Reseña de «Bajo el cielo de azúcar» y «En un sueño ausente»: Seanan McGuire abre nuevas puertas

Seanan McGuire vuelve a su saga sobre Niños Descarriados con la publicación de un nuevo libro que incluye dos historias independientes entre sí: Bajo el cielo de azúcar y En un sueño ausente. Ambos relatos retoman como protagonistas a niños que, en algún momento de su vida, encuentran una puerta que les conecta con mundos de fantasía (algunos bonitos y otros auténticas pesadillas), a los que, una vez devueltos a su mundo de origen, sólo desean regresar. Estas extrañas aventuras dieron comienzo con Cada corazón, un umbral, libro en el que conocíamos el hogar para niños descarriados de Eleanor West y a sus diferentes y más que peculiares residentes. Pero parece que McGuire tiene mucho más que ofrecernos de este universo, porque existen muchos más mundos de los presentados en los dos primeros volúmenes de esta colección, como los que se describen en estas dos últimas entregas. ¿Atraviesas conmigo esta puerta?

Bajo el cielo de azúcar cuenta el surrealista periplo de varios de los niños descarriados que da inicio cuando, en un estanque del Hogar de Eleanor West, aparece de la nada Rini, una adolescente venida de un mundo elaborado de azúcar que está empezando a desaparecer porque en el mundo “real” su madre murió y, aparentemente, ella no llegará a nacer en su universo. Para intentar resolver esta especie de problema espacio-temporal, varios niños deciden recuperar el esqueleto y el espíritu de la madre de la chica, atravesando puertas hasta llegar a este mundo de algodón de azúcar, no exentos de peligros y aventuras. Nuevamente, para enfrentarte a esta historia debes tener una mente abierta a las situaciones ilógicas y a las más imaginativas locuras, puesto que la autora desafía todo sentido común con los escenarios que plantea.

Por otra parte En un sueño ausente funciona como una especie de precuela, ya que su protagonista, Lundy, crece en la década de los sesenta como una estudiante seria y aplicada hasta que encuentra una puerta que la conduce hasta un insólito Mercado de Goblins en el que todo se rige de manera natural por una especie de ley de “valor justo” según la cual todo, incluso formular preguntas, conlleva un precio que siempre hay que pagar, bajo el riesgo de acabar perdiendo todo rasgo de humanidad. La libertad que este extraño mundo le brinda a la niña, hace que salga y entre de él, contrayendo deudas y pagando otras, conocedora de que, llegado el momento de cumplir los 18 años, deberá decidir si quedarse para siempre o no en él.

De las dos historias, En un sueño ausente ha sido mi favorita. Me ha parecido maravilloso tanto el peculiar funcionamiento del Mercado y las reglas de este mundo, como el desarrollo y crecimiento del personaje de Lundy, quien conoce lo mejor y peor de ambos mundos, estando dispuesta a pagar el alto precio que conlleva la salvaje libertad que le ofrece el lugar al que su puerta conduce.

En general, la colección de los Niños Descarriados es muy recomendable, porque te transporta a un sitio donde la fantasía no tiene límites y te hace conectar con tu parte más infantil, propensa a la aventura pura y dura. Aunque puedes leer sin problemas tanto Bajo el cielo de azúcar como En un sueño ausente, nada te impide hacer las cosas bien y leerte primero Cada corazón, un umbral para a continuación hacerte con Ahí abajo, entre raíces y huesos, terminando con este nuevo doble volumen.

Y si la belleza de las portadas e ilustraciones de esta colección te sorprende, que sepas que es porque está editada por Runas, la rama de fantasía y ficción de Alianza Editorial de la que me confieso fan absoluta. No le pierdas la pista en ningún momento a sus publicaciones, porque vienen cositas muy interesantes…