Deja que el viento se lleve mis cenizas (Editorial Orciny Press) es uno de esos libros fáciles de leer, que enganchan desde la primera historia y que te dejan con una sonrisa en la boca. Se trata de un libro corto, pero que nos deja huella.
Son nueve relatos que mezclan temáticas realistas y fantásticas. Por sus páginas pululan seres como breoganes (espíritus de la materia), ninfas, dríadas, espíritus del fuego e incluso la Santa Compaña. Pero a la vez también nos habla de la muerte, de la nostalgia, de las ganas de huir, de la violencia de género, de la envidia, del cambio climático, etc.
No obstante, aunque los temas que trate puedan ser duros, la presencia de seres fantásticos y feéricos nos recuerdan que todavía hay esperanza y que debemos seguir creyendo en la magia, que muchas veces no está fuera de nosotros. La prosa de Inés Arias de Reyna es exquisita. Se nota en su amor por las criaturas fantásticas y en esa forma tan bella de escribir, intrincada y sencilla a la vez, como esos nudos celtas.
«Déjense llevar a mundos que no sabían que existieran, déjense arrullar por una prosa que cambia en cada relato, entren en estos espejos en los que se verán reflejadas, unas veces con toda claridad, y otras oscuramente, como en el agua de un lago en mitad de un bosque»
Son cuentos muy bien escritos y que sin darnos cuenta nos habrán atrapado sin remisión. En Galletas de chocolate, una niña con una madre con problemas mentales y huérfana de padre pide ayuda para paliar su situación, a quien sea. Arrorró es sin duda mi preferido y nos habla de cómo el amor es capaz de llegar a nuestros seres queridos sin necesidad de tenerlos cerca. Usa además un simbolismo muy poderoso. Me llamo Tormes cuenta la historia de la ninfa del río del mismo nombre.
En Escarcha descubrimos que un ballet puede tener más enjundia que la creemos. En Trenzas en la niebla, un viudo espera todas las noches a la Santa Compaña en la linde de un bosque gallego. Arderás conmigo, canalla invoca a la venganza de la forma más primordial posible. El silencio de las hayas nos habla de que la esperanza puede encontrarse en los lugares más insólitos.
Los bosques y su magia
El bosque más antiguo del mundo propone una reflexión sobre lo que el ser humano le está haciendo a la naturaleza y Querido verde irisado nos habla de una familia bastante especial.
Merece una mención especial el prólogo de Elia Barceló, gran dama de lo fantástico en España, que hace una reflexión no sólo sobre este libro sino sobre las posibilidades del género y hacia dónde se dirige, lo cual sin duda aporta un valor añadido a este bellísimo libro que se deja leer con gusto.