En el año 1888, en pleno jubileo de la Reina Victoria, las mujeres de Londres dejaron de poder marchar tranquilas por la noche. Un despiadado asesino conocido como Jack el Destripador siembra el terror en el humilde barrio de Whitechapel.
Sin embargo, la joven Audrey Rose se siente fascinada por el modus operandi del asesino y quiere ayudar a darle caza. El problema es que desde la muerte de su madre, su padre la ha sobreprotegido demasiado.
No obstante, su tío es un reputado forense a quien no le importará enseñarla a realizar autopsias por las noches ni que vaya a sus clases disfrazada de muchacho. Allí conocerá a Thomas, el alumno más notable de su tío. Juntos intentarán averiguar todo lo que puedan sobre el asesino para desenmascararlo y evitar más muertes.
Audrey Rose, a sus diecisiete años, con un padre severo y ausente, sólo podrá contar con la comprensión y ayuda de su hermano, aunque esté también recela de que pase las noches fuera. Por eso forma parte de los Caballeros de Whitechapel, un grupo de jóvenes que recorren las calles más peligrosas para dar con el Destripador. Aún así, Audrey Rose tendrá que acudir a meriendas y otras fiestas para conocer jóvenes casaderos con los que poder emparentar. Pero ella teme tener que salir de la férrea tutela de su padre para ponerse bajo el yugo de un esposo. Y además tiene un caso que resolver junto al insurfrible Thomas, aunque a ratos se muestra demasiado agradable con ella.
Escribir a estas alturas sobre Delantal de Cuero es arriesgado, porque se ha contado casi todo: que si era un carnicero, que si era un médico, que si era alguien de la nobleza, que si era el pintor Whistler, etc. No obstante, la originalidad de la novela A la caza de Jack el Destripador (Puck) radica en que quien lo cuenta es una mujer.
Por eso la mirada ante las víctimas es mucho más empática y nos las juzga, como sí hacen sus parientes masculinos o la policía. También nos muestra con sus propios ojos la injusticia de una época en la que las mujeres de clase alta y media no podía estudiar y se limitaban a ser meros objetos decorativos del hogar y las de clase baja tenían que recurrir a los peores trabajos para intentar subsistir y sacar adelante a sus familias.
Este libro es la primera parte de una trilogía donde Audrey Rose se relacionará con otros personajes famosos, Vlad el Empalador y Houdini. Sin embargo, este se puede leer por separado ya que la trama termina. El resto son posteriores aventuras. Un libro muy entretenido y que nos mantiene en tensión de principio a fin.