Si hay una autora sobre la que volvamos una y otra vez en este blog, esa es Ursula K. Le Guin. La escritora de Ciencia Ficción me enamoró con La mano izquierda de la oscuridad, cuya reseña podéis leer aquí, con Las niñas salvajes y con Las aventuras de los gatos alados, de corte más juvenil.
Y es que, aparte de ciencia ficción y fantasía juvenil, Ursula K. Le Guin también reflexionó sobre el oficio de escribir. Lo hace con gran maestría en este libro titulado Contar es escuchar: sobre la escritura, la laectura, la imaginación (Editorial Círculo de Tiza).Es uno de esos libros que hay que leer con una libreta en la mano, para apuntar los sabios consejos que nos da la autora no sobre el acto en sí de escribir, sino sobre la imaginación y sobre cómo trasladar al papel las ideas que tenemos. Muchas son conferencias que impartió en diversas universidades, pero también hay artículos publicados en todo tipo de revistas.
“Para escribir una historia tienes que confiar en ti mismo, tienes que confiar en la historia y tienes que confiar en el lector. Antes de sentarte a escribir, ni la historia ni el lector existen siquiera, y solo debes confiar en ti mismo. Y lo único que puedes hacer para confiar en ti mismo es escribir. Dedicarte al arte. Escribir, haber escrito, esforzarte por escribir, planear escribir. Leer, escribir, practicar, aprender el oficio, hasta saber algo al respecto y saber que sabes algo al respecto”
Algunos, sin embargo, no se refieren exclusivamente a la escritura, sino que habla de ciencias que la inspiraron, como la Antropología, ya que su padre era antropólogo y le gustaba mucho contar historias sobre los primeros pobladores de América. También reflexiona sobre la vejez y sus ventajas, etc. O de la importancia que tuvieron para ella autores como Borges, Mark Twain o incluso J.R.R. Tolkien, de quien llega a analizar frases de El Señor de los Anillos para ver su métrica y su ritmo.
Ursula K. Le Guin es un género en sí misma. Para ella, hablar de Ciencia Ficción era usar historias del futuro como metáforas del presente actual. También destacó por su activismo feminista en una época en la que no había feminismo como tal. Pero sí que observó que los jurados otorgaban menos premios a las escritoras y sin embargo, sí que obtenían los premios que se hacían por votación de los lectores.
La de Ursula es una voz amiga y cercana, que da la impresión de estar susurrándonos por encima del hombro. No sólo es recomendable para aquellos que se dedican o se quieren dedicar a escribir, sino a cualquiera que le gusten sus libros.