FERNÁNDEZ ROJO, Begoña: Breve historia de los ejércitos: la legión romana.Madrid: Editorial Nowtilus, 2019
La lectura de esta obra nos va a permitir conocer la génesis y evolución de las legiones romanas, una eficaz fuerza de combate que permitió a Roma conquistar y romanizar un enorme territorio en Europa. Hay que tener en cuenta que los legionarios no fueron solamente una fuerza de conquista y control del territorio, sino también que participaron en la construcción de calzadas, puentes, acueductos y otras obras de ingeniería, en este sentido posibilitaron a la romanización del territorio. Las legiones, a lo largo de su dilatada historia,evolucionaron y fueron objeto de varias reformas (Servio Tulio, Cayo Mario, César…), además también se fueron modernizando y adaptando las tácticas y las formas de combate.
Para la redacción de este ensayo divulgativo, Begoña Fernández ha manejado informaciones procedentes de fuentes literarias clásicas clásicas (César, Tácito, Salustio, Polibio, Flavio Vegecio…), fuentes arqueológicas (excavaciones en campamentos, campos de batalla, necrópolis…), fuentes epigráficas (inscripciones en lápidas y estelas funerarias, aras votivas, miliarios…), representaciones artísticas (relieves en arcos del triunfo, columnas…), sin olvidar las aportaciones de historiadores contemporáneos. El resultado, una obra muy actualizada que va a reflejar como era la vida real de un legionario, tanto en tiempos de campaña como en los períodos más relajados.
A lo largo de la mayoría de los capítulos del libro, la autora se va a ocupar de dos cuestiones fundamentales: los legionarios romanos y los campamentos en los que pasaban gran parte de su vida. Comenzando por los legionarios, va a explicar detalladamente: los requisitos para alistamiento, la disciplina (castigos individuales y colectivos), la alimentación y bebida, el sueldo, las diferentes jerarquías de la legión con sus principales cometidos, la escasas posibilidades de ascenso, el equipamiento que dista de ser tan uniforme como nos lo han presentado en las clásicas “películas de romanos”, las actividades diarias (guardias, escolta, limpieza del campamento, trabajo en obras de ingeniería…), cómo pasaban sus ratos de ocio, sus juegos favoritos (especialmente los de dados y el harpastum un juego de pelota del que César era un gran apasionado que servía de entrenamiento militar), la comunicación escrita con las familias, su religiosidad no muy diferente de la del resto de la población (culto al Emperador, a la Tríada Capitolina, a Marte, a Hércules, a los Dióscuros, a los genios de la legión y a otras muchas deidades hasta la llegada del cristianismo…), jubilación generalmente tras 20 años de servicio aunque eran frecuentes los reenganches (recibían una porción de tierra conquistada que, con Augusto, se cambió por una cuantía económica), etc.
Torre de asalto con ariete. Relieve en el arco de Septimio Severo
Se ocupa de las tácticas de ataque y defensa y del equipamiento de los legionarios en combate: cascos y armadura que evolucionan mucho a lo largo del tiempo, armamento individual (espadas, puñales, pilum…), armamento de uso colectivo (torres de asedio, escalas, arietes, onagros, balistas, escorpiones…).
Los campamentos fueron la morada de los legionarios durante su larga etapa de servicio. Existían unas normas para asentar los campamentos, diferentes si se preveían para un uso durante un breve espacio de tiempo o si se pensaba en una continuidad prolongada. Se elegía para asentar un campamento un lugar cerca de las principales vías de comunicación, con agua y madera abundantes y fácil de defender. Cada campamento albergaba generalmente una legión, unas 5000 personas. Describe su ordenada planificación con dos calles principales (cardus y decomanus) que se cortan en ángulo recto determinando en este punto el espacio principal, las tres grandes áreas del campamento con sus estancias (el espacio sagrado del aedes donde está la estatua del emperador y se guardan las águilas y estandartes de la legión, casas de los mandos, barracones de los legionarios, almacenes, hospital militar, letrinas…),las puertas, la muralla, el foso…
Parece que acompañaban a los legionarios familiares, esta cuestión es objeto de investigación. Los hallazgos de prendas y artículos femeninos y calzado de niño parecen demostrarlo. También se establecían cerca del campamento proveedores y abastecedores de productos y servicios. La reciente historiografía ha distinguido entre canabae (nucleos junto al campamento en los que se podía adquirir comida, bebida…) y vicus, algo más alejados, en los que posiblemente habitaba población indígena.
Los tres últimos capítulos abordan cuestiones muy interesantes. El ocho explica cómo, con el paso del tiempo, algunos campamentos dieron lugar a ciudades algunas de las cuales han llegado al presente. Este paso sucedía cuando el proceso de romanización y aculturación estaban avanzados. Describe los ejemplos de León, Astorga, Cáceres, Manchester, Chester.. En el nueve, analiza los principales enclaves militares en Hispania: Asturica Augusta, Legio, Ciadella, Aquae Quarquenae, Pisoraca, El Cantón, Numancia, Peña Amaya, campo de batalla de Andagoste, algunas calzadas como Vía Carisa o Vía de la Plata. Y en último capítulo, el diez, presenta una biografía de algunos verdaderos líderes que destacaron como grandes estrategas: Escipión el Africano, Cayo Mario, Sila, Pompeyo, César, Agripa, Germánico y Trajano.
La obra contiene dos anexos. El primero es un índice de las ilustraciones con un pequeño comentario. El segundo aporta datos de algunas de las legiones más importantes en la historia de Roma. Cierra la obra una detallada bibliografía: fuentes literarias, referencias bibliográficas y recursos web.
La obra en la Web de la editorial (índice, fragmentos...):
https://www.nowtilus.com/pags.php?d=9a245acc05a303502f9eede2b0a8bf77O1O1879