Bueno, antes de empezar esta reseña, quiero agradecerles a mis primos, Nuria y Toni (lectores de pro) que me descubrieran esta maravilla.
En esta novela, los relatos sobre los hombres y su relación y con los árboles se cruzan y convergen como si fueran ramas o raíces. Un hombre vive obsesionado con retratar su árbol, el único castaño de los alrededores, y le pasa su obsesión a su hijo y a su nieto. En la guerra de Vietnam, un paracaidista cae sobre un baniano y se salva. Una estudiante descreída y cínica sufre una experiencia cercana a la muerte y regresa gracias a unas criaturas de luz que le dicen que debe salvar los árboles. Un programador informático paralítico recurre a un bosque como oráculo para crear juegos de ordenador.
Una científica con problemas en el habla descubre que los árboles no son entidades aisladas, sino que cooperan y colaboran, comunicándose entre sí. En los grandes bosques, las raíces se tocan bajo tierra, intercambiando nutrientes e información. Todo el bosque es una sola entidad que se cuida a sí misma y se avisa de plagas.
Tal vez esta sea la historia más importante, sin desmerecer a las demás. Porque nos muestra, que al igual que los árboles, la Humanidad está conectada, aunque no lo sepamos. Desde los grandes conglomerados madereros que talan árboles milenarios en América del Norte hasta los ecoterroristas que intentan salvarlos usando métodos cuestionables, todos estamos conectados.
El clamor de los bosques (Alianza de Novelas) es un libro profundamente ecologista, que lamenta la pérdida de la masa arbórea de la Tierra. Pero también critica que esta se salve a cualquier precio.
Destaca sobre todo esa disposición concéntrica de los relatos, como si se tratara de los anillos de un árbol, capaces de unir a gran parte de la Humanidad. Desde ingenieras de éxito que abandonan su trabajo hasta hippies que luchan, pasando por la perspectiva más científica y angustiosa del asunto, todos los personajes están conectados de una forma mágica.
Es un libro que destila amor y preocupación, una lectura amena y fascinante y que además hace pensar. Como dice Patricia, estudiosa de los árboles: ¿Y si la cura para el cáncer estuviera en las raíces de un árbol que ya se ha talado?
Podéis leer aquí sus primeras páginas.