Reseña de «Blackwater II: El dique» de Michael Mcdowell: Más misterios y terror en Perdido

El dique es la segunda parte de la saga Blackwater, la exitosa historia de Michael Mcdowell que se ha convertido en todo un aclamado fenómeno literario en la actualidad. Ya expliqué a qué creo que es debido este éxito en mi reseña de la primera parte de esta saga que se centra en la vida de los habitantes de Perdido, un pueblecito sureño en el que a principios del siglo XX tienen lugar una serie de extraños sucesos que afectan sobre todo a la familia Caskey, dueña del mayor aserradero, y terratenientes del lugar. Ahora, toca seguir descubriendo qué más les depara el destino a estos peculiares personajes. ¿Te apuntas?

Siempre y cuando ya hayas pasado por la lectura de La riada, puedes volver a adentrarte en Perdido, donde, esta vez, sus habitantes se plantean seriamente la construcción de un dique que les proteja de posibles futuras inundaciones, como la que asoló recientemente las calles de su pueblo, arruinando casas y negocios. Pero Elinor (la cual, recordemos, llegó con la crecida del río para quedarse a vivir entre ellos), parece totalmente contraria a esta idea, por lo que le agrada poco o nada la aparición de un ingeniero que viene a diseñar y dirigir este proyecto y que se queda en la casa de Mary-Love Caskey, su suegra y una de sus mayores enemigas. Mientras la rivalidad entre ambas mujeres va en aumento y buscan nuevos aliados para sus causas, el dique va tomando forma y alzándose ante las oscuras aguas del río, pero, además, ocurrirán otros espeluznantes y misteriosos sucesos porque, según la propia Elinor, el río reclama ciertos sacrificios…

Si ya has superado la anterior entrega, prepárate para encontrar en El dique nuevas dosis de una historia realista con muchos tintes sobrenaturales y una buena carga terrorífica que te deja un rato bastante mal tras la lectura de ciertos pasajes. La saga de Blackwater sigue evolucionando bien, la trama continúa tomando forma, los personajes ya conocidos siguen siendo desarrollados, mientras entran en escena otros nuevos, y el misterio siempre presente en la trama se va solidificando y haciéndose poco a poco cada vez más palpable.

Y es que puedo asegurar que estoy ya bastante enganchada a esta historia que promete muchísimo más y que, te recuerdo, se va publicando cada 15 días hasta culminar con las 6 entregas que la componen, tal y como te comentaba en mi reseña de La riada. Lo que más me gusta de esta obra es, por supuesto, toda la atmosféra sobrenatural, los pasajes terroríficos que aparecen de la nada y la curiosidad que me provoca todo el misterio que rodea a Elinor. Como puedes imaginar, pienso hacerme con todos los ejemplares que componen Blackwater (en el momento que escribo esto ya tengo los cuatro primeros volúmenes), y seguir compartiendo todas mis impresiones contigo. Eso sí, con sumo cuidado, porque es difícil hablar de estos libros sin desvelar lo que realmente los hace tan especiales. Mientras las turbulentas aguas del río de Perdido no me arrastren, seguiré informando.