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Reseña de "Bajar es lo peor" de Mariana Enríquez

Publicado el 07 mayo 2022 por Rt

Si leéis el blog asiduamente, sabréis que me encanta Mariana Enríquez. Y que me leo de ella hasta la lista de la compra. Novelas como Nuestra parte de noche o relatos como Las cosas que perdimos en el fuego me parecieron sencillamente sublimes. 


También tiene otros libros interesantes, como las visitas a cementerios que plantea en Alguien camina sobre tu tumba. Y esta a priori parecía muy apetitosa. Repito, parecía. 

Bajar es lo peor (Editorial Anagrama) parte de varias fuentes que la propia autora explica en el prólogo. Al ser una novela escrita en 1995, la principal, como no podía ser de otro modo, eran los vampiros de Anne Rice. Lestat, pero sobre todo Louis eran increíblemente bellos, seres únicos que se movían en el mundo de la noche y que en el caso de Louis no habían renunciado a su humanidad, dando lugar a ese vampiro que sufre por ser un monstruo, hermoso y maldito, casi byroniano. 

Es el caso de Facundo, uno de los protagonistas de la novela. Un ser tan hermoso como un ángel, capaz de volver loco a respetables padres de familia. Trabaja como puto con la Diabla, que regenta el burdel y que tal vez sea un retrato un poco esperpético del gay dramático y llorón, tanto que suena a caricatura. Menos mal que ella misma reconoce que no sabía muy bien lo del sexo entre hombres en aquella época y que las descripciones dan un poco de vergüenza ajena. 

 

Facundo tiene un amigo llamado Narval que le adora con todo el alma. Y una amiga llamada Carolina, con los que se dedica a recorrer la noche buonarense en busca de droga y dinero fácil. La bajada del título se refiere precisamente a esto, al síndrome de abstinencia, a los temblores, a la soledad, al corazón a mil y al no saber si se podrá soportar. 

La maldición y la belleza sobrenatural casi son por tanto los dos temas principales de la novela, que ya augura algunas características de sus futuras novelas, como la aparición de un tal Esteban que intuímos que es el mismo que el de Nuestra parte de noche. Por otro lado, está el tema de las drogas, de la muerte que espera cada noche en forma de una puñalada, de una sobredosis, de un mal viaje. 

 

Y lo sobrenatural también está presente. Narval a veces ve a unos sres a los que llama simplemente Ellos, entre los que están Ella, El Hombre de las arañas y el Hombre que tiene huecos en lugar de ojos. Son los que pueblan sus cuelgues, sus sueños delirantes de yonki. La casa abandonada también hace acto de presencia. 

Si en ocasiones la novela parece un pastiche es porque lo es. Enríquez confesó que no la había leído antes de reeditarla. Y ese malditismo que impregna la relación de los personajes y esa belleza angelical han envejecido un poco mal y se notan un poco acartonadas. Se disculpa porque es una novela de juventud y Mariana Enríquez ha alcanzado cotas de terror a los que ninguno podemos aspirar, pero no podemos evitar pensar que no hubiera pasado nada si no la hubieran recuperado. 


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