IMBDPor fin he visto Doctor Strange. Me ha pasado algo parecido que con Guardianes de la galaxia; no conocía a los personajes y he ido sin expectativa alguna al cine. Y al igual que me sucedió con Star-Lord y su equipo, Doctor Strange me ha conquistado. Es visualmente abrumadora, con impactantes escenas que me recuerdan a Origen (Inception). El Doctor Strange está cortado por el mismo patrón que el polémico Tony Stark: talentoso, sarcástico y arrogante. El ritmo es muy bueno y la trama engancha, pese a no sorprender en exceso.La película tiene dos partes muy diferenciadas: la primera mitad, durante la cual conocemos al doctor en su faceta más empírica como un brillante pero frío médico que atiende solo los casos más extraños y que le puedan reportar fama. Es un hombre de éxito en su trabajo, pero con una vida privada casi inexistente y que antepone su ego a todo lo demás. En la segunda parte, conocemos mejor a Stephen, que es el nombre de pila del protagonista. Él abraza el misticismo en busca de su curación, pero sin renunciar a sus convicciones y a esa curiosidad innata que lo ha llevado a ser uno de los mejores en su campo.Contar más sería entrar en spoilers, así que os ahorraré el disgusto.
El personaje principal tiene mucho carisma y un carácter complicado; si bien me encanta en la ficción, en la vida real sería difícil de tratar. No puedo esperar a ver qué pasa cuando conozca a Ironman, si es que al final coinciden en escena; tienen tantas similitudes que no sé si estas los acercarán o, por el contrario, harán que rivalicen.
El despliegue de efectos visuales que hay en esta película consigue dejarnos con la boca abierta. Son impresionantes y los propios realizadores han reconocido que se nutre en parte de Matrix, que revolucionó el cine de acción y ciencia ficción.
Si bien he echado algo en falta conocer más en profundidad a Stephen Strange, más allá de su fachada perfectamente diseñada y las notas personales que nos han mostrado, me ha enganchado tanto que estoy esperando ver qué aporta en sus apariciones en Thor: Ragnarok y Vengadores: La guerra del infinito.
No podían faltar unas pinceladas de comedia al tratarse de Marvel. Las interacciones entre el protagonista y Wong, el bibliotecario, nos roban más de una sonrisa. Son chascarrillos fáciles pero efectivos. El resto del elenco empasta bien. Tilda Swinton ha sido una gran elección para La anciana, debido a su poderosa presencia en pantalla y su siempre brillante actuación. Me ha gustado que el antagonista llevase el rostro de Mads Mikkelsen. El actor, que nos conquistó con su papel de Hannibal en la serie homónima, rebosa personalidad. Puede que su villano sea en sí mismo un cliché, pero eso es algo que no podemos evitar en estas adaptaciones. Hay situación que se ven venir y giros en absoluto inesperados. No existe una gran revelación que nos haga saltar de la butaca, pero aun así el resultado es muy bueno. Sí, sé que suena contradictorio, pero pese a que apenas me sorprende en lo que a guion se refiere, visualmente está tan cuidada que no puedo hacer otra cosa que caer rendida.
En resumen, Doctor Strange logra su objetivo y con creces: nos hace pasar casi dos horas de puro entretenimiento.
Lo mejor: los efectos especiales, simplemente increíbles. El carisma del doctor.Lo peor: como en muchas películas de superhéroes, muchos giros de guion son previsibles.