he reído con ella, me he emocionado con ella, me he enfadado con ella, y la he entendido. Y eso es lo que le suma valor a la novela, que cuenta una historia tan sencilla y real que puedes sentir cómo te puede llegar a afectar a ti también.
A la pregunta de sobre qué va este libro, es simplemente un libro que te hará replantearte la importancia que tienen los detalles en la vida de uno, de saber decir adiós, de valorar lo que se tiene a cada segundo, de saber que por muchas trabas que consideres que hay en tu camino, nunca, nunca es el final, de que siempre hay una solución. Recomiendo muchísimo Croquetas y wasaps. Es fácil de leer, es cortito, y lo que esconde dentro es pura maravilla. No sé a qué esperas para degustar unas deliciosas croquetas. Yo de mientras, me voy a leer y a adentrar en las páginas de Pomelo y limón. Necesito más Begoña.
Un consejo para antes de que lo leáis: preparad post-it.
Cuando tienes la posibilidad de ser feliz, hay que lanzarse de cabeza, zambullirse sin miedo, perder el traje de baño al tirarse, empaparse el pelo, irritarse los ojos, tragar agua si hace falta, apurar hasta quedarte sin aire...